domingo, 1 de enero de 2017

Elegía a mi padre 6. El año nuevo






Es invierno y año nuevo.
No te conoce nadie.
Lejos de las estrellas, de las lluvias de luz,
yaces bajo el clima de las piedras.
No existe un hilo que te traiga de vuelta.
Tus amigos dormitan en la oscuridad
del placer y no logran recordar.
No te conoce nadie. Eres vecino de nada.
No ves la lluvia cayendo y el hombre alejándose,
el viento sucio soplando sus cenizas a lo largo de la ciudad.
No ves al sol arrastrando a la luna como un eco.
No ves al corazón herido estallar en llamas,
las calaveras de los inocentes convirtiéndose en humo.
No ves las cenizas de la abundancia, las miradas sin luz.
Ya ha pasado. Es invierno y año nuevo.
Los sumisos están arrojando sus pieles al cielo.
Los desesperados están sufriendo el frío junto a quienes nada
tienen que esconder.
Ya ha pasado y nadie te conoce.
Hay luz astral a la deriva sobre el agua negra.
Hay piedras en el mar que nadie ha visto.
Hay una orilla y la gente espera.
Y nada regresa.
Porque ya ha pasado.
Porque hay silencio en lugar de un nombre.
Porque es invierno y año nuevo.

Mark Strand

1 comentario:

Todos los comentarios son bienvenidos, este es un espacio de escucha y oración.