domingo, 29 de agosto de 2010

Si creyera tan sólo en lo que veo



Si creyera tan solo en lo que veo,
creería tan poco,
tan poco…

No creería en la aurora
que, oculta entre los grises colosos
de nuestras ciudades anónimas,
cada mañana resucita la vida.

No creería en la levadura,
fermento humilde del pan
que día a día obra,
discreta y olvidada,
el milagro de saciarnos.

No creería en la semilla
ni en la fuerza apasionada que la impulsa desde la tierra
para que pueda abrirse paso y darnos fruto
desde lo pequeño, lo sencillo, lo oculto.

Ni creería en los bosques,
en su crecer tranquilo y sereno
frente al ruido que nos aturde
cuando unos pocos árboles caen
y ellos callan.

Y es que si creyera tan solo en lo que veo,
creería tan poco,
tan poco…

No creería en los maestros,
porque ellos no creerían
en la sonrisa que todavía no es,
en la ilusión que solo es cuando sonríe.

Ni creería en el silencio;
ni querría aprender a escucharlo,
a sentir la voz de lo profundo
cuando enmudecen mis historias y mis histerias,
mis ruidos y mis miedos.

No creería en la paz ni en la justicia,
ni en el poder de la alegría
ni en la fuerza del ejemplo.
Tampoco en el viento.

No creería en el futuro
que tenemos entre nuestras manos,
en la esperanza de hacerlo nuevo.
De hacerlo bueno.

Ni creería en las estrellas que no vemos
desde este edén de sueños y hormigón.

Si creyera tan solo en lo que veo,
no creería en este atardecer de la Umbría
que se pierden casi todos,
mientras nuestro amor crece,
y tú no lo sabes,
frente al tramonto, en Spoleto.

Y no creería en Ti,
que me haces ver todo en todos
y a Ti en todo.
Y así creer en lo que veo.

Álex Segrelles

A partir de unos versos de Valeska C.
En Monteluco (Spoleto), un domingo cualquiera de noviembre. Al atardecer.

(Fuente: blog “El barro del alfarero”, 19/11/2007)

* Álex Segrelles es un joven laico marianista de Zaragoza.

viernes, 27 de agosto de 2010

Suicidio y Misericordia Divina (4)




Por Ma. del Rosario G. Prieto Eibl


Esperar en la Misericordia Divina

La siguiente es un historia real, de la cual podemos reflexionar en el Amor Infinito de Dios y en Su Misericordia.

En Francia, un pueblito llamado Ars, que era hace mucho tiempo como un ranchito, un lugar pequeño y sencillo, creció mucho y se convirtió en una gran ciudad, pues entre otras cosas, vivía ahí un Cura, ahora el renombrado y conocido “Cura de Ars”.

Este Cura, no era un Cura común y corriente, era un Cura al que Dios le concedió tener visiones, incluso conocer los pecados de las personas antes de que ellos los expresaran, por lo cual se hizo famoso y mucha gente empezó a ir a confesarse con él. En una ocasión, una mujer humilde, llegó con lágrimas en los ojos, angustiada y desolada a buscar al Cura, ella, se sentía abrumada por su pena ya que su marido se tiró de un puente, se había suicidado. Al lograr ver al Cura, le contó su dolor y su angustia, le dijo que su esposo se había suicidado y que los que se suicidan ofenden gravemente a Dios y se condenan.

El Cura, con voz firme y tierna a la vez, le dice a la mujer: “No temas, tu marido no se condenó”. La mujer asombrada, perpleja, confundida, le dice al Cura incrédula: “Pero mi marido se suicidó, se quitó la vida y sabemos que solo Dios es Dueño y Señor, él lo ofendió gravemente y murió cometiendo pecado”.

El Cura, tomó su mano, la miró a los ojos y le dijo: “En verdad no temas, tu marido no se condenó. Entre el puente y el río cabe la Misericordia de Dios”. La mujer, después de estas palabras, se fue tranquila, dando gracias a Dios por el milagro de amor que había realizado en su esposo, pues en verdad, que su Misericordia es infinita.

¡Que historia tan maravillosa! No cabe duda que el Amor de Dios es infinito, es inmenso y que su misericordia tiene sus caminos, no podemos querer aplicar nuestros criterios humanos pues para Dios no hay tiempo, ni hay imposibles y El lo que quiere es que toda alma se salve.

Y es que, objetivamente el suicidio es el acto voluntario de matarse directamente. De acuerdo al 5to. Mandamiento: “No matarás”, es un grave pecado contra la ley natural y la ley revelada. El suicidio viola el derecho de Dios quien es el dueño exclusivo de la vida humana. Solo Dios puede dar y quitar la vida.

Sin embargo, para que un acto sea pecado requiere, además de materia de pecado, que se tenga conocimiento de lo que se hace e intención de hacerlo. No podemos juzgar a ciencia cierta la condición mental de quien se suicida. Tampoco sabemos cual fue su último pensamiento, pues el interior de la persona nadie lo conoce ¿se habrá arrepentido mientras estaba moribundo en el último instante de su vida? Recordemos que “entre el puente y el río cabe la Misericordia de Dios”, así, entre el gatillo de una pistola y la persona, entre la soga y el banco, entre las pastillas y la persona... Dios nunca deja solo a nadie.

La condenación de un alma se da por el desprecio a Dios, por el rechazo a Dios; el que se suicida en general no rechaza a Dios, sino que busca erróneamente la muerte como un medio para liberarse de un mal que le aqueja y en medio de su angustia y confusión toma una decisión con una libertad limitada que no le permite ver con claridad la verdadera dimensión de ese acto, es decir, ve el suicidio como la única manera de liberarse de ese mal que tanto le lacera. El suicida, por tanto, comete un acto grave, pero al no ejercer su plena libertad los elementos que constituirían una culpa grave se ven disminuidos, por tanto, no tiene una culpa grave.

Es por eso que debemos orar por los que se suicidan y encomendarlos a la infinita misericordia de Dios.

Con el paso del tiempo se ha estudiado y profundizado cada vez más en como la libertad se ve afectada gravemente por dramas y crisis emocionales, hechos como la depresión, la angustia, la soledad, la violencia, el dolor, la frustración, y demás (mencionados anteriormente) afectan los actos libres.

“...Trastornos psíquicos graves, la angustia, o el temor grave de la prueba, del sufrimiento o de la tortura, pueden disminuir la responsabilidad del suicida.” CIC, no. 2282.



http://www.encuentra.com/articulos.php?id_sec=144&id_art=3351

miércoles, 25 de agosto de 2010

Se corrobora la necesidad de métodos de prevención secundarios para reducir el número de suicidios



El suicidio representa una amenaza importante para la salud pública en todo el mundo. En el año 2002, el suicidio representó aproximadamente 30.000 muertes sólo en los EE.UU. y aproximadamente 877.000 en todo el mundo. El suicidio debe y puede prevenirse. El 83% de las personas que se suicidan han tenido contacto con un médico de atención primaria dentro de año de su muerte y hasta el 66% de las personas que se suicidan han tenido contacto en el plazo de un mes.

El comportamiento suicida se ha conceptualizado como un proceso continuo de pensamientos y comportamientos que van desde la ideación suicida al suicidio consumado. Las investigaciones recientes señalan 7 categorías distintas de "suicidio": (1) suicidio consumado, (2) intento de suicidio, (3) actos preparatorios hacia el comportamiento suicida inminente, (4) ideación suicida, (5) conducta autolesiva sin intención de morir, (6) autolesiones no deliberadas, y (7) comportamientos que conducen a la autolesión con desconocimiento de la intención suicida.

Mientras que las estrategias de prevención primarias tienen como objetivo reducir el número de suicidios y las terciarias disminuir la concentración de casos en una determinada zona, la prevención secundaria pretende reducir la probabilidad de tentativas de suicidio especialmente en pacientes con riesgo elevado.

Un trabajo publicado en PloS Medicine, coordinado por Leo Sher, de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, analiza junto con otros especialistas estos métodos de prevención y busca nuevas soluciones. Argumentan que los médicos necesitan conocer el vínculo que existe entre los trastornos mentales y el suicidio, y no deben dudar en preguntar a sus pacientes sobre sus intenciones al respecto. También discuten las últimas investigaciones sobre los cinco métodos secundarios de prevención del suicidio: antidepresivos, combinación de terapia y fármacos, 'cuidados de seguimiento' para mantener la terapia con antidepresivos y otros tratamientos, las restricciones legales para reducir el acceso a los medios de suicidio en particular (como armas de fuego o pesticidas) y la presentación de informes de casos de suicidio en los medios de comunicación.

lunes, 23 de agosto de 2010

Esperanza



“Pero la esperanza, dice Dios, esto sí que me extraña,
me extraña hasta a Mí mismo,
esto sí que es algo verdaderamente extraño.
Que estos pobres hijos vean cómo marchan hoy las cosas
y que crean que mañana irá todo mejor,
esto sí que es asombroso y es, con mucho,
la mayor maravilla de nuestra gracia.

Yo Mismo estoy asombrado de ello.
Es preciso que mi gracia sea efectivamente de una fuerza increíble
y que brote de una fuente inagotable
desde que comenzó a brotar por primera vez
como un río de sangre del costado abierto de mi Hijo.

¿Cuál no será preciso que sea mi gracia y la fuerza de mi gracia
para que esta pequeña esperanza,
vacilante ante el soplo del pecado,
temblorosa ante los vientos,
agonizante al menor soplo,
siga estando viva, se mantenga tan fiel, tan en pie,
tan invencible y pura e inmortal e imposible de apagar
como la pequeña llama del santuario
que arde eternamente en la lámpara fiel?

De esta manera,
una llama temblorosa ha atravesado el espesor de los mundos,
una llama vacilante ha atravesado el espesor de los tiempos,
una llama imposible de dominar, imposible de apagar al soplo
de la muerte,
la esperanza.

Lo que me asombra, dice Dios, es la esperanza,
y no salgo de mi asombro.
Esta pequeña esperanza que parece una cosita de nada,
esta pequeña niña esperanza,
inmortal.

Porque mis tres virtudes, dice Dios, mis criaturas,
mis hijas, mis niñas,
son como mis otras criaturas de la raza de los hombres:
la Fe es una esposa fiel,
la Caridad es una madre, una madre ardiente, toda corazón,
o quizá es una hermana mayor que es como una madre.

Y la Esperanza es una niñita de nada
que vino al mundo la Navidad del año pasado
y que juega todavía con Enero, el buenazo,
con sus arbolitos de madera de nacimiento,
cubiertos de escarcha pintada,
y con su buey y su mula de madera pintada,
y con su cuna de paja que los animales no comen porque son de madera.

Pero, sin embargo, esta niñita esperanza es la que
atravesará los mundos, esta niñita de nada,
ella sola, y llevando consigo a las otras dos virtudes,
ella es la que atravesará los mundos llenos de obstáculos.
Como la estrella condujo a los tres Reyes Magos desde
los confines del Oriente, hacia la cuna de mi Hijo,
así una llama temblorosa, la esperanza,
ella sola, guiará a las virtudes y a los mundos,
una llama romperá las eternas tinieblas.

Por el camino empinado, arenoso y estrecho,
arrastrada y colgada de los brazos de sus dos hermanas mayores,
que la llevan de la mano,
va la pequeña esperanza
y en medio de sus dos hermanas mayores da la sensación
de dejarse arrastrar
como un niño que no tuviera fuerza para caminar.

Pero, en realidad, es ella la que hace andar a las otras dos,
y la que las arrastra,
y la que hace andar al mundo entero
y la que le arrastra.
Porque en verdad no se trabaja sino por los hijos
y las dos mayores no avanzan sino gracias a la pequeña”

Charles Peguy

sábado, 21 de agosto de 2010

Suicidio y Misericordia Divina (3)



Por Ma. del Rosario G. Prieto Eibl

Causas del suicidio: Turbulencia interior

Como se mencionó en párrafos anteriores, el suicidio es un hecho que se ha incrementado en los últimos tiempos, especialmente entre la juventud. Sin duda la falta de valores, de límites, de cimientos que estabilicen a la personalidad están afectando la vida de muchos niños, jóvenes y adultos. La institución familiar parece desintegrarse cada vez más pronto y se tambalea frente a tantos ataques de la sociedad sin que ésta se dé cuenta de que al terminar con la familia, se aniquila a sí misma, pues termina con su inicio la sociedad doméstica y con el ser humano.

“Cada cual es responsable de su vida delante de Dios que se la ha dado. El sigue siendo su soberano Dueño. Nosotros estamos obligados a recibirla con gratitud y a conservarla para su honor y para la salvación de nuestras almas. Somos administradores y no propietarios de la vida que Dios nos ha confiado. No disponemos de ella.” CIC, no. 2280.

“El suicidio contradice la inclinación natural del ser humano a conservar y perpetuar su vida. Es gravemente contrario al justo amor de sí mismo. Ofende también al amor del prójimo porque rompe injustamente los lazos de solidaridad familiar, nacional y humana con las cuales estamos obligados. El suicidio es contrario al amor del Dios vivo.” CIC, no. 2281.

Además tanto la persona, como la familia y la sociedad, todos, somos responsables de todos, estos problemas que afectan a los jóvenes, son problemas de interés social, no podemos deslindar la responsabilidad que se tiene ante cada muerte, ante cada suicidio. Todos somos responsables, de nuestra propia vida y también, de la vida de los que nos rodean, por lo que en la medida de nuestro alcance debemos luchar por ser mejores personas, establecer mejores familias y crear una mejor sociedad donde los jóvenes aprendan a amar su vida y no a vivir confundidos a tal grado de tomar decisiones tan equivocadas como quitarse la vida.

Los problemas sociales y psicológicos funcionan como detonantes de acciones como el suicidio, son hechos que impiden tomar decisiones adecuadas y verdaderamente libres.


Factores de riesgo

Los factores de riesgo que se han encontrado en el suicidio de adolescentes son: Una tentativa anterior de suicidio (el mejor indicador de todos); depresión, incluidos fuertes sentimientos de impotencia y desesperación (quizá el segundo mejor indicador); soledad; otros problemas psiquiátricos (algún trastorno conductual o personalidad antisocial); abuso de alcohol y de otras sustancias por parte del adolescente o de alguno de sus padres; sucesos estresantes (algún problema familiar serio, divorcio o separación); acceso y uso de armas de fuego; desintegración familiar; divorcio; violencia intrafamiliar; desilusiones amorosas; expectativas y presiones demasiado fuertes; baja autoestima, entre otros.

Aunque muchas personas que muestran estos factores no contemplan el suicidio ni lo intentan, estos factores proporcionan una advertencia oportuna de la posibilidad de que lo cometan.

En general, los adolescentes y adultos que tratan de suicidarse no están reaccionando ante un hecho negativo en particular. Por el contrario, el suicidio casi siempre se da dentro del contexto de problemas personales o familiares prolongados, pese a que el intento obedece algunas veces a un impulso momentáneo (Currant, 1987)


http://www.encuentra.com/articulos.php?id_sec=144&id_art=3351

jueves, 19 de agosto de 2010

Quizá mañana




Sí, quizá mañana,
Quizá mañana mismo me tenderé hacia Tus manos
Me tenderé temblando, adivinándme en Tu alma

............... Y quizá mañana todo habrá cambiado.


Leopoldo Panero

martes, 17 de agosto de 2010

Las manos ciegas




Ignorando mi vida,
golpeado por la luz de las estrellas,
como un ciego que extiende,
al caminar, las manos en la sombra,
todo yo, Cristo mío,
todo mi corazón, sin mengua, entero,
virginal y encendido, se reclina
en la futura vida, como el árbol
en la savia se apoya, que le nutre,
y le enflora y verdea.
Todo mi corazón, ascua de hombre,
inútil sin Tu amor, sin Ti vacío,
en la noche Te busca,
le siento que Te busca, como un ciego,
que extiende al caminar las manos llenas
de anchura y de alegría.


Leopoldo Panero

domingo, 15 de agosto de 2010

viernes, 13 de agosto de 2010

Suicidio y Misericordia Divina (2)



Por Ma. del Rosario G. Prieto Eibl


El duelo por la pérdida del ser amado

Sin embargo, el dolor, no debe cegarnos, ante la muerte de un ser querido nos enfrentamos a un duelo. El término duelo procede etimológicamente del vocablo latino dolium, que a su vez se deriva del verbo, doleo (dolerse). El duelo es la actividad y actitud de la persona ante la reacción emocional, espontánea y natural del sufrimiento producido por la pérdida de la persona que ama; la omisión de lo que no se pudo hacer o amar.


Fases del duelo

La simple observación de un alma en duelo, así como la literatura de siglos y recientemente algunos estudios de especialistas, constata etapas por las que se suele pasar en el proceso de elaboración del sufrimiento:

Se pasa por un aturdimiento inicial: el sufrimiento puede dejar anestesiado, perturbado, mudo, incluso privado de autonomía de pensamiento, palabra y acción; la lamentación: surgen las primeras expresiones inarticuladas, las exclamaciones, abundan los gestos, viene la queja: "¡No lo puedo creer!"; la negación: "¡No, no es cierto!", el rechazo: ¡No, no lo acepto!, el miedo y ansiedad: "¡ Y si me sucediera...!", la culpa: "¡Si yo no hubiese...!" , el enojo: "¿Por qué?" "¿Por qué lo hizo?", la tristeza profunda "¿Qué sentido tiene ya...?", la resignación: “¡Me tocó a mi. Esta fatalidad!", el recobrar la serenidad interior: "¡Después de tanto sufrimiento, estoy recobrando la paz!" y la integración y resignificación: "¡Hay que volver a vivir. Mi ser querido me quiere feliz!"

La sabia psicología humana necesita de estas fases para encajar un golpe tan fuerte. Lo preocupante es estancarse en una de ellas y no llegar a la aceptación y superación. Estas etapas son un proceso natural ante una pérdida; sin embargo, el hombre es una unidad y las diferentes dimensiones de su persona en este caso la espiritual y la psicológica se encuentran muy unidas, por lo que la oración, la fe y la resignación y el consuelo ante Cristo Jesús pueden ayudar de sobremanera a superar poco a poco a través de la gracia sobrenatural el dolor humano y natural.


http://www.encuentra.com/articulos.php?id_sec=144&id_art=3351

miércoles, 11 de agosto de 2010

El deseo de Morir




Cuanta la Historia que hubo un hombre valiente que se enfrento el solo a 450 enemigos, y como Gandy, no uso la violencia… no al principio… sino que uso un desafío de Fe… y alentó estos enemigos a que demostraran, si su fe era verdadera, con hechos lo que creían. Que sus dioses se manifestaran, de alguna manera que aunque sea uno de ellos mostrara que estaban en lo cierto. Este hombre valeroso y vigoroso en su Fe, pudo más que estos hombres y con su acto de Fe cambio el destino de su nación. No es este acto de fe lo que me lleva a contarte su historia, sino que después de ver a toda una Nación volver a Adorar al único Dios de los cielos… la historia es de Elías el Profeta… este hombre que mato a todos estos enemigos y los degolló uno por uno el solito, después de tan tremendo acto de fe, al escuchar que la esposa del rey Acab, Jezabel, una bruja…literalmente y figurativamente… mando a buscarlo para matarlo, se escondió en una cueva pidiéndole a Dios que se lo lleve, deseando su salida prematura de este mundo por la amenaza de una loca que solo buscaba venganza.
¿Alguna vez te abrumaron tanto los problemas de tal modo que tuviste el deseo de morir?
A mi me paso, creo que a todos en algún momento, no sabemos como… pero lo pensamos.
Por otro lado… le tememos a la muerte, pues no sabemos el día ni la hora. Algunos tienen miedo a como será ese día?.. Otros ni lo piensan! Otros lo desean, y otros… bueno… lo buscan.
Me refiero a ti, si alguna vez le temiste a la muerte. Te dedico las siguientes palabras, si alguna vez tus problemas parecen ser tan hondos que no encuentras salida y prefieres o piensas que la muerte es lo mejor para ti en este momento.
Te diré que hay gente que piensa que no sabe que es peor?, vivir o morir?
Pero para levantar tu animo, hay gente como el apóstol Pablo que pensaba, que no sabia que era mejor: si la vida; o la muerte, porque de ambas el sacaría provecho porque estaba seguro que el pertenecía a JESUCRISTO!
“si vivimos para Cristo vivimos y si morimos para El morimos, sea que vivamos o que muramos, somos del Señor” Romanos 14:8 La Biblia
Tales palabras aumentan mi visión de la vida y la muerte, pienso: “wow!” este hombre enciende mi alma viendo y viviendo de tal modo que no sabe que elegir.
Un día estaba yo tan deprimida que llorando a Dios, le dije:
“no es que quiera morir, pero lo deseo, porque no veo salida en mi vida, todo parece un fracaso, uno tras otro, dame algo para que vivir!”
Y sentí el Espíritu Santo que me ayudo a orar las siguientes palabras y me dijo:
“habla estas palabras porque son correctas” y pensaba y repetía lo que tenia en mente y comencé a escribirlas:

No deseare morir,
Dormiré en buena vejez.
Recordare todo lo que ame,
Y cuando haya que morir porque mi hora ha de llegar…
Lo deseare de tal manera mi Señor
Que sepas, que contigo quiero estar.
Hágase en mí tu voluntad
En la tierra como en el cielo donde he de ir.
Mientras tanto, amare mi vivir,
Viviré de tal manera que ame mi existir
¡Seré feliz!
Siendo tu Jesús, la razón de mí pensar
Porque pienso que quieres mi bienestar
Ciertamente la misericordia y el bien me alcanzaran,
Y todos los días de mi vida en tu casa
Voy a estar.
Si puedes hacer de ellas tu oración personal, hazlo! Está Dios contigo, está escuchando, no es sordo.
El tiene un nuevo comienzo siempre. NO te RINDAS!
Dios te bendiga


http://ayuda-espiritual.com/ayuda-espiritual/el-deseo-de-morir-suicidio/

lunes, 9 de agosto de 2010

¿Qué es el suicidio?



Es la acción de quitarse la vida de forma voluntaria y premeditada. Significa, pues, darse muerte a uno mismo.
El suicidio afecta al rico, al pobre y a la clase media por igual. En los tiempos actuales en los que vivimos escuchamos con más regularidad el suicidio entre jóvenes. A nivel mundial, las cifras de autolesiones se estiman entre un 3-5 % de la población mayor de 16 años, incluidos los suicidios consumados. La cifra anual en la Unión Europea es de 800-1.000 casos por cada 100.000 habitantes/año. Del 15-30 % de los pacientes que se autolesionan repiten la conducta antes del año, y entre el 1-2 % se suicidarán entre los 5 y 10 años de la tentativa.
Diariamente se producen en el mundo de 8.000 a 10.000 intentos de suicidio, de los que 1.000 lo consiguen. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el suicidio sería la décima causa de muerte en los países civilizados.

Algunas de las causas son:

Depresión. A causa de una relación amorosa, por el mal estado de salud como cáncer, leucemia, sida, alguna deficiencia en el cuerpo etc. Problemas familiares, como divorcio entre los padres, y cosas así por el estilo que lo sumergen en una terrible depresión que lo llevan a querer suicidarse.
Música. (Algunos de los ritmos de hoy como speed metal, thrash, rap, black metal y otras formas de música rock, están cargados con mensajes suicidas, en sus canciones enseñan que la vida no tiene sentido, que las drogas son buenas y que Dios no existe y que el suicidio es bueno, los mensajes que aparecen en la música "rock", inclusive de los álbumes más populares y de mayor venta. Los siguientes temas son problemáticos y prominentes.
La promoción y exaltación del abuso de drogas y bebidas alcohólicas; Representaciones y palabras que presentan el suicidio como una "alternativa" o "solución".

La violencia gráfica.

La preocupación con lo oculto; canciones acerca del satanismo y el sacrificio humano y su aparente representación en conciertos.
Juegos y videos juegos. (Juegos relacionados con el ocultismo, en especial el de "Dungeons and Dragons"(Calabozos y Dragones) crean fantasías suicidas que impulsan a la autodestrucción y convierten al suicidio en algo noble y bueno. Estos juegos atraen tanto la atención de los participantes que se ven fuertemente influenciados a creer en la filosofía enseñada).la tabla Guija (Ouija), es uno de los juegos mas vendidos en América latina. Y muchísimos más que tienen que ver con el ocultismo.

Las películas. (Películas relacionadas con el ocultismo, como las de la popular serie "La Guerra de las Galaxias", enseñan una filosofía oriental que habla de que la muerte no existe, simplemente es una transformación a otro estado de vida, a la unión de cierta fuerza cósmica. El suicidio es proyectado como una brillante y noble aventura). Aqui podras encontrar la opinión de un Arzobispado en mexico en lo relacionado a esta pelicula.

Libros. (Los libros de ciencia ficción y ocultismo, predican un mensaje de autodestrucción a sus lectores). El humanismo existencial. La filosofía humanística que influye en el sistema escolar oficial y los medios de comunicación. la cual enseña que no existe Dios.

Las Drogas. Enfermedades mentales.
En la palabra de Dios encontramos diferentes homicidios que tomaron lugar, como el de Saúl en (1 Samuel 31:4). El del escudero de Saúl. (1 Samuel 31:5), Judas. (Mateo 27:3/5).

Entre los Díez mandamientos encontramos el de NO MATARAS. En éxodo 20:13. Una persona que se suicida esta matando su propia vida. El suicidio no es la solución. Muchos piensan que así solucionan problemas y desilusiones en sus vidas y optan por este, una forma de escape. Más este no es el remedio.

Hoy puede ser un día diferente para ti acércate a Jesús y el transformara toda tu vida, dale una oportunidad y ven a el, el salmista dijo lo siguiente en momentos críticos de su vida. Salmo 40: 1/3 "Pacientemente esperé a Jehová, y él se inclinó a mí y oyó mi clamor. Y me hizo subir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Puso mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos. Puso en mi boca un cántico nuevo, una alabanza a nuestro Dios. Muchos verán esto y temerán, y confiarán en Jehová
Jesús el creador de la vida te dice: Juan 10:10 "yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia". Y aun mas

Jeremías 29:11 "Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza {nueva versión internacional}

Repite esta oración y reconoce que necesitas un salvador alguien que transforme tu vida y te llene de gozo y esperanza esa única persona es Dios, el solo puede llenar el vació que hay en tu corazón.

Repite con todo tu corazón.

Señor Jesucristo reconozco que soy un pecador y necesito de tu perdón.
Te recibo como mi salvador y te abro la puerta de mi corazón, y te pido que me laves con tu sangre preciosa derramada por mis pecados en la cruz del calvario. Hazme una persona nueva y escribe mi nombre en el libro de la vida.

¿Y ahora?
Si tienes una Biblia, comienza a leerla en el libro de Juan. Es uno de los libros de más fácil comprensión.
Has oración. Es decir hablar con Dios en el nombre de Jesús.

Asiste a una iglesia que se predique la palabra de Dios.
Te deseamos lo mejor. En Cristo hay una vida mejor.


El fracaso


¿Quién no ha fallado? ¿Quién no se equivoca? ¿Quién no se ha decepcionado? Hay tantas preguntas del estilo "quién nunca" que nos deprimimos sólo de recordar nuestros fracasos y decepciones.

El fracaso es un arte que todos cometemos, pero pocos aprovechan; fracasar es humano, algo natural cuando empezamos a existir; pasamos a existir y a fracasar. Para los primeros seres humanos, para grandes ejércitos, para los primeros jefes de estado, para todos fue presente el fracaso..

Si hay una cosa con la que cualquier ser humano tiene que convivir es con el fracaso. Muchos han intentado crear fórmulas de escape milagroso de este mal . Y todos ellos fracasaron.

Una de los mayores asesinos es el fracaso; genera millones de suicidios, además de ser uno de los mayores depresivos.

Cuando hablo de fracaso como un arte que ha de desarrollarse, no estoy diciendo que tengamos que fracasar por propia voluntad; nadie es tan tonto para complacerse en su propio fracaso. Pero tenemos que aprender a sacar de cada situación de fracaso la mejor enseñanza para llegar a nuestra plenitud.

Tenemos que aprender que la búsqueda desenfrenada del éxito siempre será un fracaso, que el fracaso es lo único que nos conducirá al éxito de alcanzar una vida digna, con amor y respeto. Cuando fracasamos nuestro orgullo se rompe y las paredes se derrumbarán, y todos los que nos rodean se dan cuenta de lo que realmente somos. Los que no saben aprender de sus fracasos, levantarán de muros alrededor de sí mismo.

Hoy en día existen muchas definiciones de éxito y el fracaso en el mundo, en cualquier área se habla de estas dos palabras, con definiciones amplias. Pero por cada uno de nosotros tienen un significado singular, sabemos que hemos sido exitosos o no.

Cuando sepas comprender tus fracasos, lograrás tus éxitos.

Menger Anderson

andermenger@ig.com.br

sábado, 7 de agosto de 2010

Suicidio y Misericordia Divina (1)



Por Ma. del Rosario G. Prieto Eibl


Complicado y doloroso: el suicidio siempre plantea grandes interrogantes y un profundo pesar. ¿Qué ocurre con el alma de quienes se suicidan?


El suicidio: Lo humano nos confunde, lo sobrenatural nos afianza

“No se debe desesperar de la salvación eterna de aquellas personas que se han dado muerte. Dios puede haberles facilitado por caminos que El sólo conoce la ocasión de un arrepentimiento salvador. La Iglesia ora por las personas que han atentado contra su vida.” Catecismo de la Iglesia Católica, no. 2283.


El suicidio

El suicidio es una realidad terrible de la cual el mundo parece no poder escapar; en los últimos años se ha incrementado de una manera alarmante; sin embargo, poco sabemos acerca de este fenómeno que tanto aqueja a la sociedad y que tanto dolor produce.

El suicidio es causado por dolor y causa dolor, es buscar una salida equivocada a los problemas que uno pueda tener sean de la gravedad que sean. Es un hecho que nace de la desesperación en un ser humano y que puede llevar a la desesperación a los que le rodean después del terrible acto.

Nuestro corazón y nuestra mente se inquietan ante la noticia de un suicidio, aún más, sin duda, si se trata de un ser cercano, querido. Un dolor profundo, muchos sentimientos de impotencia y desolación se apoderan de nuestra persona y muchas dudas asaltan a nuestra mente ¿Porqué lo hizo? ¿Cómo no me di cuenta? ¿Ya no hay esperanza, se condenó?


La muerte humanamente nos duele

La muerte es sin duda un hecho inevitable. Hay muchas formas de concebirla. La muerte es el último hito, el final de la vida que conocemos. “La vida es corta. Más corta para algunos que para otros”, observó Gus, uno de los personajes centrales de la película de televisión Lonesome Dove.

“Desde el punto de vista fisiológico, la muerte es la terminación irrevocable de las funciones vitales. Morir significa dejar de sentir, abandonar a los seres queridos, dejar cosas inconclusas y entrar en lo desconocido (Kalish, 1987). Pero conviene recordar que la muerte es un proceso natural, no importa si ocurre en forma prematura por una enfermedad o un accidente o al final de una vida plena y rica. Todas las criaturas mueren, la muerte forma parte esencial del desarrollo tanto como la vida.” Craig.

La muerte en sí de un ser cercano y querido estremece, deja un vacío, aunque uno entienda que es parte de un proceso natural. Aún es más difícil cuando la muerte no sobreviene como una cuestión natural sino que se muestra como una decisión personal así como lo significa el suicidio, viene un dolor y un desconsuelo terrible porque taladra el alma saber que una persona perdió la esperanza, el sentido de su vida, que no encontró una salida para la solución de sus problemas, que se sentía solo, desconsolado, deprimido y defraudado de sí mismo y de la vida misma. Duele sobremanera imaginar lo que pudo pasar por su mente y por su corazón cada día, duele saber que no pudo más y prefirió dejar de existir.



http://www.encuentra.com/articulos.php?id_sec=144&id_art=3351

jueves, 5 de agosto de 2010

Depresión y suicidio


Jesucristo vino no para juzgar, sino para salvar (cf Jn 3,17). “Él fue ciertamente intransigente con el mal, pero misericordioso con las personas”[1]. Así la Iglesia católica ha declarado con precisión que el suicidio es un verdadero atentado contra la vida humana, puesto que contradice radicalmente el mandato central de “No matarás”, que implica no matar, ni dejarse matar, ni mucho menos matarse.Sin atrevernos injustamente a condenar al suicida, sino por el contrario, comprenderlo y orar por él, reflexionemos algunos aspectos para orientar la conciencia ante tantas corrientes materialistas, fanáticas o ateas que frecuentemente pretender contraponerse al valor sagrado de la vida humana.

1) El suicidio: una puerta siempre falsa

Uno de los problemas que, desafortunadamente, enfrenta nuestra sociedad actual con mayor frecuencia es el del suicidio[2]. Es el homicidio perpetrado contra sí mismo, es la negación del instinto de conservación potentemente radicado en todo ser viviente. El suicidio es, sin duda, una aberración contra el más fuerte impulso natural, el de la vida. Somos administradores y no propietarios de la vida que Dios nos ha confiado, es contrario al amor del Dios vivo[3].

2) El suicidio como rechazo al amor de Dios

En contestación al ambiente pagano[4], el cristianismo siempre ha condenado el suicidio. El suicidio porque es algo absolutamente inconcebible en la visión bíblica del hombre y de su dependencia con Dios. Según la revelación el hombre recibe la vida de Dios como un don precioso y pertenece continuamente a él y no a sí mismo. El primero y el quinto mandamiento avalan la dependencia a Dios, incluyendo el cuidado de nuestro ser corporal.

En la Sagrada Escritura encontramos trágicos ejemplos de quienes llegaron a suprimir este primer e inalienable valor humano, que es la vida. Así se habla del rey Saúl (1Sam 31,1-6), quien avergonzado y temeroso de David, se arroja sobre su propia espada. Y Judas Iscariote (Mt 27, 3-10), el cual acosado por el remordimiento y confusión arroja las monedas de la traición y se ahorca.

“El suicidio es tan inaceptable como el homicidio, semejante acción constituye, en efecto, por parte del hombre, el rechazo a la soberanía de Dios y de su designio de amor. Además, el suicidio es a menudo un rechazo del amor hacia sí mismo, una negación de la natural aspiración de la vida, una renuncia frente a los deberes de justicia y caridad hacia el prójimo, hacia las diversas comunidades y hacia la sociedad entera”[5]. El suicida generalmente cae en la desesperanza, pues no descubre ya ningún sentido a la vida, ni al sufrimiento físico o moral. Es una especie de cobardía ante las pruebas de la vida.

Nuestra inclinación natural es hacia la vida. Una acción que contradiga esto no puede ser catalogada más que contra natura. El suicidio es gravemente contrario al justo amor hacia sí mismo y también ofende el amor debido al prójimo, ya que rompe los lazos de solidaridad con las sociedades familiar, nacional y humana. En este sentido, el suicidio es una injuria contra la comunidad.

Es también grave la cooperación voluntaria al suicidio porque se elige libremente ayudar a alguien a atentar directamente contra la vida. Aún más, si se comete con intención de servir como ejemplo adquiere además la gravedad de escándalo.


3) Principales causas del suicidio

Es verdad que cada caso, cada suicidio, es un misterio que debe ser respetado. También es cierto que la psicología y la sociología nos ayudan a identificar algunas causas generales que suelen empujar a una persona a caer en un error de esta magnitud. En la actualidad, se suele relacionar mayormente el suicidio con la depresión psíquica[6].

Algunas causas principales y más comunes del suicidio son: el exceso en el consumo del alcohol, la drogadicción, severa crisis económica y confusión sentimental.

Los motivos que llevan a alguna persona al suicidio actúan más fácilmente cuando el hombre o la mujer tienen algunas predisposiciones fundamentales como:

- Falta de actitud religiosa. La fe en Dios y la convicción de que la vida tiene un sentido van estrechamente unidas. Faltando la primera no es raro que venga el colapso de la persona. Es decisiva la convicción de la existencia de la vida eterna.

- El sentimiento de vacío. No es extraño que en tantas personas de nuestro tiempo, en ambientes donde la despersonalización del ser humano es cada vez mayor, nuestros contemporáneos se encuentren en terrenos que preparan para el suicidio.

Nos damos cuenta por los motivos y las predisposiciones al suicidio que una acción de este género no es fruto solamente de una decisión del todo voluntaria del individuo, sino que en gran parte está condicionada. Muchas veces los suicidas estuvieron rodeados de ambientes que los ignoraban, que no los comprendían, que no tuvieron una mano que los condujese o los ayudase. Pronunciar un duro juicio contra ellos no parecerá lo más oportuno ni suficiente. La aparición de un suicida debe ser una oportunidad de reflexión de la sociedad y de cada persona para preguntarse qué se puede hacer para que no se repita más esta tragedia.


4) La Iglesia ora por todos los que han muerto

Es verdad que el juicio acerca de la persona que comete esta acción depende sólo de Dios. La Iglesia ora por todos los que han muerto, sin excepción. Se requiere discreción y prudencia para dar a conocer el caso o mantenerlo en secreto.

Nadie conoce a ciencia cierta los motivos últimos y la libertad que rodearon a una persona para quitarse la vida. Su salvación eterna está en manos del Creador y Autor de la vida. La misma Iglesia ha comprendido bien esto y en su legislación contemporánea así lo ha dejado sentir al modificar el artículo del Código de Derecho Canónico de 1917[7] en el que se prohibía la sepultura eclesiástica de los suicidas. El actual Código[8], al legislar sobre el mismo tema ya nada menciona sobre quienes hicieron esta opción. La Iglesia toda tiene el deber de orar por estas personas, confiando en la misericordia de Dios quien puede facilitarles caminos para que puedan arrepentirse[9].



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[1] Cf PABLO VI, Encíclica Humanae vitae, sobre la regulación de la natalidad, Roma 25 julio 1968,

[2] Cf Anselm GÜNTHÖR, Chiamata e risposta III, Milán 1988, pp 530-536.

[3] Cf CATECISMO de la IGLESIA CATÓLICA, 11 octubre 1992, nn 2280-2281. Véase también Bernhard HÄRING, La ley de Cristo III, Barcelona 1973, pp 218-219, Leandro ROSSI, Suicidio, en: Diccionario Enciclopédico de Teología Moral, Madrid 1980, pp 1027-1032.

[4] Algunas culturas no cristianas, permeadas de una fuerte convicción religiosa -como por ejemplo el islamismo o el hinduísmo- condenan de una manera categórica el suicidio como un acto indebido. El mundo griego de la antigüedad, representado por Aristóteles[4] es claro en reprobarlo, mientras los cínicos, los epicúeros y los estóicos lo exaltan. El mundo contemporáneo, emancipado de Dios, encuentra en Federico Nietzsche un juicio singular, para este filósofo alemán el hombre es “libre por la muerte y en la muerte”. Para esta manera de pensar, del ateísmo pesimista, no es conveniente hablar del suicidio -que ya implica una categoría moral- sino de “muerte libre”: “Cuando uno se elimina a sí mismo, cumple la cosa más digna de consideración que exista”. Esta mentalidad equivocada ha pretendido influir en el mundo contemporáneo.

[5] SAGRADA CONGREGACIÓN para la DOCTRINA de la FE, Declaración Iura et bona, sobre la eutanasia, Roma 5 mayo 1980, I..

[6] En algunos casos, hay motivos patológicos, como los maníacos depresivos, que los conducen a actos suicidas, sobre los cuales es necesario tener un especial cuidado y comprensión.


http://www.medicoscatolicos.org.mx/noticias/vernoticia.php?IdArticulo=14

domingo, 1 de agosto de 2010

La fibromialgia podría inducir al suicidio



Nuevos datos aportados por un estudio indican que la fibromialgia podría inducir al suicidio.

FUENTE: ARTHRITIS AND RHEUMATISM. 2010 JUL


De acuerdo a un nuevo estudio, publicado en la revista “Arthritis & Rheumatism”, al tratar las mujeres con fibromialgia, los médicos deberían prestar atención a la depresión y al riesgo de suicidio.

Un equipo en Dinamarca dirigido por la doctora Lene Dreyer, reumatóloga del Hospital Universitario de Copenhague, revisó la tasa de mortalidad de las mujeres con ese dolor crónico, hallando que el riesgo de morir por suicidio era 10 veces superior que en la población general.

Todos los pacientes habían sido derivados al Hospital Frederiksberg, en Copenhague, donde se les había diagnosticado la fibromialgia. A los cuatro años de esa derivación, el equipo no halló diferencias en la tasa de mortalidad general o por enfermedades específicas en el pequeño grupo de hombres con fibromialgia. En cuanto a las mujeres, también registraron la misma tasa de mortalidad que la esperada para las mujeres sanas de la población general (41 durante el estudio). Pero se pudo observar que ocho de esas muertes fueron por suicidio, una cantidad significativamente mayor que en la población general.

Ante estos datos, los autores apuntaron que es preciso evaluar a todos los pacientes con dolor crónico para identificar desórdenes psiquiátricos coexistentes, como los trastornos de ansiedad y del ánimo. Asimismo, es necesario preguntarles sobre el suicidio. Los pacientes con fibromialgia tienden a desarrollar más enfermedades psiquiátricas que la población general y el 90 por ciento son mujeres.

Pero, según la doctora Bente Danneskiold-Samse, reumatóloga del Hospital Frederiksberg y coautora del estudio, los trastornos psiquiátricos que aparecen con la fibromialgia no serían la única explicación del aumento de la cantidad de suicidios, pues ninguna de las pacientes que se suicidó tenía antecedentes psiquiátricos previos a la fibromialgia. Por ello, la experta sugiere que el aumento de los casos de suicidio podría estar asociado con la depresión o con ciertos antidepresivos que pueden inducir al suicidio. La doctora apuntó que "mi opinión es que es algo relacionado con el dolor", sostuvo. Así, según el equipo, éste puede ser un motivo de suicidio en sí
mismo.


http://www.psiquiatria.com/noticias/psiq_general_y_otras_areas/pacientes_y_familiares423/fibromialgia/48215/?