viernes, 29 de octubre de 2010

La asociación del suicidio e intimidación en la infancia hasta la edad adulta joven


 
Una revisión de resultados de investigación transversal y longitudinal.
(The Association of Suicide and Bullying in Childhood.)
FUENTE: CANADIAN JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2010;55(5):282-288.
Anat Brunstein Klomek; Andre Sourander; Madelyn Gould.
 
 
Objetivo: Revisar la investigación que aborde la asociación del suicidio y la intimidación, desde la infancia hasta la adultez joven, incluyendo los resultados de la investigación transversal y longitudinal.
 
Método: Se identificaron publicaciones relevantes a través de búsquedas electrónicas en PsycNet y MEDLINE sin especificar la fecha, además de examinar detenidamente las listas de referencias de artículos pertinentes.
 
Resultados: Los hallazgos transversales indican que existe un mayor riesgo de ideación suicida y (o) intentos de suicidio asociados con el comportamiento de acoso y acoso cibernético. Los pocos hallazgos longitudinales disponibles indican que el acoso y el abuso a los compañeros conducen a las tendencias suicidas, pero que esta asociación varía según el sexo. Las discrepancias entre los estudios disponibles pueden ser debido a las diferencias entre los participantes del estudio y los métodos.
 
Conclusiones: La intimidación y el maltrato entre iguales constituyen más que correlatos de tendencias suicidas. Se deben continuar investigaciones futuras con seguimiento a largo plazo para identificar caminos específicos de causalidad entre el acoso y el suicidio.
 
 

miércoles, 27 de octubre de 2010

No te des por vencido (No te quites la vida) Felipe Gomez


  • Sabes tu video me hizo llorar & reflexionar, yo soy una joven e 15 años que tiene depresion y se a intentado matar muchas veces!. Ahora estoy con siquiatra y espero que me ayude antes de que sea demasiado tarde.
    Me gustó el video a mi mamá tambien!.
    Saludos!
  • Dios te bendiga, se que la vida trae momentos de dificultad, pero no te preocupes, El está contigo y aunque a veces ni lo veas ni lo sientas,ten la certeza que su corazón late con el tuyo y por medio de ti. Un abrazo
    Felipe Gómez

lunes, 25 de octubre de 2010

Valoración e intervención del paciente suicida.




La valoración del riesgo de suicidio es una de las tareas más relevantes y difíciles de la psiquiatría de urgencias, en parte por los sentimientos que estos pacientes suelen suscitar en el profesional, que puede llegar a sentirse abrumado por la posibilidad de cometer una valoración errónea del paciente, con las graves consecuencias que esto puede acarrear.

En la entrevista con el paciente, que siempre debe realizarse a solas con él, es conveniente abordar el tema del suicidio con lentitud y de forma empática, de tal manera que se evite que el paciente perciba hostilidad o culpabilización, para conseguir aumentar su confianza y mejorar el contacto. Así pues, no se deben realizar preguntas directas hasta que no se haya entablado ya una buena relación con el paciente. El hecho de interrogar al paciente de forma directa sobre el suicidio, no le induce a hacerlo, es decir, no se debe eludir el tema del suicidio por temor a darle la idea al paciente, más bien al contrario, el paciente con riesgo suicida generalmente se siente aliviado cuando se le pregunta por ello, e incluso en ocasiones mejor comprendido. No hay que olvidar que la entrevista en sí, ya constituye una primera intervención terapéutica. Como norma general, nunca hay que banalizar ningún intento de suicidio, por manipulador que parezca, y así hay que crear el mismo clima de confianza empática que con cualquier otro paciente, pues en caso contrario, el paciente, tras la entrevista, puede acabar teniendo una visión negativa de sí mismo, que le predisponga a realizar un acto suicida de mayor gravedad.

No es infrecuente que el paciente suicida contacte telefónicamente con los servicios de urgencias, bien sea para comunicar sus intenciones ­aún de manera ambivalente y rechazando con hostilidad las posibles alternativas que se le ofrezcan­ o bien para pedir ayuda de una manera explícita. En algunas ocasiones, el paciente ha ingerido ya alguna sustancia con fines suicidas, en cuyo caso, el facultativo debe interrogar al paciente sobre el tipo de sustancia ingerida, y asesorarle sobre qué medidas adoptar. Excepto en casos de sustancias cáusticas, debe estimularse al paciente para que se provoque el vómito y acuda inmediatamente a un centro hospitalario, aunque nunca conduciendo ellos mismos, por lo que puede ser útil recabar ayuda de la policía o una ambulancia para trasladar al enfermo.

sábado, 23 de octubre de 2010

RÉSUMÉ




Si lastiman las navajas
Los ríos mojan por todas partes
Todos los ácidos manchan
y las drogas dan calambres
Las pistolas están prohibidas
Los nudos corredizos ceden
Hiede el gas de la cocina
A vivir, que es lo que se puede.

DOROTHY PARKER

De Enough Rope. Traducción aproximada de Eduardo Berti

jueves, 21 de octubre de 2010

Se suicidaron por la muerte de su hijo



He leído una noticia trágica, que me ha hecho pensar bastante. Un matrimonio en Inglaterra, tras perder a su hijo pequeño por una meningitis, se ha tirado por un acantilado. Él llevaba en su mochila el cadáver del niño y ella sus osos de peluche. No fue el impulso de un momento, porque tuvieron que recorrer más de 300 kilómetros en tren, con el cadáver del niño, para llegar hasta el acantilado por el que se arrojaron. No quiero ni pensar en ese horrible viaje de varias horas hasta su destino.

Que Dios tenga misericordia de ellos. El Catecismo dice que el suicidio es “contrario al amor del Dios vivo” y, por tanto, es algo gravísimo. Sin embargo, dice también que: “Trastornos psíquicos graves, la angustia, o el temor grave de la prueba, del sufrimiento o de la tortura, pueden disminuir la responsabilidad del suicida. […] No se debe desesperar de la salvación eterna de aquellas personas que se han dado muerte. Dios puede haberles facilitado por caminos que Él solo conoce la ocasión de un arrepentimiento salvador. La Iglesia ora por las personas que han atentado contra su vida”. Recemos, pues, por ellos.

Sin duda, esta familia tuvo que pasar por situaciones muy duras. El niño quedó tetrapléjico hace cuatro años, en un accidente de tráfico y se había creado un blog/foro que canalizaba el apoyo económico para sufragar los gastos de los cuidados del pequeño. Lo que más me ha llamado la atención de este asunto son los comentarios de la gente en ese foro. El último artículo del foro, en el que se da la noticia de la muerte de la pareja, ha recibido, hasta el momento 462 comentarios. A mi entender, esos comentarios son muy reveladores de lo que piensa la gente sobre la vida y la muerte, el amor, el suicidio, Dios y lo que hay después de la muerte.

Una buena parte de los comentarios considera que el suicidio de estos padres es signo del gran amor que tenían a su hijo. Muchos lo ven como algo comprensible o incluso admirable. No me sorprende, la verdad. Nuestra sociedad es una sociedad adolescente y su concepción del amor es también adolescente. Es un amor idealizado, muy intenso y apasionado pero breve, ajeno al compromiso y que no es capaz de aceptar el sufrimiento y las dificultades. Es decir, algo que está bien para los catorce años, pero que revela una evidente inmadurez y que, en adultos, tiene consecuencias muy graves sobre la vida familiar y de pareja.

Por otra parte, lo más curioso es que un gran número de comentarios dicen cosas como “ahora ya están todos juntos otra vez”, “que descansen con los ángeles” o “ya están todos en un lugar mejor”. ¿En qué se pueden basar para decir algo así? Ciertamente, no en el cristianismo. Un cristiano rezará por esos padres y pedirá para ellos la misericordia de Dios, esperando que no fueran conscientes de lo que hacían, pero desde luego no dirá que ya están en el cielo. Tampoco se basan en creencias sobre la reencarnación, ya que esas creencias coinciden en afirmar que los reencarnados no son conscientes de sus vidas anteriores. Por supuesto, tampoco son muestras de ideologías materialistas o inmanentistas que defienden que todo se acaba con la muerte.

A mi juicio, estos comentarios lo que revelan es una vaga idea optimista de que las cosas “van a ir bien” que contrasta brutalmente con el terrible pesimismo de los padres, que pensaban que las cosas ya sólo podían ir mal. Estas ideas confusas, muy extendidas, me recordaron a las consideraciones de Gallizo que, desde su postura atea, afirmaba que el cristianismo era equivalente a creer “porque sí", en algo de lo que no podemos saber nada. Creo que éste es el ejemplo perfecto de lo que decía Gallizo… y no se parece en nada al cristianismo. Se trata de creencias vagas y confusas, continuamente cambiantes, individualistas, que no afectan en nada a la vida de los que las exponen y que no se basan en la experiencia, ni en la razón ni en nada más allá de un lógico deseo de que las cosas sigan como hasta ahora o mejoren un poco.

El cristiano no es optimista ni pesimista. El optimista cree, sin ninguna razón para ello, que las cosas siempre van a ir bien. El pesimista, también sin ninguna razón para ello, considera que siempre van a ir mal. El cristiano lo que tiene es esperanza. Es decir, confía en el amor de Dios porque tiene muchas razones para hacerlo, porque ha experimentado en su vida ese amor de Dios, porque ha visto milagros en su vida, porque ha comprobado, en multitud de ocasiones, que podía confiar en Dios, porque sus creencias afectan a toda su vida y la transforman como sólo Dios podría hacerlo, porque su razón encuentra su plenitud en su fe y porque su corazón ha reconocido en Dios al único que podía satisfacerlo. Por todo ello, el cristiano puede afrontar la muerte de otra forma, diciendo “sé de quién me he fiado”.

Que Dios tenga misericordia de esta familia inglesa y nos conceda a todos el don de la esperanza.


Bruno Moreno Ramos

http://infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/se-suicidaron-por-la-muerte-de-su-hijo


martes, 19 de octubre de 2010

Estudio observacional sobre la conducta suicida en pacientes atendidos en servicios de urgencias




FUENTE: REVISTA DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL. 2009 OCT;(2)
M.J. Ávila González; E. Fontela Vivanco; S. González Bardanca...(et.al)
Introducción: El suicidio en España y países industrializados representa el 1-2 % de la mortalidad total, situándose entre las diez primeras causas de muerte. Los suicidios varían de forma significativa con la edad y el sexo de los individuos. Los suicidios consumados se incrementan con la edad en ambos sexos aunque más en el masculino. La depresión es el principal diagnóstico en los sujetos que consuman el suicidio. La incidencia de intentos de suicidio es difícil de determinar, una de las fuentes de datos más utilizada son los servicios de urgencias de los hospitales, pero puede haber más un 75 % que no llegan a ponerse en conocimiento de los médicos. El método más utilizado es la intoxicación por fármacos u otras sustancias según los registros que mencionábamos. Los hombres utilizan métodos de mayor letalidad que las mujeres, y en ellos, el suicidio consumado es 2 o 3 veces más frecuente, pero entre los datos de intentos de suicidio aparece el sexo femenino como predominante.
Objetivos: Se trata de estudiar el porcentaje de pacientes que llegan a urgencias por conductas suicidas y analizar algunas de las características de los diferentes actos de tipo autolítico. Se estudia sobre una muestra de 1.358, que supone el total de pacientes atendidos por psiquiatría en el servicio de urgencias del hospital de la Coruña, a lo largo de un periodo de ocho meses. Del total de pacientes atendidos, 338 acuden por conductas autolíticas y sobre ellos, analizamos la distribución en cuanto al sexo y el diagnóstico de dichos pacientes.
Metodología: Se realiza un estudio descriptivo retrospectivo, realizando la recogida de datos a través de un protocolo elaborado previamente. Los datos son analizados mediante el programa estadístico SPSS 12.0.
Resultados: El 24,9 % de los pacientes en urgencias, son intentos autolíticos, de ellos el 65,08 % por intoxicaciones medicamentosas o de otras sustancias y el resto, actos autolíticos como cortes, intentos de ahorcamientos, defenestración (caídas de altura). El 4,6 % son atendidos por ideación suicida sin llegar a un acto autolesivo. Los diagnósticos principales de estos pacientes, el 34,3 % tienen un trastorno depresivo, 26,6 % trastorno de la personalidad, el 8,3 % de los pacientes presentan algún tipo de drogodependencia y el 3,8 % trastorno psicótico. Sobre la distribución por sexo, el 64 % eran mujeres y el 35,20 % eran hombres. En las intoxicaciones, el 67 % eran de sexo femenino y el 32 % masculino, en las conductas suicidas de mayor violencia, el porcentaje según sexo se igualaba más, de manera que el 58 % eran mujeres y el 41 % hombres. Ingresa en planta de psiquiatría el 8,9 %, siendo dados de alta el 75,7 % pasado el tiempo reglamentario de observación, el resto puede ingresar en otros servicios.
Conclusiones: El 30 % de los pacientes atendidos en urgencias por el servicio de psiquiatría de nuestro hospital se trata de conductas, gestos o ideas de suicidio (lo cual supone una importante carga en cuanto al trabajo del psiquiatra de urgencias y una toma de decisiones y actuaciones compleja y delicada). En torno a un tercio son diagnosticados de una patología afectiva (en la que incluimos los trastornos adaptativos) como diagnóstico principal y en la mayoría de los casos son tratados de forma ambulatoria no requiriendo ingreso en la planta de psiquiatría. En una proporción considerable, no se observa un trastorno afectivo franco, encontrando solo datos de trastorno de personalidad, en estos casos, suele tratarse de actos impulsivos con un precipitante de tipo vivencial. El tipo de conducta autolítica mas frecuente, seria la intoxicación medicamentosa tratándose sobre todo de psicofármacos, siendo más frecuente en el sexo femenino.
Ponencia presentada en el XIII Congreso Nacional de Psiquiatría celebrado en Madrid. Octubre, 2009.

domingo, 17 de octubre de 2010

Encuentra tu vida



Encuentra tu vida reflejada,
Encuentra tu vida, la verdadera.

viernes, 15 de octubre de 2010

Dador del Pan




Oh Dios, oh gran Señor,
tù nos has formado,
haznos felices.
¡ Oh dador del pan!
se hoy bueno conmigo.
No permitas que me sorprenda ningùn mal.
No permitas que yo dañe en ninguna manera al pròjimo.
Y no nos mantengas alejados del tu alimento y tu abrigo.
¡Oh dador de tu cuerpo,
sè hoy bueno para con el mundo
y, de este modo, tambièn conmigo.


Adaptación de una oración de los indios Bhil.

miércoles, 13 de octubre de 2010

SANÉ DE MI DEPRESIÓN POR EL PODER DE DIOS



Hace algunos años caí en una terrible depresión, que me hizo creer que me volvería loca en cualquier momento.

Yo conocí al Señor Jesús en 1980, cuando sólo tenía 16 años, y aunque me entregué a Él, lo hice sólo por poco tiempo: el matrimonio, el afán del prestigio y del dinero lograron sacar a Jesús de mi corazón; Él pasó a un segundo plano. Así vivimos mi esposo y yo durante 11 años. Apegados a lo material fuimos alejándonos el uno del otro, vivíamos como dos desconocidos en casa.

Un día él cayó en una terrible enfermedad, dejó de caminar porque tenía dos hernias de disco en la columna y aunque había vivido mucho tiempo con esto no fue sino hasta que tuvimos esa situación que volvimos a orar juntos y las cosas mejoraron; nos integramos nuevamente al movimiento de Renovación y empezamos a trabajar para el Señor más convencidos. Pero el asunto no paró ahí. Yo empecé nuevamente a ser tibia, aunque tenía toda la intención de servir al Señor, no terminaba por hacerlo mi Señor; al Espíritu Santo todavía no podía colocarlo en mi corazón y dar testimonio de él porque mi tibieza no lo dejaba. Luchaba por alcanzar prestigio en mi trabajo y ser la mejor (soy docente y trabajo en un colegio dirigido por religiosas); con el exceso de trabajo y la actividad en el movimiento fui decayendo; tenía ratos de angustia y miedos, pero me hacía la fuerte.

Empecé incluso a caer más seguido en faltas frecuentes que un servidor ya no debe tener porque son cosas de la carne que se dejan atrás para ser una criatura nueva. Cansada de desvelos y de comer poco, empecé a sentirme débil y enfermiza; un sacerdote me dijo que necesitaba entrar a un retiro para descansar del trajín y llenarme de Dios, pero cuando hice ese viaje estallé el primer día, y no de gozo precisamente sino de terror y de angustia. Él médico que me vio dijo que necesitaba ser hospitalizada en un centro psiquiátrico, y me dio diazepan y yo parecía una muñeca de trapo en los días que siguieron. Me atacaban angustias terribles, deseos de correr y llorar, me sentía sucia y me bañaba cada hora; creo que toqué el umbral de la locura en los dos meses siguientes; para colmo el médico no atinaba el medicamento para mis ataques de ansiedad y depresión nerviosa que fue lo que me diagnosticaron al principio. Me daban un medicamento contrario a mi problema y esto me sumía más en la desesperación sin saber por qué.

Pero no todo era desesperación; los miedos y la angustia me volvieron hacia el que todo lo puede y empecé a orar como nunca lo había hecho; dejé de trabajar dos meses, y me los pasaba en mi cuarto orando de día y de noche. Dejé a mis hijos en manos de mi mamá y de mi esposo(no tenía otra opción). Los pocos momentos de lucidez que tenía eran para orar; memoricé aquel poema que dice "No me mueve mi Dios para quererte el cielo que me tiene prometido... "; que creo que es de Santa Teresa de Ávila. En ciertos momentos cuando abría la Biblia el Señor me daba exactamente las palabras que necesitaba escuchar y el motivo de mi enfermedad, aunque en el momento no lo supe sino hasta después; comprendí que mi enfermedad era producto de mis pecados a los que yo les estaba llamando DEBILIDADES y que con psicología quería arreglarlos. Una de las primeras respuestas del Señor fue en Sabiduría 1,3-5: "Pues los pensamientos tortuosos apartan de Dios y el Poder, puesto a prueba, rechaza a los insensatos. En efecto, en alma fraudulenta no entra la Sabiduría, no habita en cuerpo sometido al pecado; pues el espíritu santo que nos educa huye del engaño, se aleja de los pensamientos necios y se ve rechazado al sobrevenir la iniquidad."

Seguí orando con el corazón y aunque me dolía las respuestas de Dios sabía que me estaba corrigiendo, porque lo sentía sostenerme y ahora sé que él no me dejó enloquecer, porque después de la depresión caí en una culpabilidad terrible incluso llegaba a escuchar palabras en mi mente que me acusaban y me decían que Dios no podía amarme así como era, que yo sólo era una apariencia pero que Dios no estaba en mí que para que seguir viviendo; entonces empecé a aferrarme a la Divina Misericordia y me cambiaron el medicamento; y aunque me confesaba una y otra vez no salía de la depre.

Mi hijo más pequeño que tenía 6 años oraba algunas veces conmigo y él siempre pedía una Biblia para dormir y por la mañana la abría y me decía "ten, mami, lee para que te cures". Muchas de esas veces me dio el salmo 25(24) y eso me confortaba muchísimo. Pasaba hasta tres horas ante el Santísimo; el Señor me dio entonces una palabra que antes ya había leído y meditado, incluso había predicado con ella; es en el libro del Eclesiástico 38,9-15: "Hijo, en tu enfermedad, no seas negligente, sino ruega al Señor, que él te curará. Aparta las faltas, endereza tus manos, y de todo pecado purifica el corazón. Ofrece incienso y memorial de flor de harina, haz pingües ofrendas según tus medios. Recurre luego al médico, pues el Señor le creó también a él, que no se aparte de tu lado, pues de él has menester. Hay momentos en que en su mano está la solución, pues ellos también al Señor suplicarán que les ponga en buen camino hacia el alivio y hacia la curación para salvar tu vida. El que peca delante de su Hacedor ¡caiga en manos del médico!"

Como todo esto ya lo había hecho, empecé a mejorar un poco y tuve que volver al trabajo, sólo Dios y yo sabíamos cómo andaba, cómo respiraba; el psiquiatra me decía (por cierto es un psiquiatra católico encargado de los sacerdotes en mi diócesis aquí en Guadalajara) que me internara que necesitaba dormir pero yo no podía darme ese lujo, además creo que Dios era el que me fortalecía, seguí trabajando con un poco menos de entrega pero con la misma responsabilidad; en el aspecto espiritual Dios me estaba dando tantas cosas que no sabía qué hacer con ellas. Un día orando me dio Isaías 38, ¡la curación milagrosa de Ezequías! y aunque yo me sentía peor que Ezequías confiaba en el amor del Señor; un día le dije que me sanara, que ya había aprendido la lección; oraba por el medicamento todos los días para evitar los efectos colaterales, porque tomaba psicotrópicos, y el Señor me respondió; dormía sólo por las noches y después de llegar de mi trabajo. Empecé a dejarle todo en sus manos, seguí trabajando en la Evangelización pero con otra perspectiva; aunque todavía me daban los miedos empecé a ver el poder sanador del Señor en mi vida, realmente me estaba sanando y me estaba enamorando de él. En otra ocasión me dio esta palabra: Jeremías 31,1-5. " En aquel tiempo - oráculo de Yahveh - seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellos serán mi pueblo. Así dice Yahveh: Halló gracia en el desierto el pueblo que se libró de la espada: va a su descanso Israel. De lejos Yahveh se me apareció. Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti. Volveré a edificarte y serás reedificada, virgen de Israel; aún volverás a tener el adorno de tus adufes, y saldrás a bailar entre gentes festivas. Aún volverás a plantar viñas en los montes de Samaría: (plantarán los plantadores, y disfrutarán)."

Cada vez que yo leía su palabra recibía promesas y sanación: Jeremías 33, 3-4: "Así dice Yahveh, hacedor de la tierra, que la formó para hacerla subsistir, Yahveh es su nombre; Llámame y te responderé y mostraré cosas grandes, inaccesibles, que desconocías. He aquí que yo les aporto su alivio y su medicina. Los curaré y les descubriré una corona de paz y seguridad."

Isaías 6,5-8: "Y dije: "¡Ay de mí, que estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros, y entre un pueblo de labios impuros habito: que al rey Yahveh Sabaot han visto mis ojos! Entonces voló hacia mí uno de los serafines con una brasa en la mano, que con las tenazas había tomado de sobre el altar, y tocó mi boca y dijo: "He aquí que esto ha tocado tus labios: se ha retirado tu culpa, tu pecado está expiado. Y percibí la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré? ¿y quién irá de parte nuestra. Y Dije: "Heme aquí: envíame."

Hoy después de diez años, he dejado el medicamento casi por completo, aunque todavía a veces padezco una fatiga nerviosa; el Señor me dice que su gracia me basta y así descanso en él. ¡¡¡Gloria a Dios!!! La Eucaristía ha sido mi fuente de sanación y perdón, hoy puedo gritar que mi Dios me llevó al desierto y me habló de su amor como dice su palabra, me conquistó y me amó como el amado a la amada de los cantares.

Cantar 4: " ¡Qué bella eres, amada mía, qué bella eres! Palomas son tus ojos a través de tu velo; tu melena, cual rebaño de cabras, que ondulan por el monte Galaad. Me robaste el corazón, hermana mía, novia, me robaste el corazón con una mirada tuya, con una vuelta de tu collar. ¡Qué hermosos tus amores, hermosa mía, novia! ¡Qué sabrosos tus amores! ¡Más que el vino! ¡Y la fragancia de tus perfumes, más que todos los bálsamos!"

El Señor me ha dicho muchas veces que le robé el corazón que soy su niña hermosa, yo puedo dar testimonio de su amor y de su gracia, hoy sé que todo es gracia de su amor eterno. Hoy predico que mi trabajo es la Evangelización y mi hobby es la escuela, aunque ahí también hacemos nuestra labor evangelizadora en el corazón de nuestros alumnos.

Estoy segura de que el Señor me sanó, y me dio a mamita María de compañera porque me dio esta Palabra hace un año: Apocalipsis 3,8: "Conozco tu conducta: mira que he abierto ante ti una puerta que nadie puede cerrar, porque, aunque tienes poco poder, has guardado mi Palabra y no has renegado de mi nombre. Al vencedor, al que se mantenga fiel a mis obras hasta el fin, le daré poder sobre las naciones: las regirá con cetro de hierro, como se quebrantan las piezas de arcilla. Yo también lo he recibido de mi Padre. Y le daré el Lucero del alba." En mi Biblia dice "estrella de la mañana" y yo lo interpreté como que era mi mamita María, ustedes sáquenme del error por favor si es el caso.

Mi esposo y yo estamos más unidos que nunca; un día hace tres años una hermana se acercó durante un retiro y me dijo: ¿está usted embarazada? Yo me reí y le dije: no, yo ya terminé, aunque estoy siempre abierta a la vida, pero yo ya tengo mas de 35 años. Ella me contestó, es que el Señor dice que usted va a tener un varón. Yo volví a reírme como la Sara de Abraham y le dije: ni siquiera tengo la idea de embarazarme, mi hijo más chico tiene 13 años. Para no cansarlos más, seis meses después me embaracé a pesar de todos mis cuidados (utilizamos el método Billings); tuve un hijo varón como decía la Palabra de Dios y con ese niño el Señor me regaló mucha sanación interior y liberación.

Después me dio una promesa en el salmo 45(44): "Escucha, hija, mira y pon atento oído, olvida tu pueblo y la casa de tu padre, y el rey se prendará de tu belleza. Él es tu Señor, ¡póstrate ante él! La hija de Tiro con presentes, y los más ricos pueblos recrearán tu semblante. Toda espléndida, la hija del rey, va adentro, con vestidos en oro recamados; con sus brocados el llevada ante el rey. Vírgenes tras ella, compañeras suyas, donde él son introducidas; entre alborozo y regocijo avanzan, al entrar en el palacio del rey. En lugar de tus padres, tendrás hijos; príncipes los harás sobre toda la tierra. ¡Logre yo hacer tu nombre memorable por todas las generaciones, y los pueblos te alaben por los siglos de los siglos!"

Mi hija de veinte años se casó y mis dos hijos varones de 19 y 15 están con la inquietud de que han recibido el llamado al Sacerdocio; ese es el mejor regalo que Dios podía hacernos, tomar flores de nuestro jardín para la Predicación del Reino.

Gloria a Dios porque sólo Él salva y sana; Jesús está vivo, yo soy testigo.

Dios los bendiga.

Alba Rosa. de Mexico.

http://www.siervoscas.com/TSane%20de%20mi%20depresion.htm

Han vuelto a ver la luz. Con ayuda, tú también puedes.



Pasaron 70 días en un túnel oscuro y profundo pero han vuelto a ver la luz. No lo hicieron solos: sus familias, los profesionales y tantos como han rezado por ellos lo han hecho posible.

¡Pide ayuda...!

El minero Mario Sepúlveda, el segundo en ser rescatado de las entrañas de la mina San José, ilustró la experiencia vivida estos dos meses bajo tierra afirmando: "Dios y el diablo me pelearon y ganó Dios".

lunes, 11 de octubre de 2010

ESTO ES LARGO Y OSCURO...




Esto es largo y oscuro. Nadie viene.

El corazón espera y siempre espera.y nadie viene.

El corazón no sabe

más que esperar junto a las aguas negras,

donde pasan las sombras de las nubes

sin señalarse apenas.

El corazón está con lo que sabe,

llamando y sin entrada en las tinieblas.


Dicen que habitas en lo hondo y llega

como un rumor de ti, como una brisa

que viniera de lejos, como una

remota lucecilla.

El corazón se alegra.

La mirada

te busca. El pie vacila


José Antonio Muñoz Rojas


Fuente: http://peregrinos-robertoyruth.blogspot.com/2008/06/madre-teresa-buscando-en-oscuridad-dios_13.html

sábado, 9 de octubre de 2010

Amado Nervo ante el suicidio y la muerte


Año 1912. Amado Nervo tiene la mayor pérdida de su vida: Ana Cecilia Luisa Dailliez su Amada Inmóvil, éste irá mirando la agonía en las inasibles profundidades de su propio ser, cayendo de manera constante en el delirio, no aceptando su realidad. Y lo escuchamos así: ¿Mi secreto? Te lo diré al oído: ¡Estoy enamorado de una muerta!

¿Cuándo en mi camino te hallaré de nuevo?
-¡Cuando Dios lo quiera, cuando Dios lo quiera!

- ¿Y su alma? ¿Por qué no viene?
¡Fue tan mía...! ¿Dónde está?
- Dios la tiene, Dios la tiene:
¡El te la devolverá
quizá!


DIOS mío, yo te ofrezco mi dolor:
¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte!


Es Dios quien me castiga así. ¿El Dios de perdón, de bondad y de gracia?”
Sí, pobre niña; Dios se nos manifiesta a veces más despiadado que los hombres.


¡DIOS no ha de devolvértela porque llores!
Mientras tú vas y vienes por la casa
vacía; mientras gimes,
la pobre está pudriéndose en su agujero,
¡Ya todo es imposible!


En esta semana hemos estado enfermos de suicidio; flota el microbio de la muerte en la atmósfera, y llevados por la fiebre de la imitación muchos espíritus inferiores y débiles emprenden el vuelo.

El cianuro está a la orden del día, porque con él es instantánea la muerte; asfixia en pocos segundos. No duele, y la desaparición sin dolor es tentadora.

Es un acto de locura, diría yo, y la locura no es cobardía ni valor, es locura simplemente.
Asimismo, una forma aguda y endémica de esa tremenda enfermedad que podría llamarse el horror de vivir.

-¡Qué imbécil!

LA DEJÉ marcharse sola...
y, sin embargo, tenía
para evitar la agonía
la piedad de una pistola.

<¿Por qué no morir? –pensé-.
¿Por qué no librarme desta
tortura? ¿Ya qué me resta
después de que ella se me fue?>

Pero el resabio cristiano
me insinuó con voces graves:
<¡Pobre necio, tú qué sabes!>
Y me paralizó mi mano.

Tuve miedo..., es la verdad;
miedo, sí, de ya no verla,
miedo inmenso de perderla
por toda una eternidad.

Y preferí, no vivir,
que no es vida la presente,
sino acabar lentamente,
lentamente, de morir.

http://mispalabrasdeotros.blogspot.com/2008/06/amado-nervo-ante-la-muerte.html

martes, 5 de octubre de 2010

Si estás deprimido y piensas en el suicidio...



Ten en cuenta lo siguiente:

1. La mayoría de los suicidios ocurren durante los primeros tres episodios depresivos. Después, estas personas suelen darse cuenta de que los pensamientos suicidas son siempre transitorios. Cuando aprenden, por su propia experiencia, que cualquiera de estos episodios acaba pasando, la probabilidad de llegar a suicidarse disminuye.

2. Tú no tienes la culpa de sentirte así. Si pudieras animarte lo harías. Ten presente que lo que tienes es una depresión, y eso es algo que se puede tratar.

3. Evita las drogas y el alcohol. La mayoría de las muertes por suicidio son debidas a un impulso repentino. Las drogas y el alcohol contribuyen a que se produzcan dichos impulsos.

4. Incluso si ya has recibido tratamiento, recuerda que hay distintos tipos de terapia. A veces hacen falta varios intentos hasta encontrar el tratamiento adecuado para cada persona.

5. El hecho de que no puedas pensar en otra solución que no sea el suicidio no significa que no exista. Tu depresión está alterando tu capacidad para pensar. Amigos, familiares y terapeutas pueden ayudarte a encontrarla.

- Haz una lista con las cinco personas a las que podrías recurrir.

- Prométete a ti mismo que si piensas en suicidarte dejarás de lado momentáneamente esas ideas y llamarás a la primera persona de la lista y que si esa persona no te toma en serio o no te da el apoyo que necesitas llamarás a otra.

- Busca un psicólogo o psiquiatra y pide cita inmediatamente.

- Escribe tus síntomas depresivos y tus pensamientos suicidas.

- Escribe acerca de tus metas, tus esperanzas y deseos para el futuro y sobre las personas que valoras en tu vida. Léelo cada vez que necesites recordar por qué tu vida es importante.

- Habla con las personas que son importantes para ti y cuéntales lo que te pasa, de forma que puedan estar preparados si aparece una crisis suicida.


- Reconoce los síntomas que pueden llevarte a una crisis suicida. Indican que es momento para mimarte y cuidarte, no para enfadarte contigo mismo.

domingo, 3 de octubre de 2010

Relatos de los Suicidas



Mientras las almas de la gente muerta naturalmente, experimentan en el otro mundo alivio y hasta alegría, las almas de los suicidas, por el contrario, llegando a ese mundo, sienten ansiedad y sufrimiento. Uno de los especialistas en el tema del suicidio expresó este hecho con una frase muy acertada: "Si usted se separa de la vida, con el alma en tormento, pasará al otro mundo con el alma en tormento." Los suicidas cometen su acto para "terminar con todo" y resulta que allí, justamente, todo para ellos recién comienza.


Estos son algunos relatos contemporáneos que ilustran el estado en el otro mundo de los suicidas. Un hombre que amaba mucho a su esposa, se suicidó cuando ella murió. Esperaba, por este medio, reunirse con ella para siempre. Sin embargo, resultó completamente de otra manera. Cuando el médico logró reanimarle, él relató lo que sigue: "Yo llegué a otro lugar distinto al de ella... Era un lugar horrible... Y entendí enseguida que había cometido un error enorme".


Algunos de los suicidas, devueltos a la vida, relataban que después de la muerte ellos se encontraron en algo así como una prisión, y sentían que deberían permanecer allí largo tiempo. Entendían que era el castigo para ellos por haber quebrado la ley establecida, según la cual cada hombre debe sufrir una cuota designada de penurias. Si, voluntariamente, abandonaban el peso impuesto sobre ellos, en el otro mundo deberán llevar un peso mucho mayor.


Un hombre que pasó la muerte temporal relató: "Cuando llegué allí entendí que dos cosas son absolutamente prohibidas: matarse a sí mismo y matar a otro hombre. Si yo decidiera suicidarme, esto significaría arrojar a la cara de Dios Su don. Privar de la vida a otro hombre — significaría romper el plan Divino preparado para él.


La impresión general de los médicos-reanimadores — es que el suicidio se castiga muy severamente. El Dr. Bruce Geyson, psiquiatra en el departamento de primeros auxilios en la Universidad de Connecticut, quien estudió detenidamente este problema, atestigua que nadie que pasó la muerte temporal desea apurar el fin de su vida. A pesar de que el otro mundo es incomparablemente mejor que el nuestro, la vida aquí tiene un importante valor preparativo. Sólo Dios decide cuándo el hombre está suficientemente maduro para la eternidad.
Beverly, una mujer de 47 años, cuenta cuán feliz es de haber quedado viva. Cuando era niña, sufría mucho a causa de la crueldad de sus padres, que día a día se burlaban de ella. Ya adulta, ella no podía hablar tranquila de su infancia. Un día, cuando tenía 7 años, exasperada por sus padres, se tiró cabeza abajo rompiéndose la cabeza contra el cemento. Durante su muerte clínica, su alma vio niños conocidos que rodeaban su cuerpo inanimado. De repente, brilló una fuerte luz alrededor de ella. De ésta se oyó una Voz desconocida que dijo: "Cometiste un error. Tu vida no te pertenece y tú debes volver." Beverly opuso: "Pero nadie me ama y nadie se ocupa de mí." "Es verdad — contestó la Voz, — y en el futuro nadie se ocupará de ti. Por eso debes aprender a ocuparte de ti misma." Después de éstas palabras, Beverly vio alrededor de ella la nieve y un árbol seco. Pero sintió un soplo tibio, la nieve se derritió, y las ramas secas del árbol se cubrieron de hojas y manzanas maduras. Acercándose al árbol, comenzó a arrancar manzanas, y con agrado comenzó a comerlas. Allí comprendió que, así como en la naturaleza, así también en cada vida hay períodos de invierno y de verano, que forman una unidad entera en el plan del Creador. Cuando Beverly volvió a la vida, comenzó a considerarla en forma nueva. Ya adulta, se casó con un buen hombre, tuvo hijos y fue feliz.



viernes, 1 de octubre de 2010

EL 55 % DE LAS MUJERES QUE ABORTAN TIENES IDEAS SUICIDAS


Consecuencias psicopatológicas del aborto en la mujer
Por la Dra. Carmen Gómez Lavín


Todo planteamiento necesariamente tiene que partir del reconocimiento del hecho en que desde el momento de la concepción comienza la vida de la persona humana, y por tanto, el producto de la fecundación -también desde el punto de vista psicológico es genéticamente único e irrepetible, tiene una propia dignidad humana.

Uno de los problemas de mayor actualidad es, hoy, lo relativo al aborto, lo que suele llamarse aborto provocado o también aborto intencionado y voluntario. Complejísimo tema, que añade a su vertiente estrictamente médica, otros de carácter jurídico, moral, sociológico, religioso, demográfico, etc.

Son innumerables las dificultades que se tienen para valorar adecuadamente los efectos psicopatológicos del aborto; puede ser debido 1) a que no es fácil la elaboración estadística de los resultados y a 2) que tampoco existen valoraciones médicas sistemáticas de estas pacientes después del aborto, y 3) también a que las mujeres que han abortado no suelen estar propicias a seguir relacionándose con el médico que la ha inducido a él.

Aunque la literatura sobre el aborto es abundante, cuando se trata de exponer las consecuencias psicopatológicas del aborto, faltan todavía estudios científicos serios, y los pocos que se han hecho, rara vez no están marcados por un cierto carácter tendencioso.

Por tanto he de apoyarme, más bien en los datos obtenidos a través de mi propia experiencia psiquiátrica que, por otra parte, son los que tienen más fuerza y te dan mayor seguridad al intentar hablar de este tema o de otros muchos temas en relación con la medicina.

Es un ser plenamente individualizado. Es decir, posee todas las capacidades para convertirse en persona, con una dignidad propia e irrepetible, y los cambios que van a ocurrir son simplemente etapas del crecimiento y maduración. Puede decirse que es una "Persona en camino" con pleno derecho de alcanzar la madurez. O sea, posee ya toda una serie de potencialidades que le permitirá alcanzar su plenitud personal.

No tiene por tanto ningún sentido considerarlo como un apéndice de su madre. Es un nuevo ser, que puede, incluso, sobrevivir 5 ó 6 días después de fecundado sin necesidad de la madre.

Por eso ha dicho el Pro. Orts Llorca, Maestro de numerosas generaciones y Catedrático de la Facultad de Medicina de Madrid: "No tenemos los años que indica nuestro carnet de identidad, sino nueve más, que han sido los más significativos en nuestro devenir biológico e incluso psicológico".

El nuevo ser tiene en potencia todas las posibilidades del ser humano: comienza a tener sensaciones, percepciones (es sensible al dolor, al tacto, al frío, al sonido y a la luz), tiene sentimientos, ideas.... Por ejemplo, se sabe, que a partir de los 43 días se puede recoger ya impulsos eléctricos en el EEG lo que indica, que el cerebro ha comenzado a funcionar.

Una vez hecho este preámbulo, vamos a tratar de centrarnos más en el tema y enumerar algunas consecuencias psicopatológicas más frecuentes que acontecen en la mujer tras un aborto provocado.

En primer lugar, los más frecuentes son cuadros depresivos que se acompañan de un sentimiento grande de culpabilidad y en lo que todos los autores están de acuerdo.

En este probablemente el síntoma sobre el que existe mayor experiencia y mayor acuerdo entre los científicos. Se despierta en ellas un sentimiento grande de culpabilidad. Lo que los psiquiatras llamamos "culpabilidad psicológica". Culpa esta, distinta de esa otra culpa moral -aunque en este caso la incluya-.

He podido constatar que este sentimiento de culpa en muchos casos es irreversible y permanece durante toda la vida de la mujer.

Son pues continuos en las abortistas los autorreproches y la idea de reparación.

Esto no es nada nuevo lo describen varios autores. La Dra. Standford psiquiatra canadiense, nos cuenta su propia experiencia.

Habla del síndrome postaborto, y señala como la mujer recorre tres estadios:

    1) Desasosiego y tristeza ("No tiene el alma en paz, ni el espíritu en paz").

    2) Revive continuamente el momento traumatizante del aborto de un modo muy profundo, aunque pasen 5, 10, 15 años recuerda la vestimenta de la enfermera, las paredes de la habitación donde el aborto sucedió... y se pregunta a menudo ¿cómo sería mi niño ahora?, "suelen justificarlo diciendo que no tenían otra opción, que no podía hacer otra cosa... pero ese pensamiento vuelve".

    3) El estadio siguiente, es una gran depresión: Depresión profunda con un gran sentimiento de culpabilidad, perdiendo interés por las cosas que antes eran interesantes en su vida, y a veces no ve otras salidas que el suicidio. "No como elección por la muerte en sí, sino como una elección para salir de la situación de dolor, de pena, como un modo de salir de allí"....

Describe también la Dra. Standford lo que ella llama la depresión de aniversario.... aniversario que se situa alrededor de la fecha del posible nacimiento o alrededor de la fecha del aborto.

Quizás sea este uno de los argumentos de más peso que se puede esgrimir tras el aborto provocado: las consecuencias psicopatológicas que se derivan. Por eso ha dicho el Prof. Willke "es más fácil sacar al niño del útero de su madre que sacarlo de su pensamiento".

Quién ha hecho o ha presenciado un aborto se queda para siempre con la impresión imborrable de que ha eliminado una vida humana. Es más, aquellas personas que tienen una cierta predisposición personal o familiar a la enfermedad mental, corren un riesgo mayor, y es raro que no queden con un desequilibrio psíquico tras el aborto, entre otras cosas, por la tensión emocional que siempre produce. Quizás es por esto por lo que en Holanda, donde se permite el aborto, uno de los criterios de selección de las enfermeras en las clínicas, es el que nunca hayan intervenido o se hayan provocado un aborto, porque se considera que las daña emocionalmente.

De hecho la OMS en celebración oficial en 1970 dijo:"Las mujeres con alguna señal indicativa de trastorno emocional corren mayor riesgo de graves desajustes mentales tras el aborto, y más si tenía alguna enfermedad psiquiátrica previa". Y sigue diciendo "cuanto más serio sea el diagnóstico psiquiátrico, más perjudicial es para ella el aborto".

Y ésto incluso, entre no cristianos. Hay abundantes testimonios que demuestran estos hechos. Porque aunque el aborto no suponga una transgresión de la ley civil, siempre contraría la ley natural, y es muy frecuente encontrarse después en tales mujeres con problemas emocionales, y trastornos psiquiátricos persistentes.

Pienso que es bueno que aparezca este sentimiento de culpabilidad, si no existiera, sería que se había borrado en su conciencia, hasta la noción del mal, reflejaría un deterioro psicológico grave, una falta de respuesta emocional con todas las características que ello tiene. Supondría una frialdad afectiva y una insensibilidad grave en cuestiones tan importantes y en sentimientos tan esenciales, como es para la mujer, su sentimiento de maternidad, lo que los psiquiatras llamamos, Psicopatía o Personalidad Anormal.

Si se analiza con objetividad el problema, se observa que nunca el aborto es un hecho aislado, sino que casi siempre irá acompañado de otra serie de trastornos conductuales importantes, muchas veces patológicos, tal como pueden ser las toxicomanías, alcoholismo, perversiones sexuales, intentos de suicidio, etc. Trastornos de conductas importantes que suponen un deterioro grande en la vida personal, familiar, y social: suelen ser consecuencia de una gran relajación o infravaloración de los principios más elementales éticos y morales.

    - Otra de las consecuencias del aborto, suele ser el rechazo de su propia sexualidad. Presentan sentimientos de animadversión y rechazo a su propia pareja, que pueden interrelacionarse con sentimientos de frigidez sexual, esterilidad futura y distintas dificultades específicas en la adaptación sexual. En general suelen ser mujeres con poca identidad femenina y con rechazo de su papel maternal, que puede llevar en algunos casos a la destrucción de su matrimonio.

    - No es raro tampoco encontrarse con que son mujeres muy inmaduras. A la vez que buscan la protección de algún hombre, rechazan todo lo que pueda suponer compromiso, porque de alguna forma lo consideran como debilidad y sumisión.

Ford hace un estudio entre 40 mujeres que solicitan el aborto para ver cual es su actitud hacia la maternidad y dice que sólo 8 de 40 ó sea el 20% de las mujeres, expresan comentarios positivos respecto a la propia imagen.

También el mismo autor relata la proporción de síntomas psíquicos que aparecen en estas mujeres en relación al grupo control y encuentra: depresión (97,5%), ansiedad (82,5%), insomnio (77,5%), perdida de la líbido (72,5%), ideas de suicidio (55%), anorexia (45%).

Son mujeres que a la vez que tienen una gran necesidad de afecto, apoyo y atención, que buscan frecuentemente por estratagemas inconscientes, aunque evitan involucrarse afectivamente en sus relaciones y tienden a aislarse.

En este sentido, no es infrecuente encontrarse con lo que pudiéramos llamar un síndrome independentista. Hay en estas mujeres como una incapacidad para contraer vínculos duraderos, y poder establecer una buena relación interpersonal.

En general, puede decirse que todos los abortos, también desde este punto de vista psicológico, tienen consecuencias negativas no solo para la propia mujer sino también para su familia y para la sociedad en general.

Se podría seguir enumerando distintos síntomas psicopatológicos que siempre se encuentran en mujeres abortistas, pero no voy a alargarme, solo pretendía que se viera a través de mi propia casuística, avalada por 25 años de dedicación a la clínica, y atención ambulatoria de enfermos, la problemática con la que generalmente me encuentro.

Por eso pienso, que quizá uno de los argumentos más poderosos que puede haber en contra del aborto, es precisamente las consecuencias psicopatológicas, porque como decimos al principio con frase del propio Profesor Willke: "es más fácil sacar al niño del útero de su madre que sacárselo de su pensamiento".

Nota: La Dra. Gómez Lavín es psiquiatra, reside en España y trabaja como voluntaria en el movimiento pro vida.