lunes, 29 de diciembre de 2014

El «síndrome post-aborto» dispara los intentos de suicidio


Siete de cada diez parejas que se someten a esta práctica terminan en ruptura.

Angustia, ahogo, sentimiento de culpa, insomnio, depresión, aislamiento, agresividad, llanto, nerviosismo, agotamiento, alcoholismo, autolesiones, intentos de suicidio... Si estas patologías le parecen llevaderas, añádale todo un calvario de problemas en sus relaciones personales que, probablemente, terminarían con su noviazgo o matrimonio, le provocarían disfunciones sexuales y quizá hasta la pérdida de su empleo.

No se trata de los desvaríos psicológicos propios de una esquizofrenia, sino de los efectos comprobados del llamado «síndrome post-aborto» que, según ha denunciado la presidenta de la Asociación de Víctimas del Aborto (AVA), Carmina García-Valdés, cada vez está más extendido en nuestro país y que ha disparado los intentos de suicidio en las madres. Algo estrechamente ligado al aumento de interrupciones del embarazo que se han producido en España en los últimos años: las cifras más recientes, de 2003, hablan de 80.000 abortos en todo el territorio nacional.

Estigmas de por vida 

«El aborto no soluciona nada, al contrario, origina en las mujeres una angustia y un gran sentimiento de culpa» declaró García-Valdés a la agencia ACI. Pero ahí no terminan los padecimientos. Según la AVA, los efectos que causa el aborto en las madres que lo practican se convierten en estigmas que las acompañan durante casi toda su vida. Entre los síntomas figuran la depresión, la incapacidad de concentración, el desinterés y el aislamiento, el insomnio, las pesadillas, una traumática incapacidad para manifestar los sentimientos y una sensación de ahogo prolongado.

Y aún hay más. 

El «síndorme post-aborto» conduce a quienes lo sufren hacia el alcoholismo, la bulimia o la anorexia, el agotamiento, el nerviosismo y crisis de histeria y agresividad. Amén de provocar frigidez, disfunciones sexuales, maltrato doméstico y autolesiones, según AVA. Aunque lo que realmente preocupa a las asociaciones pro-vida son los planteamientos de suicidio. «Un 60 por ciento de las mujeres que abortan albergan ideas suicidas y un alarmante 28 por ciento intenta suicidarse al menos en una ocasión», confirma García-Valdés.

Las otras víctimas. 

«La primera víctima del aborto es, por supuesto, el niño no nacido. Pero las segundas son las madres y los padres que no tuvieron información suficiente de las consecuencias de ese acto ni de las alternativas y ayudas que existen para no abortar», asegura la presidenta de la Asociación de Víctimas del Aborto.

Y es que la práctica abortista suele conllevar posteriormente la ruptura de hasta el 70 por ciento de las parejas que se someten a ella. Algo que hunde sus raíces en los problemas de comunicación, las disfunciones sexuales y la «baja autoestima y mayor desconfianza» que se suceden tras un aborto. Sentimientos que se pueden trasladar al resto de ambientes: «el aborto se vincula de forma significativa con un riesgo añadido de abuso del alcohol, tabaquismo, conductas violentas, divorcio o separación, accidentes de tráfico y pérdida del puesto de trabajo», según García-Valdés. Toda una tragedia humana que hace del núcleo familiar un lugar inhóspito y agobiante para los cónyuges.

Fuente: http://www.es.catholic.net/psicologoscatolicos/348/2696/articulo.php?id=222

jueves, 25 de diciembre de 2014

¡INTERCAMBIO!

¡Maravilloso intercambio!

Él, niño de pecho, para que tú puedas ser un hombre perfecto;
Él, envuelto en pañales, para que tú quedes libre del lazo de la muerte;
Él, en el pesebre, para que tú puedas estar cerca del altar;
en la tierra para que tú puedas vivir sobre las estrellas.

Él, un esclavo, para que nosotros seamos hijos de Dios.
¡Qué increíble valor debe tener nuestra vida para que Dios venga a vivirla de tal manera!

Pero ¡qué increíble amor para quererlo hacer!
Hoy, cerca de la cueva de Belén, no es día de decir: 
"Dios mío, te quiero" Es el día de asombrarse diciendo: ¡Dios mío, cómo me quieres Tú, a mí!"

Autor: San Ambrosio.


Con mucho afecto, el equipo del Blog Quiero Suicidarme, les deseamos lo mejor de lo mejor hoy y siempre. 

martes, 23 de diciembre de 2014

Dime


Dime que es cierto mi vivir. Decidme,
ayudadme a pasar por este río,
por este largo río. En esta niebla
helada, hundida, te pregunto
a Ti, Señor, pregunto si existimos.
Y si en la larga noche, donde nadie
se detiene, decidirte, si en la larga
noche existe alguien que respira
al otro lado, si del otro lado
alguien respira hondo, si respira
despacio, vida plena, a bocanadas.
Y yo que paso como cualquier otro,
aunque apenas me atrevo a pronunciarlo;
y yo que paso, yo que detenido
quisiera estar, decidme; yo que nada
sé, nada sé de todo esto, yo que toco un libro,
que escribo una palabra lentamente...
Y más allá hay la luna, las estrellas.
Gomo diamantes en la noche triste
nos acompañan; hay luceros grandes...
La vida es breve y grandes nos contemplan.
Nadie sabría. Todo lo ignoramos.
Nadie puede escuchar otra palabra que la que
nace viva allá en su pecho.
Y Tú, Señor, Señor de mi destino...
Quisiera pronunciarte lentamente,
creerte hondamente luminoso,
creer en Ti, detrás de la penumbra;
creer que estás oyendo mis palabras,
aplicando tu oído tercamente
y tercamente y delicadamente
ayudando hacia Ti mis pasos tristes.
Sin que nadie lo sepa, ni yo mismo,
que estabas Tú al fondo del pecado
manchándote por todos los sitios, escondido,
respirando despacio, pronunciando
mi nombre (¡yo que te negaba!),
¡mi nombre con amor entre tus labios!
Mi compañero fuiste, Tú silbabas
mi nombre apenas, leve en la penumbra,
en el fondo más negro, resoplado
acaso con fatiga...
Dime, dime...

Carlos Bousoño

viernes, 19 de diciembre de 2014

Los trastornos depresivos aumentan en otoño y primavera y la bulimia y anorexia en primavera y verano

Las enfermedades mentales están directamente relacionadas con la época del año y, de hecho, las consultas de psiquiatría y psicología atienden con más frecuencia a pacientes con depresión en otoño y en primavera que el resto del año, mientras que la bulimia y anorexia son más frecuentes en la primavera y el verano.

“La presentación irregular de este tipo de trastornos mentales a lo largo del año tiene una relación con factores ambientales cíclicos, tanto físicos como culturales. Así como el clima y la luz inciden en el desencadenamiento de los trastornos emocionales y del comportamiento, en la misma medida lo hacen las circunstancias que caracterizan cada período. Hay períodos anuales de alta exigencia familiar, o de intenso impacto afectivo, o los que se afrontan situaciones desconocidas, o de grandes expectativas puestas en la persona”, ha comentado el catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense, José Luis Carrasco.

Por ejemplo, prosigue, los trastornos por inestabilidad emocional, las autoagresiones y los intentos de suicidio aumentan en otoño y en primavera, pero presentan además un incremento considerable en los períodos anuales de reunión familiar obligatoria, debido a los conflictos que se desatan y se reavivan.

En concreto, según ha informado la directora Médica de la Clínica SOMMOS y Profesora de Psiquiatría de la Universidad Complutense, Marina Díaz Marsá, el factor externo más influyente es la presión de los demás sobre nuestra propia imagen. De hecho, en el caso de la bulimia y de la anorexia, la presión de la mirada de los otros sobre los cuerpos aumenta en la primavera y en el verano, incrementando con ello la obsesión por la delgadez y, consecuentemente, la angustia.

Asimismo, otros factores, además de los biológicos, que influyen en la presentación estacional de los trastornos psíquicos son el exceso de expectativas puestas en la persona o la propia autoexigencia, como ocurre por ejemplo en muchas amas de casa al llegar las fiestas navideñas o en muchos estudiantes al comenzar el curso escolar.

En estas épocas aumentan considerablemente los trastornos de ansiedad y, al mismo tiempo, también influyen la presión social o familiar que empuja a sentirse obligatoriamente bien en determinadas épocas (vacaciones, navidades), lo que lleva a reprimir los sentimientos de malestar, dando lugar a síntomas emocionales y comportamentales.


miércoles, 17 de diciembre de 2014

Video reflexivo y preventivo del suicidio


Video reflexivo y preventivo del suicidio. Realizado por Luz Chimay López y Hilary Viana, alumnas de la licenciatura en psicología del Instituto Universitario Carl Rogers Chetumal.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Mickey Rourke agradece a Dios y su fe católica por "segunda oportunidad" - "Si no fuera católico me habría volado los sesos"




ROMA, 24 Ago. 09 / 06:49 am (ACI).- Desde Bosnia, donde participa en el Festival de Cine de Sarajevo, el famoso actor de Hollywood, Mickey Rourke, dio gracias a Dios y su fe católica por haber recibido una "segunda oportunidad" en la vida para superar las adicciones que casi lo llevan al suicidio.

En declaraciones al diario bosnio Avaz, Rourke aseguró que "Dios me dio una segunda oportunidad en la vida y se lo agradezco".

Rourke alcanzó la fama en la década del ‘80 con películas de acción y cintas polémicas cargadas de erotismo. A principios de los ‘90s cambió el cine por el boxeo y cayó en una profunda adicción a las drogas y el alcohol.

Según explicó al diario, en los momentos más difíciles de su vida, su psiquiatra y un sacerdote fueron sus mejores amigos.

"Cuando te caes, la gente te empuja más. El mundo está lleno de materialismo y envidia. Cuando eres famoso y te caes, la gente no quiere que vuelvas. Es casi imposible volver. Ya es difícil la primera vez, pero la segunda vez es como si no existieras... Dios me dio una segunda oportunidad, el de arriba me ayudó", señaló.

Hace unos años, Rourke empezó su retorno a la pantalla grande y este año ganó su primer Globo de Oro por el filme "The Wrestler" (El luchador) y era el favorito para el Oscar.

Ahora, agregó, no piensa "mucho en Hollywood. No me interesa qué es Hollywood y qué piensa la gente de Hollywood. No pienso en cómo funciona ya que simplemente no me interesa. Ni sueño con ello".

En el año 2005, cuando comenzó a recibir papeles importantes en el cine reveló a una revista que mantenía frecuentes encuentros con su párroco en Nueva York y que estuvo al borde del suicidio.

"Si no fuera católico me habría volado los sesos", recordó.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Estampa de San Juan de la Cruz



                     Manos hondas como el mar desconocido.                         
                     Ojos ciegos, ojos sordos, ojos mudos.                 
                     Pies que van hacia el amor por el olvido.                            
                     Manos juntas, ojos altos, pies desnudos.                          
                     Pies sedientos de alcanzar al ciervo herido.                      
                     Ojos limpios de recuerdos y preguntas.                              
                     Manos solas como pájaros sin nido.                      
                     Pies desnudos, ojos altos, manos juntas.                           
                     Manos vivas para el cielo prometido.                   
                     Pies exentos de temor y sobresaltos.  
                     Ojos muertos para el mundo sin sentido.                          
                     Manos juntas, pies desnudos, ojos altos.


                      Francisco Luis Bernárdez

martes, 9 de diciembre de 2014

Suicido y tabaco





Los fumadores de tabaco tienen más probabilidades de cometer suicidio que las personas que no fuman, según estudios que han demostrado una realidad que se ha atribuido al hecho de que las personas con trastornos psiquiátricos, que tienen las tasas de suicidio más altas, también tienden a fumar. Pero una nueva investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington St. Louis, en Estados Unidos, considera que fumar en sí puede aumentar el riesgo de suicidio y que las políticas para limitar el tabaquismo reducen las tasas de suicidio.

En un estudio publicado en la edición digital de este miércoles de ‘Nicotine & Tobacco Research’, un equipo dirigido por Richard A. Grucza, informa de que las tasas de suicidio se redujeron hasta en un 15 por ciento, en relación a la media nacional, en los países que han implementado mayores impuestos sobre los cigarrillos y políticas más estrictas para limitar el consumo de tabaco en lugares públicos.

“Nuestro análisis mostró que cada dólar de aumento en los impuestos del tabaco se asoció con una disminución del 10 por ciento en el riesgo de suicidio”, resalta Grucza, profesor asociado de Psiquiatría. “Prohibiciones de fumar en lugares cerrados también se asociaron con reducciones del riesgo”, añade este investigador.

El equipo de Grucza analizó los datos recopilados de estados individuales que han tomado diferentes enfoques para gravar los cigarrillos y limitar cuándo y dónde la gente puede fumar. Entre 1990 y 2004, los estados que adoptaron políticas de control del tabaco agresivas vieron reducidas sus tasas de suicidio en comparación con el promedio nacional.

Todo lo contrario sucedió en los estados con bajos impuestos sobre los cigarrillos y políticas más laxas frente a fumar en lugares públicos. En esos estados, las tasas de suicidio aumentaron hasta un 6 por ciento, en relación a la media nacional, durante el mismo periodo de tiempo. De 1990 a 2004, la tasa media anual de suicidio fue de alrededor de 14 muertes por cada 100.000 personas.

El suicidio es la décima causa de muerte en los Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, quienes cifran en 40.000 las personas que murieron en 2010 por suicidio en todo el país.  Cada muerte que se produce en los Estados Unidos se registra en una base de datos gestionada por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud.

El equipo de Grucza clasificó cada muerte por suicidio en función del estado en que la víctima había vivido, así como la agresividad de las políticas antitabaco de ese estado. Mediante el uso de métodos estadísticos, los investigadores compararon las tasas de suicidio en los estados con políticas de tabaco más estrictas con las de los estados con leyes más flexibles y menores impuestos.

También determinaron si las personas que habían cometido suicidio eran propensas a haber fumado. De esta forma, vieron que el riesgo de suicidio entre las personas con más probabilidades de fumar se asoció con las políticas relacionadas con los impuestos al tabaco y las restricciones de fumar en los lugares públicos.

Aunque los científicos han sabido durante años que las personas que fuman tienen mayor riesgo de suicidio, habían asumido que estaba relacionado con los trastornos psiquiátricos que afectan a muchos fumadores. Sin embargo, estos nuevos hallazgos sugieren que fumar puede aumentar el riesgo de trastornos psiquiátricos o que sean más graves, lo que, a su vez, puede influir en el riesgo de suicidio.

“Hay que analizar más de cerca los efectos del tabaco y la nicotina, no sólo en la salud física, sino en la salud mental, también”, propone Grucza. “No sabemos exactamente cómo fumar influye en el riesgo de suicidio. Podría ser que afecta a la depresión o aumenta la adicción a otras sustancias. No sabemos cómo fumar ejerce estos efectos, pero los números muestran claramente que algo hace”, añade.

A su juicio, la nicotina es un candidato plausible para explicar la relación entre el tabaquismo y el riesgo de suicidio. “Al igual que cualquier otra droga adictiva, la gente comienza a utilizar la nicotina para sentirse bien, pero con el tiempo la  necesitan para sentirse normal. Y al igual que con otras drogas, el uso crónico puede contribuir a la depresión o la ansiedad, lo que podría ayudar a explicar la relación con el suicidio”, argumenta Grucza.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Someday, We'll Stop Soldier Suicide, Video



www.stopsoldiersuicide.org Someday we hope to stop the epidemic of Soldier and Veteran suicides in the US. Right now, 1 Active Duty and 22 Veterans take their own lives EACH DAY. It must stop. Help us help our brave men and women who have given all they have to protect our country and our people. They volunteered to die for us, but not like this. We help connect them with free mental healthcare inside and outside of the military. We want to stop the stigma of asking for help.

WANT THE MUSIC? Carey Ott, "Being Alive" off the Human Heart CD. Find it on Amazon. Thanks to Black House Creative for the creation of this video.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Su hijo no nacido la salvó del suicidio



VANCOUVER, 05 Ene. 06 / 03:25 pm (ACI).- Hace 19 años Annet Pogge estuvo a punto de lanzarse de un puente para terminar con su vida, pero algo la detuvo: su hijo no nacido –con sólo cuatro meses de gestación–, le dio una suave patadita y evitó la muerte de ambos.

Annet es la madre de Justin Pogge, goleador estrella del equipo canadiense junior de hockey, y nueva contratación del Toronto Maple Leafs.

Hace unos días reveló al diario Globe and Mail que ella tenía 22 años de edad, cuando su novio y padre de Justin, la abandonó ante 126 invitados a la fiesta en la que se comprometerían en matrimonio, tras saber que estaba embarazada de cuatro meses.

Esa noche, la abrumada joven decidió suicidarse y llegó a un puente del río que cruza Fort McMurray, Alta.

“Justo cuando estaba pensando en hacerlo, en terminar todo, no solo el embarazo, sino a mí mismo, sentí una patada. Fue suave pero la sentí”, narró la mujer y explicó que ese movimiento de su hijo la sacó de la desesperación.

“Fue el primer signo real de vida. Recuerdo que pensé: ‘Oh Dios mío, ésta es un señal. Dios quiere que viva’. No pude terminar con mi vida”, relató.

Con muchos sacrificios, la madre de Justin trabajó todos estos años para que su hijo siguiera en el hockey. Le contó la historia del puente muchos años atrás porque, según explica, quería que su hijo supiera que nació del amor y que fue su acción la que salvó la vida de ambos.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

YO SE QUE TU SILENCIO...



Yo sé que tu silencio tiene clara
voz, indistinta voz, para un oído
que percibe tu verbo y su sentido.
¡Quién, tácito Señor, quién te escuchara

por siempre! Tú nos dices, cara a cara, 
la verdad. Tú despiertas al dormido, 
que vive muerto. Todo lo vivido,
si aún no viviese, en Ti resucitara.

Tú no permites que la sombra, avara
voluntad de lo oculto, y el olvido
nos enturbien la vida, siempre clara.

Yo, que he escuchado tu callar, he sido 
tu voz. Tú me mandaste que cantara 
la gloria ilesa de tu amor herido.

Juan José Domenchina

sábado, 29 de noviembre de 2014

Conversación entre Sobrevivientes de Suicidio



Un video producido por la American Foundation for Suicide Prevention (AFSP), con subtítulos en Español.

jueves, 27 de noviembre de 2014

miércoles, 26 de noviembre de 2014

martes, 25 de noviembre de 2014

Abusaron de él de niño, quiso suicidarse con pastillas: la oración de su hermanita inició su cambio



Óscar "Joe" Rivas, del ministerio católico Adoremus (http://adoremus.com.mx), de México, ha compartido su historia de resurrección gracias a la fe, tras haber sufrido un abuso sexual en su niñez. 

“Ahora me asombra mucho lo cercano que Dios ha estado conmigo”, confiesa.

En declaraciones al programa Dios Nunca Duerme, de NET TV, de la Arquidiócesis de Nueva York (Estados Unidos), Óscar Rivas señaló que “esta es mi historia de resurrección. Antes yo era un niño abusado. Profundamente herido. Me sentía solo y deprimido. Hasta intenté terminar con mi vida. Y ahora soy un hombre que Dios ha sanado, lleno de sueños y bendiciones. Dios me ha hecho más que feliz. Estaba muerto (zombie) pero ahora vivo (fe+esperanza+amor)”.

Creció como un niño solitario
Óscar recuerda que creció como un “niño muy solitario, muy abandonado”, a pesar de que parecía tener “una vida regular para cualquier niño a los ojos de las demás personas, iba a una escuela católica, tenía tres hermanas”.

“En mí existía este sentimiento de abandono, como de ‘Dios se equivoco al crearme a mí’”.

Óscar señaló que en esa época “sentía esa sensación de no pertenezco, no encajo en este mundo, no sé qué hago aquí”, y al ir creciendo “había dentro de mí una sensación que ahora entiendo de grande como una depresión interior, yo era un niño deprimido”.

El joven católico recordó que “de niño yo sufrí un abuso sexual, algo que no lo compartí nunca con mi familia, no lo compartí nunca con mis padres” y “estuve mucho tiempos callado”.

“Un niño de ocho años no entiende lo que está viviendo simple y sencillamente lo atraviesa”, señaló, indicando que al ver su vida en retrospectiva “veo que tanta soledad, tanto abandono, tanto desprecio que yo sentía era eso”.

“Un niño confía en un adulto, y cuando un adulto traiciona esa confianza abusando de él las heridas que quedan en el corazón de ese niño son muy fuertes”, dijo.

Antes que el Catecismo: Dios es amor
Óscar indicó en su testimonio que “lidiar con eso solo ha sido de los sentimientos más difíciles de entender y sobre todo, cuando te dicen o te hablan del Catecismo lo primero que te enseñan es Dios es amor, Dios te ama. Para un niño de 8 años que ha pasado por la circunstancia de esa manera lo que menos uno entiende es ese amor de Dios”.

En su adolescencia, una época “muy difícil, para todos”, recordó que “con esta herida en mi corazón, en mi sexualidad, esto comenzó a agravarse de tal manera que yo llegué a la convicción de que a Dios no le importaba yo, que no tenía sentido vivir, y tenía más miedo de seguir viviendo que de morir”.

A continuación, Óscar recordó cómo, tras una discusión con su madre intentó suicidarse ingiriendo barbitúricos, pensando “estoy harto de esta vida y en este momento yo decido terminar”.

"Dios, que mi hermanito no muera"
“Tomé esas 24 pastillas, lo único que recuerdo es desvanecerme, estar en el piso y solo recuerdo la voz de mi hermana, la más pequeña, que tenía en esa época como unos 6, 7 años, decía ‘Dios mío que mi hermanito no se muera’”.

“Hoy yo sé que mi Dios escuchó la oración de mi hermana, porque cuando llegaron los paramédicos estaban sorprendidos, porque inclusive le preguntaban qué fue lo que tomó, ellos vieron las pastillas que había tomado, la caja que estaba sola. Yo estuve inconsciente como una hora, cuando volví en conciencia yo solamente me sentía mareado. Los paramédicos no veían ningún signo de intoxicación, de tal manera que ni siquiera me llevaron”, recordó.

El joven católico señaló que “en ese momento lejos de alegrarme, de ver ahi un milagro”, pensó “ah, soy un fracasado que ni acabar con mi vida puedo hacerlo bien”, sin embargo, está seguro de que “ahí comenzó un proceso que transformó mi vida por completo”.

“Siempre crecí con esta idea de que no tenía un padre, a pesar de que tenía un padre biológico, y la relación con él no ha sido muy cercana. Dios comenzó a ser ese padre que provee”, señaló.

Amor también en la debilidad
Óscar indicó que “me conmueve tanto el amor que Dios tiene hacia mí, porque a pesar de que hay heridas que en mi corazón siguen, hay debilidades que sigo batallando, que sigo luchando”.

“Lo que más que me conmueve es que Dios que la conoce (su debilidad) me ama”, dijo.

Dios, señaló, “me ha dado una vida nueva, me ha llenado el corazón de unos sueños que a mí me aterran pensarlo, y cuando veo estos sueños y estas ideas tan grandes y esta idea que Dios tiene para mí, que ahora soy un hijo que está convencido de que Dios me creó en este propósito”.

En la actualidad, aseguró Óscar, “digo me va a faltar vida. Tengo tantos anhelos de hacer cosas que solo Dios me pudo dar eso, soy un hombre que vive y depende de la gracia de Dios, que sabe que todo lo bueno que hay en mí no soy yo, es Dios”.

domingo, 23 de noviembre de 2014

PUES BUSCO, DEBO ENCONTRAR




Pues busco, debo encontrar.
Pues llamo, débenme abrir.
Pues pido, me deben dar.
Pues amo, débenme amar.
Aquel que me hizo vivir.
¿Calla? Un día me hablará.
¿Me pone a prueba? Soy fiel.
¿Pasa? No lejos irá;
pues tiene alas mi alma , y va
volando detrás de Él.
Es poderoso, más no
podrá mi amor esquivar.
Invisible se volvió,
mas ojos de lince yo
tengo y le habré de mirar.
Alma, sigue hasta el final
en pos del Bien de los bienes.
y consuélate en tu mal
pensando como Pascal:
"¿Le buscas? ¡Es que le tienes!

Amado Nervo

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Un análisis de sangre que podría prevenir el suicidio



Una vez más parece que la realidad se acerca a la ciencia ficción. Un grupo de investigación parece haber descubierto algunos marcadores sanguíneos que podrían detectar ciertas intenciones suicidas. El estudio publicado en la revista especializada  Molecular Psychiatry todavía está en fase preliminar, por lo que habrá que esperar a nuevos datos para confirmar su validez. 

Durante los últimos años Alexander Niculescu, psiquiatra de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana en Indianápolis, y sus colegas han buscado algún vínculo entre algo físico (biomarcadores) y las tendencias suicidas. En otros estudios ya se habían encontrado biomarcadores para ciertos desórdenes de la personalidad, como la bipolaridad, la psicosis o el alcoholismo. Sin embargo es la primera vez que obtienen datos sobre las tendencias suicidas. 

Para intentar conseguir biomarcadores fiables en la sangre, los investigadores tomaron muestras de personas que se habían suicidado (sin ingesta de productos químicos) y que habían sido observados por su psiquiatra al menos un día antes de la muerte. Dichas muestras se compararon con otras de individuos varones bipolares que habían pasado de no querer suicidarse a sí pretender hacerlo, con datos de pacientes de otro estudio y un grupo de hombres con esquizofrenia.  

Tras tomar muestras de sangre de 75 personas los científicos localizaron cinco posibles biomarcadores que debían ser analizados pormenorizadamente. Una vez realizado el escrutinio, con todos estos datos en la mano, se vieron sorprendidos por la claridad de los resultados, sobre todo de uno en particular, el SAT 1, implicado en el daño celular y el estrés. En las personas que se habían suicidado los niveles de SAT 1 eran muchísimo más altos que en los otros individuos, incluso en aquellos que mostraban intención de suicidarse. 

En cualquier caso los investigadores son precavidos respecto los datos obtenidos. Tanto por el pequeño tamaño de la muestra como porque todas las personas muestreadas eran varones. Además como explica el propio Niculescu, “es poco probable que estos marcadores sean específicos para el suicidio, sino más bien por factores como la función celular anormal debido al estrés”. Para los científicos el hallazgo de este tipo de biomarcadores deben ser combinados con datos psicológicos, como la ansiedad o el estado de ánimo, momento en el cual serán “potencialmente mucho más útiles”, apuntan. 

Para el psicólogo Mateo Nock, de la Universidad de Harvard, “ningún análisis será un predictor perfecto” aunque sí apunta que, puestos a buscar señales biológicas que den pistas de tendencias suicidas, esta investigación es “una pieza importante del rompecabezas”.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Ortega Lara cuenta cómo sólo la fe impidió que se suicidase en su secuestro


´Dentro discutía con Dios: ´Haz por lo menos que me maten´´: así titula el diario El Mundo su larga entrevista con José Antonio Ortega Lara, funcionario de prisiones que ETA mantuvo secuestrado 532 días en un cubículo diminuto, húmedo y a oscuras la mayor parte del tiempo. La entrevista, que firma Pedro J. Ramírez, se puedeleer completa AQUÍ.

En ella habla de diversos temas: su secuestro, su recuperación, su militancia política en el PP y, al desencantarse de esta formación, en Vox... En ReL seleccionamos a continuación los fragmentos que se refieren a su experiencia espiritual y su fe católica, y también lo que se refiere a la defensa de la vida y la familia. 

[...]

-Si hubiera sido una ballena [en vez de un zulo, un agujero], habría sido más generosa en determinados aspectos. Lo digo por Jonás... -dice Ortega Lara.
-¿A qué se refiere?
-A Jonás lo devolvió la ballena a la playa. A mí me tuvo que ir a sacar la Guardia Civil.
-¿Se sintió como Jonás?
-En el sentido de ser un desgraciado, sí. Pero nunca tuve la esperanza de que ellos fueran a escupirme al exterior.

[...]

-El próximo 17 de enero se cumplirán 18 años de aquel día...
-El día de San Antón. A veces me siento como una mascota porque es el día en que se bendice a los animales... Me acuerdo perfectamente. Me abordaron dos personas. Una me puso una pistola en la cabeza. Me dijo: «Necesitamos tu coche, huimos de la Policía...». Yo le di un empujón: «¡Déjame en paz!». Me volvió a apuntar. Le di otro empujón. Volvieron otra vez. A la tercera ya no reaccioné. Pero quisieron ponerme un sedante y no me dejé. Grité. «Bueno, no importa», dijeron. Entonces me ataron las manos a la espalda, me amordazaron, me taparon los ojos y me metieron en el maletero de mi coche. Ahí empezó la pesadilla.
-Cuando le quitaron la venda...
-Ya estaba dentro del zulo, de la ballena, de lo que sea...
-¿Cuál fue su primera sensación?
-De incredulidad. En aquella especie de sarcófago que había en el camión que me trasladó ya fui consciente de que era ETA. Pero luego, allí abajo, entré en una especie de shock, me costó semanas aceptar que quien estaba allí era yo.
-¿Cómo lo superó?
-Me aferré a tres cosas: a mi familia, hablando todos los días en voz alta con mi mujer, a la oración y al sentido del método que me enseñaron los salesianos. Todos los días igual: te levantas, te aseas, haces los estiramientos, lees, rezas, limpias el habitáculo... Aunque tuviera el alma dolorida y el cuerpo destrozado nunca abandoné ese método.

[...]

-Usted contó que les pidió libros de la generación del 98 y le preguntaron que qué era eso.
-Sí, es verdad. Culturalmente no tenían gran nivel. Les habían metido dos o tres ideas en la cabeza y no salían de ahí: «Vosotros habéis invadido Euskal Herria, el Estado es el represor...». Intentar razonar con ellos era como hablar con las paredes.
-¿No intentó usted que entendieran que secuestrar y matar no es moralmente aceptable?
-A ellos les habían inculcado un proceso de cosificación. «Tú no estás aquí porque te llames José Antonio sino porque eres miembro de los cuerpos represores».
-¿Cosificación? ¿Quién era la cosa?
-Yo, yo, yo... Para ellos, yo era la cosa.



Ortega, al ser liberado después de 532 días encerrado

[...]

-Usted ha comentado que se le pasó por la cabeza suicidarse, ¿pero hasta qué punto llegó a madurar la idea?
-Lo programé, lo preparé y lo ensayé.
-¿Cómo que lo «ensayó»?
-Sí, dos veces. La primera cortándome estas venas de la mano, aquí en la parte posterior de la muñeca. Sangré mucho y me desmayé. [...]
-¿Y el segundo «ensayo»?
-Fue el más definitivo, por decirlo así. Pasaron unos 15 días. Se acercaba ya el 27 de junio, que era nuestro aniversario de boda. Era la fecha que me había puesto como límite. Trencé una cuerda con jirones de bolsas de basura de plástico, me la puse al cuello, la colgué del clavo del que pendía la hamaca en la que dormía, apoyé la silla sobre dos patas, me até las manos a la espalda y...

[...] 

-¿Si no fuera creyente se habría suicidado?
-Con toda probabilidad. 
Para un creyente el suicidio es lo más degradante, lo más humillante. Cada vez que me lo planteaba me sentía fatal conmigo mismo. Pero aquel dolor era insoportable.
-Debió ser un conflicto desgarrador.
-Siempre discutía con Dios. Luego me arrepentía, me disculpaba y volvíamos otra vez, así día tras día. Al final le decía: «Hombre, por favor, dame una salida. Si no consideras oportuno que salga de aquí vivo, haz por lo menos que me maten. No hagas que tenga que acabar yo mismo con mi vida».
-Eso mismo es lo que le pedía a Dios uno de los personajes de El Maestro y Margarita de Bulgakov cuando Cristo estaba en la cruz: «Dale una salida».
-¿Pensó en algún momento que lo suyo era como la Pasión...?
-Sí y me enfadaba con Él: «Lo tuyo duró tres días hasta la Resurrección. Pero yo llevo aquí 300, 400, 500 días y no me das ninguna solución». Al día siguiente hacía de tripas corazón y le decía: «Perdona, es que estoy muy enfadado... pero tengo motivos para estar enfadado, ¿no?».
-¿Llegó a compararse con Jesucristo en la cruz?
-Me sentía como el más desgraciado de los hijos de Dios. ¡Pero cómo me voy a comparar con Jesucristo...!
-En el sentido de que la Redención es pagar por los pecados ajenos, sacrificarse por los demás...
-Durante un tiempo me sentí útil. Pensaba que mientras estuviera allí a ningún otro compañero le iba a pasar lo que a mí... Pero todo tiene un límite. Llega un momento en que más que un ser humano eres casi un guiñapo y eso me aterrorizaba...
-Hasta pensar que Dios le había abandonado...
-Había que estar allí, en aquellas circunstancias, en aquel momento, en absoluta soledad, en medio de aquella humedad, con dolores físicos y el alma destrozada. Sufriendo, sufriendo y sufriendo todos los días...

[...]

-Debió ser difícil para usted dejar el PP...
-Fue muy doloroso porque yo quería mucho al PP. Y esto es como en las relaciones de amor: el que más pone es el que más pierde al final.
-¿Pero se puede «querer» a un partido político?
-Cuando entré en el PP estábamos muy ilusionados con lo que hacíamos, con los ideales del partido, la unidad de España, la no intervención del Estado en la esfera privada, la defensa de la vida... Con todas esas cosas llegas a querer al partido de verdad. Cuando poco a poco te vas desenganchando, la decepción se multiplica.
-¿Cuál fue la gota que colmó el vaso?
-Cuando dejaron en la estacada a María San Gil. María se jugó la vida durante muchos años, luego superó lo del cáncer y cuando vi que, después de todo lo que había luchado, la tachaban de loca, me dije: «Madre mía...». Aquello era insoportable. «Hasta aquí hemos llegado». Y di por terminada esa etapa.

[...]



Bolinaga, uno de los que mantuvo encerrado a Ortega, hoy en libertad domiciliaria por "razones de salud"


-Ahora Bolinaga [uno de sus captores] está en arresto... domiciliario.
-Sí, a mí también me decían: «Estás arrestado por ser un miembro del aparato represor». Pero a mí me tenían allí, en aquel agujero, claro.
-¿Cómo sabe que Bolinaga era uno de ellos si iban encapuchados?
-Por la voz. Se hacían llamar Patxi, Jon, Mikel e Iñaki. Bolinaga era Iñaki.
-¿Y cómo se comportó personalmente con usted?
-Tenía días, yo también... Los días malos yo les llamaba «terroristas» y el resultado final era que me quitaban horas de luz o me retiraban el periódico. A veces Iñaki me traía para cenar higos secos. Me decía: «Cómetelos que son muy afrodisíacos». Para lo que me podía servir ahí... Cuando los desairaba eran un poco crueles...
-¿A qué se refiere?
-Cuando me negaba a que entraran en el habitáculo, me reducían por la fuerza. Bajaban dos, se ponía uno encima de mí y me esposaban. Reducían mis horas con luz. 
-También me dejaban sin periódico.
-Sin información, claro.
-Y sin papel para secar la humedad de las paredes. Por eso estaban negras. Por la tinta del periódico. Yo las frotaba una y otra vez pero la humedad reaparecía... y se metía en mis huesos.
-¿Y le parece normal que alguien condenado por todo eso esté en libertad desde hace más tiempo que los 532 días que pasó usted allí, alegando una enfermedad terminal?
-La de Bolinaga fue una excarcelación política. Yo siempre la he visto así. Como parte de la hoja de ruta que nació de la negociación política del Gobierno socialista con ETA y que el actual ha asumido como propia.
-¿Y qué siente al verlo ahora por la calle o en su casa?
-Intento vivir sin miedo, sin odio, sin olvido y perdonando. Yo a él ya le he perdonado. Me ha costado mucho pero al final el perdón es positivo porque te quitas una carga de encima. El otro ni siquiera sabe si le odias, le da igual, sólo te haces daño a ti mismo.... Que Dios le conserve la vida y espero que le sirva para darse cuenta del mucho daño que ha hecho y de lo afortunado que es porque en las cárceles hay muchos reclusos con peor salud que la suya.
-¿Y el Estado debe perdonarle?
-No. La acción de la Justicia debe continuar de oficio. El perdón incumbe solamente al victimario y a la víctima. Focalizar todo en el perdón es una maniobra de despiste.
-¿Sería capaz de hablar con Bolinaga?
-Después de todo aquel suplicio... No me lo he planteado. No puedo decir ni que sí ni que no... Me costaría mucho.

[...]

-¿Cuáles considera usted que son las otras propuestas clave que defiende su partido? [Vox]
-Cambiar la Ley Orgánica del Poder Judicial para que la Justicia sea independiente. Yapoyar a la familia para fomentar el relevo generacional mediante la natalidad y la defensa de la vida porque el aborto supone la eliminación de un ser humano ya concebido y con vocación de nacer. Ah, y yo también digo siempre que hay que dedicar una semanita de las vacaciones a visitar a los abuelos.
-¿Eso es un punto del programa electoral?
-No, je, je... pero lo digo en todos los mítines porque a ellos les encanta ver a los nietos. El día que les llevan a los niños están esperándoles desde la salida del sol. Y cuando el sol se pone están agotados. Pero se pasan la semana siguiente contándoles a los vecinos lo maravillosos que son sus nietos...

[...]

-¿Cuántos hermanos eran?
-Éramos siete... Bueno y mi hermana melliza que murió al nacer... y a la que me hubiera gustado tanto conocer.
-No sabía que su parto hubiera sido de mellizos. ¿Qué pasó?
-Yo nací primero. Ella murió de asfixia. No llegó a nacer.
-Su hermana melliza nació muerta...
-Sí, mi madre siempre me decía: «Tú, como eras tan pequeño que no valías un comino, te colaste el primero; y ella, que era más hermosa, se asfixió».
-¿Durante el secuestro hablaba alguna vez con su madre?
-Sí. A mis padres les rezaba mucho. Les decía: «Oye, a ver si podéis echarme una manita desde donde estáis para que esto se solucione...».
-¿Y con su hermana melliza?
-Sí, también hablaba con ella. Me imaginaba cómo sería con mi edad. Más guapa, más inteligente. Por lo que siempre me decía mi madre: «Ella valía más que tú, ella pesaba más que tú, ella era hermosa, tú eras pequeñito, flaco...». Sí, sí... pero bueno, el que estaba allí abajo, haciendo de tripas corazón, era yo. Yo le decía a ella: «Mira dónde estoy yo ahora...».

[...]

-¿Por qué me ha dicho usted dos veces eso de que allí en el zulo hacía «de tripas corazón»?
-Es que los humanos no somos sólo un trozo de carne. Allá el que no quiera creer en Dios pero tenemos inteligencia, razón... y una dimensión espiritual que nos hace trascender a la muerte. Hacemos camino al andar para que nuestros hijos nos recuerden cuando ya no estemos por algo bueno que hayamos hecho. Yo tengo unos recuerdos estupendos de mis padres y mis abuelos y así es como me gustaría que mis hijos me recordaran también a mí.
-¿Qué oraciones rezaba usted en el zulo?
-Muchos rosarios y a veces el Padrenuestro en euskera...
-¿En euskera?
-Sí, lo había aprendido en los salesianos.
-¿Y lo rezaba en euskera para ver si conmovía a los que estaban arriba?
-No, seguro que ellos eran ateos. Lo rezaba en euskera sobre todo por cambiar después de las avemarías.
-¿Y sigue recordándolo entero?
-Sí, claro: «Gure Aita zeruetan zarena, santu izan bedi zure izena...».

[Ortega Lara -escribre Pedro J. Ramírez-, el único ser humano enterrado en vida durante 532 días por dictado expreso de alguien de su misma especie, el único torturado hasta ese paroxismo en nombre de la «liberación nacional de Euskal Herria», el único superviviente que superó año y medio en aquel «campo de exterminio», continúa hasta el final sin balbucear, invocando a Dios en el idioma de sus verdugos. Mentalmente voy imaginando, sobrecogido, la traducción de sus palabras. Cuando llega la última línea -«baina atera gaitzazu gaitzetik... ("mas líbranos del mal...") amén»- suena como un réquiem por todos nosotros -¿cómo hemos podido consentirlo, cómo podemos seguir consintiéndolo?- y ahora soy yo el que siente ganas de llorar.]


Fuente: www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=35628

jueves, 13 de noviembre de 2014

¿LE BUSCAS? ES QUE LE TIENES


Oirás decir frecuentemente a muchos que no encuentran a Dios.
Pregúntales si le buscan y hasta dónde llega su anhelo de hallarle.
Si le buscan con mucho ahínco, tranquilízalos, porque ya le han encontrado...
Dios dice a Pascal en las Meditaciones:
«Consolé toi, tu ne me chercherais pas si tu ne m'avais trouvé» (1).
Pensamiento admirable, capaz de inundar de consuelo al espíritu más árido y desolado.
Pensamiento, por otra parte, de una sorprendente exactitud.

El que busca, en efecto, a Dios con ahínco es porque le ama, y el que le ama, ya le posee. Amar a Dios y poseerle es todo uno.

Por eso el autor de estas líneas ha dicho en unos versos, glosando la frase del divino pensador francés: 
«Alma, sigue hasta el final—en pos del Bien de los bienes—y consuélate en tu mal—pensando como Pascal—: «¿Le buscas? ¡Es que le tienes!»


(1)    «Consuélate, no me buscarías si no me hubieras ya encontrado».

Amado Nervo