sábado, 31 de agosto de 2019

15 señales que te permitirán descubrir si alguien tiene tendencias suicidas.


Cada 40 segundos una persona se suicida. Y tal vez nunca hayas tenido nada que ver con un caso de suicidio, no conociste a nadie que lo cometiera o que lo intentara. Pero también puede que sí, que algún amigo o familiar cercano haya muerto a causa de esta trágica decisión y tu vida ya no sea la misma desde ese día.
Este tema siempre genera una profunda tristeza y también un interés guiado a encontrar formas en que podamos evitarlo. A continuación una lista de las 15 señales de un suicida, teniendo en cuenta que no todos presentan la lista completa que se menciona a continuación y que el hecho de presentar una de estas señales no es motivo para que salgamos corriendo alarmados.

1. Habla constantemente de suicidio.
Con este punto nos referimos a una persona que desde hace algún tiempo haya empezado a hablar del suicidio como tema principal de casi todas las conversaciones. Ejemplos: ¿Qué opinas del suicidio?, ¿si fueras capaz de cometerlo, ¿cómo lo llevarías a cabo?, ¿qué crees que ocurriría si lo hiciera?, ¿crees que a alguien le importaría la ausencia de x persona?, ¿se te ha cruzado por la mente cometerlo? Estas son solo señales de una persona que quiere conocer tu punto de vista y que tal vez inconscientemente está tratando de llamar tu atención o hacer saber a los demás que necesita ayuda.

2. Regala posesiones preciadas.
Esta es tal vez una señal que pase por desapercibido o como un gesto generoso entre amigos y familiares si los objetos no son tan grandes o reconocidos por los demás como indispensables. Sin embargo, cuando esta persona está convencida de que ya no la necesita y de que estará en mejores manos si tu u otro la tienen, hay que poner atención.
En la mente de la persona que planea cometer suicidio, esta es una forma de adelantarse a los hechos bajo la errónea idea de que se estará ayudando a ese amigo después de la muerte.

3. Cambios en su testamento.
Este punto es frecuente en adultos, personas casadas o con hijos. Si notas que inesperadamente algún familiar quiere hacer cambios en su testamento o quiere empezar a redactar uno, pregúntale cuál es el motivo que lo impulsó a hacerlo. Es normal que en la vejez se quieran dejar listos este tipo de asuntos, pero si la persona es un hombre o una mujer joven, padre o madre de familia o dueña de un negocio, no pases por desapercibido este comportamiento.

4. Obtener un arma.
Esta señal puede ponerle los ojos en blanco a más de uno. ¿Quién en sus cinco sentidos quiere un arma? En la mayoría de países se requiere de un permiso, pero ya hemos escuchado de los incontables casos en los que adolescentes o jóvenes las han obtenido de manera ilegal o las han robado para cometer un atentado o suicidio.
Si el motivo de adquisición no está ligado a un trabajo de alto riesgo (policías, militares, escoltas etc.) y los anteriores puntos también se han venido presentando, esta se convierte en una clara señal de alarma.

5. Patrones extraños de sueño.
Hay que tener cuidado con cada una de las señales que hemos mencionado hasta ahora. Pero también es importante identificar si las anomalías en el sueño se deben a un patrón físico que ha presentado siempre la persona o si el cambio se generó de un momento a otro.
El estrés, la angustia, el dolor y la incertidumbre pueden hacer que así se desee descansar, la persona no logre de ninguna manera conciliar el sueño. Esta también puede ser una señal de depresión.

6. Energía por el piso.
Si no duermes lo más obvio es que no tengas energía para hacer nada. El sueño afecta directamente a nuestro sistema nervioso, no nos permite pensar con claridad y no deja que las ideas fluyan tranquilamente. La falta de sueño puede hacer que reaccionemos de manera agresiva con los demás o que nos mostremos confundidos y algo lentos para acatar órdenes.

7. Abuso de drogas o alcohol.
Comúnmente usadas como escape. Aquella persona que se siente aislada, rechazada, triste o incomprendida, fácilmente encontrará en las drogas y el alcohol una oportunidad para «olvidarse» al menos por cortos periodos de tiempo, de sus problemas o preocupaciones más grandes. El abuso de estas sustancias también los convence de que así podrán llevar a cabo más fácil el suicidio.

8. Baja motivación para la vida social.
Existe aquí un sentimiento de culpa, se piensa que jamás se podrá llegar a ser lo «suficientemente bueno» para los demás. O que simplemente la vida de familiares y amigos estaría mejor sin la presencia de esa persona que está al borde del suicidio. Usualmente esta persona abandona sus amistades, se aleja de sus familiares, inventa excusas para no asistir a eventos sociales o miente alegando que está bien, pero que debe cumplir con otros deberes.

9. No participar en actividades que antes se disfrutaban.
Cuando esto sucede, las personas ya no encuentran ningún gusto o placer en realizar actividades que normalmente le otorgaban alegría. Como, por ejemplo: dejar de practicar un deporte que se venía realizando desde la infancia, abandonar hobbies que además de brindar alegría significaban el sustento propio o rechazar invitaciones a planes que antes no se desechaban de ninguna manera.

10. Daño auto infligido.
A pesar de ser una señal inmediata de alarma, este hecho no se presenta en todas las víctimas. Y por lo general la persona no se lastima en lugares tan visibles de su cuerpo, ya que además de causar dolor, surge un sentimiento de vergüenza. Este daño provocado de manera consciente incluye cortadas, quemaduras o envenenamiento. Es también una forma de probarse a sí que serán capaces de cometer suicidio.

11. Comportamiento riesgoso.
En el vídeo que compartimos se menciona que un estudio afirma que las personas con indicios suicidas se ven tentadas a realizar actividades de alto riesgo. Esto no quiere decir que si tu amigo planea tirarse de paracaídas tengas que salir corriendo a evitarlo o a alarmar a sus familiares. Recordemos que antes de tomar cualquier tipo de precaución, hay que pensar con cabeza fría si este tipo de comportamientos está acompañado de las señales anteriores. También es frecuente el desinterés por respetar señales de tránsito o el interés por dar inicio a las peleas.

12. Arrebatos emocionales.
Los cambios en el estado de humor de una persona son un poco más sencillos de identificar. Es importante que no respondamos del mismo modo, con ira o agresividad, sino que más bien, incitemos el diálogo. Si notamos que esa persona se altera fácilmente en medio de conversaciones casuales o vemos que ciertos temas causan en ellos rechazo desmedido, miedo o angustia, hay que hablar. Llama a esa persona a solas, compártele tu preocupación y ofrécete a escuchar.

13. Cambios evidentes en el lenguaje corporal.
¿Qué significa esto? Que veamos que la postura de esta persona haya cambiado, que camine con los hombros caídos, mirando siempre al suelo y evitando a toda costa el contacto visual con los demás. Por favor no confundamos el cansancio con una señal suicida, todos podemos adoptar este tipo de posturas cuando hemos tenido un día o una época puntualmente complicada a nivel físico y emocional. Estar abiertos a la comunicación es muy importante, de este modo podemos darnos cuenta si los cambios en el lenguaje corporal se deben a un esfuerzo físico o si son consecuencia de la tristeza o la angustia.

14. Intentos de suicidio anteriores.
Si esto ha ocurrido, es urgente contar con un esquema de prevención y alerta. Recurrir a un profesional es indispensable en estos casos ya que nunca deben ser percibidos como una broma o un error. Este es el signo más evidente de que esa persona desea cometer suicidio. Esta tendencia suicida debe ser atendida con la mayor brevedad posible, con acompañamiento por parte de familiares y amigos y con extrema delicadeza. Ya que, si el intento fue fallido o saboteado por alguien más, crece el deseo de llevarlo a cabo de manera exitosa.

15. Felicidad y calma
Este punto es difícil de comprender y detectar. ¿Una persona que aparenta estar feliz y en estado de calma puede tener tendencias suicidas? Lamentablemente sí, esto sucede cuando después de haber presentado todos o la mayoría de síntomas la persona se convence a sí misma de que para llevar a cabo su plan, necesita energía, necesita diseñar un plan que no falle y necesita hacerle creer a los demás que se recuperará.
Es en ese momento, después de haber recibido ayuda y simular que todo estará mejor, cuando amigos y familiares creen que la víctima realmente está saliendo de aquel oscuro lugar. El círculo más cercano que rodea a esta persona piensa que finalmente ahora todo va a mejorar, la esperanza y tranquilidad retornan al hogar y la víctima se muestra mucho más abierta a los demás. Pero en realidad esta aparente felicidad y calma es solo el resultado de que el plan está hecho y de que la víctima se siente capaz de llevarlo a cabo.

Una vez más hay que dejar en claro que si un amigo o familiar cercano demuestra alguna de estas señales no significa que sean suicidas. Este es un grupo de señales que pueden ayudarnos a identificar y entender mucho mejor el panorama en el que viven estas personas. Ayudar a un amigo con depresión puede ser el primer paso para evitar un evento desafortunado.
No olvides que fortalecer tu relación con Dios es fundamental para lograr buenos resultados, si sientes que la oración no basta, no dudes ni un segundo en buscar a un amigo, consejero o familiar que pueda orientarte.  Recuerda compartir este post para que otros tengan la oportunidad de informarse sobre el suicidio.

El vídeo explicativo.



Fuente: Aquí.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Diez cosas que los padres pueden hacer para prevenir el suicidio




A medida que los niños se convierten en adolescentes, es más difícil para los padres saber cómo se sienten y qué están pensando. ¿Cuándo los cambios de temperamento se convierten en algo en algo de preocupación?

Es importante saber qué factores pueden poner al adolescente en riesgo del suicidio. Invierta algo de su tiempo en leer estas 10 formas de ayudar a prevenir que una tragedia ocurra. Entre más sepa, estará mejor preparado para entender qué puede poner en riesgo a su niño.

1. No permita que la depresión o la ansiedad de un adolescente aumente sin control.
Tal vez su hijo simplemente esté teniendo un mal día, pero podría ser algo más si dura más de una par de semanas.

Realidad: Nueve de cada diez adolescentes que se quitan la vida habían sido previamente diagnosticados con un trastorno psiquiátrico, más de la mitad de ellos con un trastorno del estado de ánimo como la depresión o la ansiedad.

Las personas deprimidas suelen aislarse, cuando en secreto están llorando para que se les rescate. Muchas veces sienten demasiada vergüenza para comunicar su tristeza a otros, incluidos a mamá y papá. Los hombres en particular pueden intentar ocultar sus emociones debido a la creencia errónea de que exhibir vulnerabilidad es una muestra de debilidad.

No esperemos a que los jóvenes vengan a nosotros con sus problemas. Toque a su puerta, siéntese en la cama y dígale, “Te noto triste. ¿Hay algo de lo que te gustaría hablar? Tal vez te puedo ayudar”.

2. Escuche a su hijo adolescente, incluso cuando no está hablando.
No todos, pero la mayoría de los menores que están pensando en el suicidio (a lo que se le llama ideación suicida) transmiten su estado mental atormentado por medio de conductas conflictivas. Los estudios han descubierto que un rasgo común de las familias destrozadas por el suicidio de un hijo o una hija es la mala comunicación entre los padres y el hijo. Sin embargo, existen por lo general tres o más factores o circunstancias que están presentes al mismo tiempo en la vida del niño cuando él o ella están pensando en quitarse la vida.

Estas incluyen, pero no se limitan a las siguientes:

Pérdida mayor (por ejemplo, rompimiento de una relación o muerte)
Abuso de sustancias
Presión social o parte de pares
Acceso a las armas de fuego
Humillación pública
Una enfermedad crónica
Agresividad o falta de reflexividad
Historial de suicidio en la familia
Si su instinto le dice que un adolescente podría ser un peligro para sí mismo, preste atención a sus instintos y no permita que se quede solo. En este caso, es mejor exagerar que restarle importancia. Lea: Como comunicarse con su adolescente.

3. Nunca ignore las amenazas de suicido como un melodrama típico de los adolescentes.
Cualquier declaración escrita o verbal que diga "Me quiero morir" o "Ya no me importa nada" debe considerarse con seriedad. Con frecuencia, los menores que intentan suicidarse les dijeron a sus padres en repetidas ocasiones que pretendían matarse. La mayoría de la investigación sustenta que las personas que amenazan abiertamente con el suicidio, en realidad no intentan hacerlo y que la amenaza es sólo un llamado desesperado pidiendo ayuda. Aunque esto es cierto en muchos casos, ¿qué padre o madre se arriesgaría a equivocarse?

Cualquiera de estas otras llamada de auxilio requieren de su atención y acción inmediata y de pedir ayuda a un profesional lo más pronto posible:
“Nada me importa”.
“Me pregunto cuántas personas vendrían a mi funeral”.
“A veces quisiera solo dormirme y no volver a despertar”.
“Todos estarían mejor sin mí".
“No tendrás que preocuparte por mí por mucho tiempo”.
Cuando un adolescente empieza a hacer comentarios poco disimulados como esos o directamente admite que está pensando en suicidarse, intente no sobresaltarse (“¡¿Qué, estás loco?!”) ni menospreciar (“¡Qué cosa más ridícula dices!”). Sobre todo, no le diga, “¡No lo dices en serio!”; aunque es probable que usted esté en lo correcto. Esté dispuesto a escuchar sin juzgar a lo que realmente está diciendo, que es: “Necesito tu amor y atención porque siento muchísimo dolor y no puedo con esto yo solo”.

Ver a un hijo tan perturbado podría romperle el corazón a cualquier padre. Sin embargo, el enfoque inmediato debe ser consolarlo; después podrá expresar lo que usted siente. En voz calmada puede decir, “Entiendo. Realmente has de sentir mucho dolor por dentro".

4. Busque ayuda profesional de inmediato.
Si la conducta de su hijo adolescente le tiene preocupado, no espere a comunicarse con el pediatra. Contacte a un proveedor de salud mental en su localidad que trabaje con niños para que le haga una evaluación a su niño lo más pronto posible para que su hijo o hija puedan empezar a recibir terapia o asesoramiento si no corren el riesgo de hacerse daño a sí mismos. Sin embargo, llame a la línea telefónica de ayuda o grupo de apoyo en su comunidad o vaya a la sala de urgencias si usted cree que su niño está considerando seriamente el suicidio o puede hacerse daño a sí mismo. 

5. Comparta sus sentimientos.
Hágale saber a su hijo que no está solo y que todos nos sentimos tristes o deprimidos a veces, incluso las mamás y los papás. Sin minimizar su angustia, reconfórtelo diciéndole que esos malos momentos no durarán para siempre. Dígale que las cosas realmente van a mejorar y que usted puede ayudarle durante la terapia y otros tratamientos para que las cosas mejoren para él o ella.

6. Anímelo para que no se aísle de la familia y los amigos.
La mayoría de veces es mejor estar con otras personas que estar solo. Pero no lo obligue si dice que no.

7. Recomiende el ejercicio.
La actividad física tan simple como caminar o tan vigorosa como levantar pesas, puede aminorar la depresión leve a moderada.

Existen varias teorías que explican por qué:
Hacer ejercicio hace que una glándula del cerebro libere endorfinas, una sustancia que se cree que mejora el estado de ánimo y reduce el dolor. Las endorfinas también reducen la cantidad de cortisol en la circulación. El cortisol que es una hormona que se ha vinculado con la depresión.
El ejercicio distrae a las personas de sus problemas y les hace sentir mejor de sí mismos.
Los expertos recomiendan ejercitarse de treinta a cuarenta minutos al día, de dos a cinco días a la semana.
Cualquier forma de ejercicio funciona; lo que es importante es que los jóvenes disfruten la actividad y lo hagan de forma constante.

8. Anime a su hijo para que no se exija demasiado por ahora.
Hasta que la terapia comience a hacer efecto, es probable que no sea momento para asumir responsabilidades que podrían resultar abrumadoras. Sugiera que divida las tareas grandes en tareas más pequeñas y manejables siempre que sea posible y que participe en sus actividades que disfrute y que le causen menos estrés. El objetivo es volver a fomentar la confianza y la autoestima.

9. Recuérdele a un adolescente que esté bajo tratamiento que no espere resultados inmediatos.
La terapia conversacional o los medicamentos suelen tomar tiempo para mejorar el estado de ánimo, por lo que no debe sentirse desilusionado ni culparse si no se siente mejor de inmediato.

10. Si usted tiene armas de fuego en el hogar, guárdelas en un lugar seguro o cámbielas a otro lugar hasta que la crisis pase.
Realidad: Suicido con armas de fuego entre los jóvenes estadounidense alcanzó su mayor cifra en 12 años en el 2013, en los cuales la mayoría de las muertes involucraban un arma de fuego que pertenecía a un miembro de la familia, de acuerdo con un informe del Centro Brady para Prevenir Violencia con Armas de Fuego. Cualquiera de estas muertes podría haber sido evitadas si el arma de fuego no estuviera disponible.
Si sospecha que su hijo o hija es suicida, sería una buena medida mantener el alcohol y los medicamentos bajo llave; incluso las medicinas de venta libre.




NOTA IMPORTANTE:
BUSQUE LA AYUDA DE DIOS.
¡NUNCA FALLA!


sábado, 10 de noviembre de 2018

Cristo dijo:



Cristo dijo

No quiero que mi alma
Sea un árbol abandonado
en el perfil andino de la noche
esperando en la oscuridad
ese amor que nunca tuve
por eso gritare una y otra vez 
en los desvelos de los que están naciendo
¡Que la bondad existe!
después  me levantare en silencio
con los brazos abiertos
como una cruz entre los pueblos.

Gregorio Polany - Mario Latorre

Imagen de internet.

sábado, 29 de septiembre de 2018

Suicidio y psicopatología asociada a la imagen corporal


Autor-es: Iris Luna Montaño.. Psiquiatra UPB Especialista en salud mental y fármacodependencia. Universidad Católica de Colombia.







“Lo que ves en el espejo no te gusta/tus labios no te gustan, es grande tu nariz/ El espejo son los otros que te miran / habitas el espejo y él decide por ti// Lo que muestras no eres tú , ni lo que eres/Nos muestras lo que piensas que otro espera de ti/Y no das nunca la talla que te piden/Y el espejo se rompe y te vuelve a pedir/ Y al fin lo que ves ya no dice de ti/ te buscas y no llegas y no sabes al fin si eres tu la que ves/Te miras y no encuentras. Lo que ves en el espejo es lo que piensas que quieren los que miran, los que esperan de ti; y te miras al espejo y no te encuentras/ El espejo es esa cárcel que te vuelve infeliz”



Pedro Guerra.

Letra de la canción: CUERPO (HIJAS DE EVA) (1)





El comportamiento suicida es frecuente en los pacientes que padecen de trastornos de la conducta alimentaria y el trastorno dismórfico corporal. En la valoración y tratamiento de estas patologías es imperioso conocer las estadísticas actuales, identificar los factores de riesgo para intentos suicidas, buscando establecer medidas de prevención e intervención eficaces y oportunas. En este trabajo hago una revisión general acerca del suicidio, como también sobre la psicopatología asociada a las distorsiones de la imagen corporal y el riesgo suicida presente en dichos trastornos. La personas con trastorno dismórfico corporal son 45% mas susceptibles a cometer suicidio que la población general. Quienes sufren de TDC presentan una distorsión severa de la imagen corporal y piensan obsesivamente en su apariencia física, durante muchas horas al día. Este trastorno a menudo lleva a auto desprecio y aislamiento social marcado.



En la Anorexia nervosa la mortalidad se sitúa en un 10%; siendo el suicidio la segunda causa más común de muerte después de las complicaciones médicas y metabólicas de dicho trastorno de la conducta alimentaria. Se ha visto que el riesgo de suicidio en la anorexia nervosa es similar al riesgo de suicidio de la depresión mayor y está asociado a la cronicidad y la comorbilidad frecuente con abuso de sustancias, trastornos afectivos, trastornos de ansiedad y trastornos de personalidad del grupo B.


http://www.psiquiatria.com/articulos/psiq_general_y_otras_areas/urgencias_psiq/29111/