sábado, 21 de agosto de 2010

Suicidio y Misericordia Divina (3)



Por Ma. del Rosario G. Prieto Eibl

Causas del suicidio: Turbulencia interior

Como se mencionó en párrafos anteriores, el suicidio es un hecho que se ha incrementado en los últimos tiempos, especialmente entre la juventud. Sin duda la falta de valores, de límites, de cimientos que estabilicen a la personalidad están afectando la vida de muchos niños, jóvenes y adultos. La institución familiar parece desintegrarse cada vez más pronto y se tambalea frente a tantos ataques de la sociedad sin que ésta se dé cuenta de que al terminar con la familia, se aniquila a sí misma, pues termina con su inicio la sociedad doméstica y con el ser humano.

“Cada cual es responsable de su vida delante de Dios que se la ha dado. El sigue siendo su soberano Dueño. Nosotros estamos obligados a recibirla con gratitud y a conservarla para su honor y para la salvación de nuestras almas. Somos administradores y no propietarios de la vida que Dios nos ha confiado. No disponemos de ella.” CIC, no. 2280.

“El suicidio contradice la inclinación natural del ser humano a conservar y perpetuar su vida. Es gravemente contrario al justo amor de sí mismo. Ofende también al amor del prójimo porque rompe injustamente los lazos de solidaridad familiar, nacional y humana con las cuales estamos obligados. El suicidio es contrario al amor del Dios vivo.” CIC, no. 2281.

Además tanto la persona, como la familia y la sociedad, todos, somos responsables de todos, estos problemas que afectan a los jóvenes, son problemas de interés social, no podemos deslindar la responsabilidad que se tiene ante cada muerte, ante cada suicidio. Todos somos responsables, de nuestra propia vida y también, de la vida de los que nos rodean, por lo que en la medida de nuestro alcance debemos luchar por ser mejores personas, establecer mejores familias y crear una mejor sociedad donde los jóvenes aprendan a amar su vida y no a vivir confundidos a tal grado de tomar decisiones tan equivocadas como quitarse la vida.

Los problemas sociales y psicológicos funcionan como detonantes de acciones como el suicidio, son hechos que impiden tomar decisiones adecuadas y verdaderamente libres.


Factores de riesgo

Los factores de riesgo que se han encontrado en el suicidio de adolescentes son: Una tentativa anterior de suicidio (el mejor indicador de todos); depresión, incluidos fuertes sentimientos de impotencia y desesperación (quizá el segundo mejor indicador); soledad; otros problemas psiquiátricos (algún trastorno conductual o personalidad antisocial); abuso de alcohol y de otras sustancias por parte del adolescente o de alguno de sus padres; sucesos estresantes (algún problema familiar serio, divorcio o separación); acceso y uso de armas de fuego; desintegración familiar; divorcio; violencia intrafamiliar; desilusiones amorosas; expectativas y presiones demasiado fuertes; baja autoestima, entre otros.

Aunque muchas personas que muestran estos factores no contemplan el suicidio ni lo intentan, estos factores proporcionan una advertencia oportuna de la posibilidad de que lo cometan.

En general, los adolescentes y adultos que tratan de suicidarse no están reaccionando ante un hecho negativo en particular. Por el contrario, el suicidio casi siempre se da dentro del contexto de problemas personales o familiares prolongados, pese a que el intento obedece algunas veces a un impulso momentáneo (Currant, 1987)


http://www.encuentra.com/articulos.php?id_sec=144&id_art=3351

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos los comentarios son bienvenidos, este es un espacio de escucha y oración.