3 razones poderosas para seguir viviendo
El diccionario de la Real Academia Española define al suicidio como una muerte voluntaria. La patología clínica del suicidio se definiría de la siguiente manera; "Las ideas del suicidio y las reacciones suicidas obedecen siempre a una perturbación grave de la afectividad, a un tema delirante u obsesivo o a desórdenes alucinatorios".
¿Eres candidato al suicidio o careces de motivación para seguir viviendo? ¿Cuáles son tus argumentos como para pensar suicidarte?.
El proceso que conduce a este acto detestable y para muchos de cobardía, es una dosis de fuerte depresión, una angustia inquebrantable, una obsesiva soledad, una severa falta de auto estima y un vacío espiritual que difícilmente le complace. El alcohol, el tabaco y las drogas son además un aparente refugio a estas debilidades, pero lo cierto es que sumergen al individuo a una cada vez mayor frustración cuyo desenlace siempre es fatal. El individuo piensa en el suicidio como meta de escape a sus problemas una vez que ha agotado todas sus esperanzas, y comete el acto cuando esas esperanzas ya no tienen sentido de ser para el. Un suicida es como una veleta en medio del océano que esta a punto del naufragio, pero mantiene una leve esperanza de que alguien llegara para salvarlo, aunque muchas de las veces cuando llega, siempre encuentra excusas para diluir toda esperanza de salvación.
Puedes no sentirte amado o puedes pensar que tú vida carece de sentido, o puedes estar sumido dentro de la más oscura soledad que hayas vivido jamás. Es una mentira que nadie te ame, y estas rotundamente equivocado si piensas que a nadie le importas. En cuanto a la soledad, puedes desearla y a veces detestarla, según tú estado de ánimo, pero el suicidio es la más grave equivocación que puedes cometer y en consecuencia, arrastrar en el proceso a personas inocentes que sufrirán tu partida, dejando de paso el peso de una cruel incertidumbre.
El diccionario de la Real Academia Española define al suicidio como una muerte voluntaria. La patología clínica del suicidio se definiría de la siguiente manera; "Las ideas del suicidio y las reacciones suicidas obedecen siempre a una perturbación grave de la afectividad, a un tema delirante u obsesivo o a desórdenes alucinatorios".
¿Eres candidato al suicidio o careces de motivación para seguir viviendo? ¿Cuáles son tus argumentos como para pensar suicidarte?.
El proceso que conduce a este acto detestable y para muchos de cobardía, es una dosis de fuerte depresión, una angustia inquebrantable, una obsesiva soledad, una severa falta de auto estima y un vacío espiritual que difícilmente le complace. El alcohol, el tabaco y las drogas son además un aparente refugio a estas debilidades, pero lo cierto es que sumergen al individuo a una cada vez mayor frustración cuyo desenlace siempre es fatal. El individuo piensa en el suicidio como meta de escape a sus problemas una vez que ha agotado todas sus esperanzas, y comete el acto cuando esas esperanzas ya no tienen sentido de ser para el. Un suicida es como una veleta en medio del océano que esta a punto del naufragio, pero mantiene una leve esperanza de que alguien llegara para salvarlo, aunque muchas de las veces cuando llega, siempre encuentra excusas para diluir toda esperanza de salvación.
Puedes no sentirte amado o puedes pensar que tú vida carece de sentido, o puedes estar sumido dentro de la más oscura soledad que hayas vivido jamás. Es una mentira que nadie te ame, y estas rotundamente equivocado si piensas que a nadie le importas. En cuanto a la soledad, puedes desearla y a veces detestarla, según tú estado de ánimo, pero el suicidio es la más grave equivocación que puedes cometer y en consecuencia, arrastrar en el proceso a personas inocentes que sufrirán tu partida, dejando de paso el peso de una cruel incertidumbre.
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