Un supuesto clave en TCD (Terapia Dialéctica Conductual) es
que los comportamientos autodestructivos son formas aprendidas que tiene la
gente para manejar emociones negativas intensas e intolerables. Las emociones
negativas como la vergüenza, la tristeza, el miedo y el enojo son una parte
normal de la vida. Sin embargo algunas personas parecen tener una particular
tendencia a presentar emociones negativas muy intensas y frecuentes. A veces el
cerebro humano simplemente esta "conectado" para sentir emociones
intensas como un equipo de música costoso esta "conectado" para
producir una serie compleja de sonidos. O puede suceder que severos traumas
emocionales o fisicos causen cambios en el cerebro hasta hacerlo mas vulnerable
a los estados emocionales intensos. Además los consultantes pueden presentar
desordenes afectivos –depresión mayor o ansiedad generalizada- que al no
responder a la medicación estándar los enfrenta a un mayor sufrimiento
emocional. Cualquiera de estos factores o cualquier combinación de ellos, puede
conducir a la vulnerabilidad emocional. Una persona emocionalmente vulnerable
tiende a tener reacciones emocionales rápidas, intensas y difíciles de
controlar lo que hace que su vida se parezca a una montaña rusa.
La vulnerabilidad emocional extrema rara vez es la única
causa de los problemas psicológicos. La mayoría de las veces un ambiente
invalidante es también necesario.
¿Qué es un ambiente invalidante? Generalmente el ambiente
está constituido por otras personas. "Invalidante" se refiere al
fracaso en tratar a una persona de una manera que le transmita atención,
respeto y comprensión. Ejemplos de ambiente invalidante puede variar entre una
falla en la articulación de las personalidades de hijos y padres (ej: un niño
tímido criado en una familia de extrovertidos que se burlan de su timidez); a
extremos de abuso físico o emocional. En TDC, creemos que el DPL surge de la
relación entre una vulnerabilidad emocional y un ambiente invalidante.
Volviendo al ejemplo del niño tímido: si sus hermanos se
burlan de él o lo fuerzan a participar en situaciones sociales que desea evitar
aprenderá a tener una rabieta para hacerles entender que realmente tiene miedo.
Si su timidez es solo tomada en serio después de un arranque, aprenderá, (sin
ser conciente de ello), que enojarse funciona. Él no ha sido “validado”. Las
formas de validación que se podrían haber incluido en este caso son enseñarle
que ser tímido es normal, que las personas tímidas tienen que trabajar muy duro
para superar la ansiedad social o se lo podría haber ayudado a aprender
habilidades para controlar la vergüenza de modo que no interfiera con su vida.
Este es un ejemplo relativamente común. Sin embargo, algunas
personas criadas bajo circunstancias de abuso o abandono, probablemente adopten
modos más extremos para que se las tome en serio. A causa de estar en
situaciones tan dolorosas, puede que incluso aprendan a enfrentar el dolor
emocional pensando en el suicidio, cortándose, restringiendo la ingesta de
comida, vomitando o con el uso de alcohol y drogas. Un círculo vicioso puede
comenzar: la persona esta verdaderamente triste y asustada, no tiene a nadie
que la escuche, tiene miedo de pedir ayuda o sabe que nadie va a responder y
entonces intenta suicidarse. Cuando su dolor es tratado seriamente en el
hospital, aprende (sin ser conciente de ello), que cuando intenta suicidarse,
otras personas entienden lo mal que ella se siente. Los intentos reiterados de
autolesionarse pueden resultar funcionales si son vistos como el único medio de
conseguir una mejor comprensión de otras personas.
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