sábado, 25 de agosto de 2012

Testimonio del Pastor Sergio Bobrow, un judío mesiánico que, a punto de suicidarse, se encontró con el Mesías Yeshúa.



"Supe desde muy joven, respecto a mi ascendencia rabínica. Uno de mis antepasados, considerado como un Tzadik (sabio, justo, erudito en las Leyes mosaicas), escribió en su pequeño pueblo natal de Rusia, una Toráh (Rollos de   la Ley).
Mi abuelo paterno, escapando de las persecuciones zaristas, la trajo consigo a través de toda Europa hasta llegar a este hermoso país radicándose en la provincia de Tucumán. Allí, junto a otros judíos  prominentes, participó de la creación de la Kehilá (Asociación Israelita Comunitaria) local. Mi padre nació en Ucrania, pero a los tres meses ya estuvo viendo suelo argentino."
"Mi niñez y juventud, estuvieron marcadas por las tragedias, y la muerte pasó varias veces a mi lado, sin llevarme. Sólo al año y medio de haber nacido, sobreviví 'milagrosamente' a un accidente tras nueve meses de internación y lucha. La recuperación fue larga y dolorosa, pero seguí adelante. A los siete años de edad, fui testigo de un accidente que le costó la vida a mi hermano de diez años, lo que trajo a mi hogar la destrucción espiritual y la separación de mi padre durante cuatro largos años en los que yo estaba solo."
"A pesar de todo esto, yo sabía que Dios debía 'estar en algún lado' pero... ¿Dónde?... 
Mi juventud, tras la reunificación 'física' de la familia, fue por ello una búsqueda incesante de ese Dios tremendo que no alcanzaba a tener conmigo. Amaba la vida y la creación, pero odiaba al mundo material e inmoral que cada   vez más, asesinaba sin misericordia al espíritu humano, al alma de cada ser."
"Mi formación cultural y espiritual, fue absorbida con sed insaciable por los diferentes medios judíos locales, donde participé de actividades y trabajé alcanzando varios escalafones de importancia. Pero yo quería algo más, yo necesitaba 'algo más', y no podía dejar de buscarlo.
Así, a la edad de veinte años me casé y me fui a vivir a Israel por seis maravillosos años, donde mi ser se enriqueció tremendamente. Allí fue donde mis inclinaciones humanísticas lograron manifestarse abiertamente, permitiéndome el ingreso incondicional al mundo del periodismo, una profesión   que abracé con pasión inigualable."
"Viví también la terrible Guerra de Yom Kipur, en el año 1973, pero una vez más, la muerte no pudo llevarme."
"Mi búsqueda de Dios, me llevó a conocer distintas religiones, y pseudoreligiones, que no lograban convencerme ni saciar la sed de mi alma."
"Así, agotado por las circunstancias, emprendí el regreso a la Argentina en el año 1979, aunque la muerte estaba esperándome una vez más. Mi padre tenía cáncer en los pulmones y su tremenda agonía dejó una terrible marca en mi corazón. Sumado a esto, al mes y medio fallecía en un accidente, un verdadero 'hermano del alma'." 
"Tuve que hacerme cargo de mi familia y de los negocios de mi padre. Tuve también que hacer operar a mi suegra de urgencia, ayudar a una cuñada que se moría por un accidente y -en ese increíble período- llegaron a mi vida mis primeras dos niñas adoptadas."
"Sentí que el mundo se me caía encima, y que era demasiado pesado para mí, y de esta manera comenzaron mis problemas psíquicos y emocionales. Los nervios parecieron apoderarse de mi vida con una furia increíble, por lo que llegué  a tratamiento médico y a pastillas calmantes, pero nada surtía efecto. Mi ser interior estaba destrozado."
"Por aquel año de 1981, conocí a un grupo de jóvenes de los cuales prontamente me hice muy amigo, pero tenían un solo defecto a mi parecer: hablaban mucho de Jesús y me decían constantemente que él era la única respuesta a mi vida."
"¿Jesús? ¿Para un judío? ¡Vaya locura!"
"Sin embargo, ellos tenían lo que me hacía falta: Paz verdadera y amor fraternal... Pero... ¿cómo podía ser que todo ello fuera por causa de Jesús?... ¡No!... ¡Imposible!..."
"Cierto día, falto ya de fuerzas para continuar y ante la incertidumbre más grande que nunca antes había vivido, decidí que debía buscar la manera de suicidarme. La idea rondó mi mente por un tiempo hasta que un día sábado, cuando no había nadie en mi casa, me encerré en mi habitación  para cumplir con mi cometido: quitarme la vida."
"Tendido en mi cama, comencé a planificarlo, pero de pronto, sentí dentro de mi una voz que me decía insistentemente: 'tanto me has llamado que aquí estoy'. Varias veces deseché esta posibilidad creyendo que eran mis propios pensamientos. Sin embargo, comprendí que... ¡Alguien me hablaba! ¿Sería Dios? ¿Era realmente posible que Dios estuviera allí?... 'Sí', escuché. ¡Oh, Dios!...Qué hago! - pensé una y otra vez- No puedo seguir así ¡No puedo más!   Ya me estoy volviendo loco."
"Aquí  hay alguien que puede ayudarte, que quiere ayudarte' - escuché dentro de mí- ¡NO! ¡No quiero a nadie! ¡No me digas que es Jesús!- casi exclamé - ¡Así no puedo! ¡No puedo! Sólo Tú, puedes ayudarme.
Yo era judío  ...  ¡Judío! ¿Cómo siquiera podía pensar en El, traicionando a mi familia, a mis antepasados, a mi religión, a mi pueblo amado, a Israel?... ¡No! ... ¡Nunca! ..."
"Pero, por un instante me ví tremendamente solo, abandonado, en un mundo oscuro y de tinieblas, ante la realidad del suicidio... y  quise gritar para que alguien escuchara... ¡Oh, Dios!... ¡Qué hago!..."
"Desesperado, confundido, angustiado, abatido, perdido, y falto de fuerzas dije interiormente... “¿Acaso es Jesús Tu hijo?” .No dije mas porque una gran paz me ganó el alma, inundando todo mi ser.  Desde ese preciso momento, supe que había encontrado a  Mi Dios, a  Mi Dios tan amado y alejado de mi vida por años, e hice un compromiso con él: 

“¡Jamás me alejaré de tus caminos!... Enséñame a decirle al mundo que Tú eres real , que vives, y que Jesús es real y verdadero”.
"Con el tiempo, comprendí que Jesús, en realidad: Yeshúa, era y es el Mesías verdadero prometido al Pueblo de Israel, que no hay nada más judío que el evangelio, que los primeros cristianos fueron todos judíos, que la salvación viene por los judíos."
"Comprendí, que yo había sido transformado en un judío completo, que no me había convertido a una nueva religión, sino que había vuelto a contactarme con mi Dios, el verdadero, el Dios de Israel."
http://www.shalomjesus.com.ar/testimonio.htm

2 comentarios:

  1. Que Elohim lo bendiga ricamente, es un deseo en El Nombre de nuestros Señor Yeshua, amado ha sido pegado en M.I.E.
    Gracias y siga siendo de bendición para todo judío y gentil como lo es Jesús.

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    1. Agradecido y humildemente recibo su bendición de parte de Dios y la extiendo a todos los sufrientes que acuden a este blog en busca de oracion y de una palabra de consuelo que los levante de la postracion en que viven. Todo para mayor Gloria de Dios.

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