miércoles, 19 de marzo de 2014

El diez por ciento de la población tiene ideas repetidas de suicidio

“El suicidio es una eventualidad angustiosa y dura pero relativamente frecuente”. La frase corresponde a José Guimón, médico psiquiatra de Avances Médicos, S.A. (AMSA) y coordinador del curso de formación organizado por la Fundación de Estudios Sanitarios-Osasun Ikaskuntza Fundazioa bajo el lema “El suicidio y la urgencia”. Guimón asienta esta sentencia en datos sólidos, reales. “Hasta un diez por ciento de la población tiene ideas muy repetidas de suicidio. Esto significa que todos ellos lo intenten pero sí que la tendencia está ahí, latente. En realidad sólo una pequeña parte llega a la tentativa de suicidio”.

La OMS habla de una media de 190 tentativas de suicidio por cada 100.000 habitantes y de una consumación de 15 de ellos aunque los números fluctúan. Por ejemplo, en EE.UU. lo logran 12 de cada 100.000 mientras que en algunos países nórdicos esa consumación alcanza a los cien suicidas.

El médico psiquiatra puntualiza que las tentativas son más frecuentes en mujeres que en hombres, si bien es el género masculino quien tiene más “éxito” a la hora de consumar la acción. La estadística aclara que la franja de edad de mujeres que va entre los 15 y los 24 años y de hombres entre los 25 y los 34 años recogen el mayor índice de primeros intentos.

Desde la consideración de que la inmensa mayoría de quienes intentan suicidarse acaban siendo tratados en hospitales generales por médicos de Atención Primaria, Guimón apunta una serie de parámetros que han de tenerse en cuenta para su tratamiento de urgencia. “En primer lugar, claro está, salvarle la vida al paciente. Curarle la herida, reanimarle, hacerle un lavado de estómago… ¡Lo que sea! Hay que considerar que el 80% de quienes intentan suicidarse escogen la vía de la intoxicación por medicamentos, quizás porque resulte la fórmula menos violenta de todas”.

Guimón habló sobre la existencia de mitos falsos como el del “perro ladrador poco mordedor”. Quien anuncia que quiere suicidarse acabará intentándolo. No es el único punto a tener en cuenta. Existen también la corriente que apunta a que algunos suicidas buscan llamar la atención, manipulan y manejan a su entorno para que éste les haga caso. Hay que tener mucho cuidado con estas cuestiones. Es cierto que en ocasiones puede darse algún episodio de este tipo, pero no lo es menos que también intentan suicidarse y que, en un porcentaje, lo consiguen.

La teoría de que algunas conductas suicidas son hereditarias no pertenece al mundo de los mitos sino de las realidades. Existen algunas enfermedades depresivas y esquizofrénicas en las que se detectan niveles bajos de serotonina, una sustancia que está relacionada con las tendencias suicidas y cuya ausencia predispone al mismo. En el caso, sobre todo, del trastorno bipolar (enfermedad hereditaria), estos niveles bajos se acucian en la fase depresiva y eso hace que se hayan detectado cuadros de familias con numerosos antecedentes suicidas.

Por todo ello, los médicos de Atención primaria deben valorar factores de predicción y establecer un contacto de empatía con el suicida que ingresa en urgencias.


http://www.psiquiatria.com/noticias/psiq_general_y_otras_areas/urgencias_psiq/suicidio/30742/

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