Unas jornadas organizadas por Lundbeck revelan que
el diagnóstico del trastorno bipolar tarda en realizarse hasta 10 años
desde el inicio de los síntomas y un 69% de los diagnósticos es
incorrecto.
El doctor José Manuel Montes, jefe de sección de
Psiquiatría del Hospital Universitario del Sureste de Madrid y uno de
los coordinadores de las Jornadas VIII Jornadas Formativas para
Residentes de Psiquiatría, organizadas por Lundbeck España,
ha señalado que "el diagnóstico del trastorno bipolar tarda en
realizarse en la práctica clínica hasta casi diez años desde el inicio
de los síntomas. Los diagnósticos que más frecuentemente reciben estos
pacientes son el de trastorno depresivo mayor, trastornos
de ansiedad, esquizofrenia y otras psicosis, así como trastornos de
personalidad".
Hasta el 69 por ciento de los pacientes con
trastorno bipolar son diagnosticados incorrectamente, el 70 por ciento
de ellos entre una y tres ocasiones, según los resultados de la 2000
National Depressive and Manic-Depressive Association
(DMDA) Bipolar Survey.
Montes explica que "las dificultades en reconocer
síntomas de manía/hipomanía o síntomas mixtos, tanto por los
profesionales como por los pacientes, la amplia variedad de formas
clínicas posibles, lo que obliga a la realización de un adecuado
diagnóstico diferencial con otras entidades como el trastorno por
déficit de atención e hiperactividad, psicosis, ansiedad....", , para
quien "el hecho de que la forma de presentación más frecuente del
trastorno bipolar sea la clínica depresiva tampoco ayuda
al diagnóstico".
Sin embargo, la correcta identificación de estos
pacientes resulta fundamental también a la hora de poder realizar un
adecuado tratamiento farmacológico, evitando la utilización de
antidepresivos en monoterapia que provoquen un empeoramiento
de la evolución del trastorno a corto y largo plazo.
"El tratamiento integral del paciente con trastorno
bipolar se basa en la combinación del tratamiento farmacológico con un
tratamiento psicoeducativo que permita al paciente llevar una vida
normal o "casi normal" adaptándose a las circunstancias
que comporta la enfermedad", asegura el doctor Eduard Vieta, jefe de
servicio de Psiquiatría y director de la Unidad de Trastorno Bipolar del
Instituto de Neurociencias del Hospital Clínic de Barcelona.
En opinión del doctor Vieta, "somos muy
contundentes a la hora de tratar la enfermedad, pero por espacios
demasiado cortos de tiempo. Nos iría bien mayor formación y mayor
sutileza y continuidad en el manejo de los fármacos. También sufrimos
dificultades para integrar los tratamientos psicológicos con lo
farmacológicos y problemas derivados de tener dos redes disociadas, una
para salud mental y otra para adicciones, cuando muchos pacientes
presentan patología dual".
Además, el TB puede disminuir la esperanza de vida
entre 13 y 30 años, ya que en el trastorno bipolar, la mortalidad está
relacionada con causas no naturales, como el suicidio o los accidentes,
pero más aún con causas naturales, fundamentalmente
problemas cardiovasculares y endocrino-metabólicos. Las enfermedades
que con más frecuencia se presentan en el paciente con trastorno bipolar
son la obesidad mórbida, la diabetes mellitus y las enfermedades
cardiovasculares, entre otras. Los problemas de abuso
de sustancias, incluyendo el alcohol, son mucho más frecuentes en el
paciente con trastorno bipolar que en la población general, y esto
también conlleva un alto riesgo de morbi-mortalidad.
Para Vieta, "es imprescindible abordar y prevenir
estos problemas de salud física desde el inicio de la enfermedad
bipolar, sin esperar a que estas complicaciones se desarrollen
posteriormente".
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