domingo, 3 de noviembre de 2013






Antes de averiguar lo que es la bondad debes perder cosas, sentir que el futuro se disuelve en un instante, como la sal en un caldo aguado.
Lo que sostenías en la mano, lo que contabas y cuidadosamente ahorrabas, todo esto debe desvanecerse para que sepas lo desolado que puede ser un paisaje entre las regiones de la amabilidad.
...Como nos dejamos llevar pensando que el autobus nunca va a parar, los pasajeros comiendo maíz y pollo mirando eternamente por las ventanillas...
Antes de aprender la tierna gravedad de la amabilidad, tienes que viajar hasta donde el indio con el poncho blanco yace muerto en un lado del camino.
Tienes que ver cómo el puedes ser tú. Como el también fue alguien que viajó por la noche con planes y el simple aliento para mantenerlo vivo.
Antes de reconocer en tu interior la bondad como lo más profundo, tienes que conocer el dolor también como lo otro más profundo. Tienes que amanecer con dolor. Tienes que hablarle hasta que tu voz atrape el tejido de todas las penas y puedas ver el tamaño de la tela.
Entonces, solo entonces, la bondad tiene ya sentido. Sólo la bondad ata tus zapatos y te lanza al día para ir a correos y comprar el pan, solo la bondad levanta la cabeza desde la muchedumbre para decir: eres tú a quien he estado buscando.
Y entonces va contigo a todos lados como una sombra o una amiga.

-Naomi Shihab Nye-

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