El número de muertes por suicidio
en el mundo aumenta cada año, a pesar las recomendaciones de la Organización
Mundial de la Salud, y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia
(SEMG) reivindica que el médico de Atención Primaria podría colaborar a reducir
las tasas de suicidio, al estar en contacto directo con el paciente y su
entorno. La SEMG recuerda asimismo que el papel de los medios de comunicación
también podría ser clave, aportando naturalidad y sensibilidad al hablar del
suicidio en lugar de evitarlo para reducir el efecto contagio.
Cada 40 segundos muere una
persona en el mundo por suicidio. Este es, según la Organización Mundial de la
Salud (OMS), un problema de Salud Pública de primer orden. En 1980 se cuantificaron
1 millón de muertes anuales por suicidio, lo que supone más que el total de
fallecidos por guerras, conflictos armados y otros homicidios, y aún se estima
que aumentará hasta 1 millón y medio en 2020. Así lo ha recordado el doctor
Fernando Gonçalves, coordinador del Grupo de Salud Mental de la Sociedad
Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) quien defiende que el papel
del médico de Atención Primaria es fundamental para la prevención del suicidio,
e insiste en la importancia de la formación de los profesionales para reducir
estas cifras.
En España, la tasa de suicidio es
bastante baja comparada con las del resto de países de Europa. El Instituto
Nacional de Estadística cifró en poco más de 3.100 (7,6 por cada 100.000
habitantes) el número de suicidios en 2012, la menor tasa de los últimos 17
años, explica el Dr. Gonçalves, quien matiza que sin embargo los especialistas sitúan esta
cifra en 4.500 (10,7/100.000). Aún así, esta tasa es mucho menor que la de los
países que nos rodean. En Rusia o Lituania, los dos países europeos con mayor
número de suicidios, presentan una tasa hasta cinco veces superior a la
española.
El médico general y de familia,
como puerta de entrada y primer eslabón de la asistencia sanitaria, y siendo
profundo conocedor de sus pacientes, de su entorno socioeconómico y cultural,
goza de una posición privilegiada para ofrecer mayor eficiencia en la
detección, valoración y seguimiento de los pacientes con riesgo de suicidio.
Para el Dr. Gonçalves, la figura del facultativo de Atención Primaria debería
estar incorporada en los planes de prevención del suicidio del Sistema Nacional
de Salud (SNS), dado que la detección de ese riesgo elevado es el primer deber
del médico de familia y constituye el primer paso esencial en la prevención del
suicidio. Una prevención que es posible, asegura el responsable del Grupo de
Salud Mental de la SEMG, matizando que para ello el profesional debe estar bien
formado en este campo, y por ello esta sociedad científica ha incluido también
este año una sesión específica de puesta al día en el programa científico de su
XX Congreso Nacional.
El papel de los medios de
comunicación
“El suicidio sigue siendo no un
tema tabú, sino el único tema tabú en nuestra sociedad hoy día”, se lamenta el
Coordinador del Grupo de Salud Mental de la SEMG. “Hay que tratarlo sin miedo,
con la misma sensibilidad que hablamos de los muertos en accidentes de tráfico,
que por cierto suponen la mitad de casos que de suicidio”.
El Dr. Gonçalves hace una llamada
a la responsabilidad de los medios: “El efecto contagio existe, pero hay que
evitar ese halo de misterio. Los medios han de informar de la realidad, y por
tanto desmitificar y clarificar. Todo lo relacionado con el suicidio hay que
verlo con perspectiva y seriedad, sin tabúes ni banalidades”.
El XX Congreso Nacional de
Medicina General y de Familia se celebra estos días en el Palacio de Congresos
de Zaragoza, donde alrededor de 2.500 médicos generales y de familia se dan
cita para actualizar sus conocimientos y habilidades, conocer las últimas
novedades terapéuticas, compartir experiencias y debatir sobre los numerosos
temas que afectan a su profesión.
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