sábado, 5 de mayo de 2018

Quería tener padres pero no los tenía. Frecuentemente pensaba en suicidarme.



Quería tener padres pero no los tenía.
Mi nombre es Indira Monika Dizdar – provengo de una familia musulmana. Toda mi familia practica el Islam. Yo me convertí hace cinco años. Ahora tengo 18 años. Jesús me cogió de la mano y me condujo por un gran puente – desde el Islam hacia el Cristianismo. ¡Estoy feliz de que Jesús me haya elegido entre tantos de mis familiares y me haya mostrado el camino correcto!. Desde el principio fui una niña no deseada. Mi madre dio a luz fuera del matrimonio, quiso abortarme pero era demasiado tarde así que tuvo que darme a luz. Mi padre me abandonó nada más ser concebida y nunca le vi. He pasado mi vida con mi abuela y con mi abuelo. Ha sido doloroso crecer sin padres. También era rechazada por el círculo de niños de mi edad porque era huérfana. Así pues mi infancia fue un indicio de alienación y de soledad. Cuando tenía 12 años, mi madre me llevó a vivir con ella. Vivía por entonces con un hombre. Para mi fue otro shock. No quería vivir con ese hombre que no era mi padre. A los cinco días de vivir con él, me di cuenta que era un alcohólico. Cada dos días llegaba a casa borracho, y gritaba y rompía cosas volviéndose un salvaje. Llegué a desesperarme. Tenía miedo de mi padrastro. Mi madre y yo misma éramos extrañas la una para la otra. Estaba más sola que nunca, frecuentemente pensaba en suicidarme. Mi vida no tenía sentido. No quería vivir más. ¡No tenía a nadie! Sólo dolor en mi corazón, tristeza , noches en vela, y muchas lágrimas y ¡eso era todo!. Todo el mundo en el pueblo sabía con quien vivía y tenían compasión de mi. Quería tener amigos pero no los tenía. Quería tener padres pero no los tenía. Quería una sonrisa, ¡pero no la tenía!. Un domingo me acerqué a un grupo de gente que estaba yendo hacia la iglesia. Les seguí. Todos me miraban confundidos. ¿Cómo es que yo, una niña de una familia musulmana, va a la iglesia y especialmente procediendo de una familia tan poco honorable?. ¡Era extraño para todos!. Pero entré en la iglesia sin dudarlo y asistí a la misa. Después de ello tranquilicé. Sentí en la iglesia fortaleza, ¡algo que me llenaba!. Mi madre se enteró de que había asistido a la misa y ella se enfadó conmigo. Pasado un tiempo le dije a mi madre que quería ser bautizada. No lo aceptó, lo cual es normal dado que es una mujer musulmana. Pero le dije que estaba decidida a ello y que me bautizaría y que eso era todo. Tenía entonces 13 años. ¡Recibí los sacramentos y la fe católica para siempre!. Mi madre, todavía hoy no está de acuerdo conmigo, pero lo más importante es que ¡Jesús está de acuerdo conmigo!. Después de la escuela primaria empecé a pensar a qué convento iría. Cuando se enteró de ello mi madre se opuso fuertemente. Pero le dije con valentía: “¡yo voy!” y me fui. Estuve durante 4 años en el convento. Me gradué en la escuela médica secundaria (enfermera). Mi padrastro todavía bebe hoy día. Mi madre ha tenido con él tres hijos. No están casados. Hay mucha desunión y ¡el diablo está en esta familia!. Aunque siempre tuve sentimientos de inferioridad, nunca sentí el amor de la familia, y frecuentemente me apeno por ello. Tengo la mayor felicidad –¡A Nuestro Señor Jesucristo! ¡Quiero ser completamente suya!. Leí sobre su ayudante Joseph de Alemania. Yo tampoco había experimentado que alguien me llamase “Hija mía”. Procedo de una familia musulmana. ¡Nuestro Dios es un Dios poderoso!. Padre James me gustaría muchísimo ir con usted por el mundo y decirle a todos que nuestro Dios ¡es un Dios poderoso!. Me gustaría ser su ayudante, se que quizá esto es imposible pero con todo lo intento. Me gustaría estar cerca de usted y ayudarle. Creo que Jesús quiere que me encomiende a mi misma en sus oraciones. ¡El mayor regalo sería para mi sería el recibir respuesta a esta carta o testimonio o petición!. Jesús me ha dado otras muchas cosas en mi vida. Un padre carismático me dijo: “serás un puente entre el Islam y el Cristianismo!” Yo quiero convertirme en ese puente.
Jesús me dijo durante ese seminario que tenía que ponerme en contacto con usted y esto es lo que estoy haciendo. Sólo Jesús sabe el porqué. ¡Quizá se lo haya dicho!.
Espero su respuesta. Rezo por usted y a diario le doy gracias a Jesús.

Su hija en Jesucristo, Indira Monika Dizdar. ¡Estoy lista para lo que Jesús quiera de mí!¡Que el Señor le bendiga!
Espero que consiga el mayor y el mejor regalo - ¡su respuesta!

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