Por : Gregorio Prieto
15-Jul-2016 07:27 - Las víctimas de violencia sexual pueden
salir del trauma y no pensar en el suicidio o convertirse en agresores con una
psicoterapia oportuna y una red de apoyo, que conformarían familiares y amigos.
Desafortunadamente gran parte de estas no acuden con un experto.
Ailyn Delet Loya Loya, coordinadora del área de Psicología
de la Fiscalía de Atención a Víctimas del Delito, explicó que cada una de las
víctimas, pese a que se trate del mismo delito, tiene diferente comportamiento;
algunas incluso no necesitan de apoyo.
“Hay mujeres muy resilientes, que llevarán sus procesos de
una manera distinta, pero es importante y recomendable que se sometan a un
proceso de psicoterapia precisamente para trabajar con todos los síntomas que
se deriven de esta situación estresante”, mencionó.
Esta primera intervención con Atención a Víctimas, mencionó
la experta, está encaminada precisamente a que la persona vaya acomodando este
suceso, la crisis, y que pueda seguir con sus actividades cotidianas. Depende
de cada caso recurrir a más sesiones después de un proceso más largo; otros lo
hacen en poco tiempo.
“Las agresiones sexuales pueden generar pensamientos
suicidas en las víctimas, que se combate en terapias breves en una primera
intervención. En ocasiones el dolor emocional es tan fuerte que las personas
tienen esta idea suicida y algunas pues llegan a tener intentos de suicidio,
por eso es importante que se trabajen psicoterapias desde un inicio para que
esa ansiedad o afectación emocional vaya disminuyendo y no se vean afectadas en
su integridad física y emocional.
Independientemente del delito, cada persona tiene diferente
personalidad y enfrenta las situaciones difíciles de una forma muy distinta. De
dos personas que son víctimas de violación, es probable que reaccionen de una
forma muy distinta, pues también depende de los recursos que se tengan, el
apoyo.
“Se le llama red de apoyo a la que conforman la familia y
amigos; cuando es muy firme es probable que salga muy rápido de esta situación
que una que se encuentra afectada emocionalmente, y que aparte no tiene mucha
gente con quién contar. Depende de la persona que tengamos enfrente la terapia
que debamos utilizar, pues hemos tenido víctimas de violación que han logrado
salir muy rápidamente”, señaló.
“En menores de edad depende de cómo fue el suceso, quién fue
el agresor, la temporalidad en la que sucedió el hecho, pues a veces puede ser
en una única ocasión, puede ser un abuso que se prolonga varios años. Si se
atiende a un menor de siete años en una primera intervención o apoyo
psicológico, a los 14 o 15 es probable que necesite otra terapia porque es otra
etapa de la vida”, explicó.
Comentó que a lo largo de la vida se atraviesan diferentes
etapas y, cuando llegan a esas, puede ser que un evento que les sucedió en la
infancia retome otra vez vida de alguna forma, aunque no son recaídas, pero se
enfrentan a otras cosas.
Una persona que fue víctima de violación en la infancia no
necesariamente de adulto se convierte en un agresor, es hasta cierto punto una
creencia que se puede manejar, de acuerdo con la coordinadora.
“Si es menor de edad, es necesario que los papás le crean,
apoyen y se den cuenta que derivado de eso se van a presentar muchos síntomas;
luego empezamos a etiquetarlos, porque a veces no nos hacemos conscientes como
adultos de que a veces todos esos síntomas son derivados de esta afectación o
situación.
Hacemos todo el esfuerzo para que acudan a terapia, cómo se
hace, cuando la persona llega al área de psicología del Cejum. Si las
compañeras advierten que la persona está en algún tipo de riesgo se comunican
con nosotros para agilizar el proceso. Todas hacen la cita, pero muchas ya no
regresan; cuando faltan la primera vez las buscamos una segunda para que
aprovechen el apoyo al que tienen derecho, pero mencionan que no pueden asistir
por alguna situación y no se les obliga”, señaló.
Expuso que las personas a veces tienen su propio recurso
para salir adelante de algunas situaciones, pero otras que no acuden a terapia
siguen presentando síntomas y ahí los van rezagando y no tienen una completa
mejoría.
“Las personas que acuden a terapia sí logran acomodar este
suceso porque es algo que definitivamente no se puede olvidar, entonces lo que
hacemos es únicamente acomodar eso en su vida, de tal forma que no afecte en el
trabajo diario, que se pueda ser funcionales en toda la esfera de su vida, en
el área familiar, social, laboral; después de un caso como este se ven
afectadas. Las que no lo hacen entran en una crisis psicológica y emocional
impresionante, entonces a veces dejan de acudir a sus trabajos, de quererse
relacionar con la familia, los amigos”, dijo.
En este año van 39 víctimas de abuso sexual en Chihuahua
capital y 14 por violación en la Zona Centro, de acuerdo con la FEM.
La autoridad realizó el arresto de 24 presuntos responsables
y los llevó ante un tribunal, pero 15 siguen prófugos.
En el 2015 las víctimas fueron 154 personas por abusos
sexuales y 14 por violación.
Los datos históricos de la FEM refieren que se han logrado
474 sentencias condenatorias en delitos sexuales: 269 en la zona norte, 146 en
la centro, 30 en la sur y 29 en la occidente.
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