miércoles, 29 de octubre de 2014

Prevención del suicidio en ancianos

Por Wanda Y. Domenech González
Estudiante en adiestramiento
Programa Graduado de Consejería
Universidad Central de Bayamón - Puerto Rico




¿Recuerda cuándo escuchó por primera vez la palabra suicidio o intento del acto? ¿Está al corriente de que las personas que idean suicidarse presentan señales características antes de llevar a cabo el acto letal? ¿Sabe que el suicidio es prevenible? Es posible que usted tenga las respuestas a todas estas preguntas… quizás no.

No obstante, conozca que la Organización Mundial de la Salud define suicidio como “el acto deliberado por el que un sujeto se causa la muerte con conocimiento o expectativa de un desenlace fatal” (OMS, 2006). Asimismo, este organismo reporta que las tasas de incidencias en suicidios copa uno de los problemas de más alto crecimiento en la salud pública a nivel mundial, cuando así se le compara con las muertes resultantes por actos de homicidios y guerras, (OMS, 2004), según declarado por la Dra. Catherine Le Galès-Camus, en otrora Sub-Directora General de la OMS para Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental.

Más aún, cuando la palabra suicidio se relaciona con envejecientes ¿cómo le impresiona el término? Pues bien, de rienda suelta a su imaginación y cree un escenario suponiendo que se acerca a usted una persona de edad mayor que le expresa tener una situación en particular de conflicto personal. Imagine cuál problema y abunde en el mismo. Ante dicha situación, el envejeciente le expresa que “mi familia estará mejor sin mí”, “nada me causa placer”, “no tengo por qué o por quién vivir” y le añade que se siente muy triste y en completa soledad. Asimismo, usted observa que esta persona se ve físicamente decaída y descuidada. ¿Podría identificar si esta persona refleja características de un comportamiento suicida?
Señales de Peligro

Es factible que usted desee conocer más detalles sobre la prevención del suicidio para ayudar a alguna persona que enfrente una situación similar a la antes conjeturada. Si es así, considere seriamente cuando se observan las siguientes señales de peligro que podría estar manifestando una persona que está pensando en el acto suicida como una medida de escape a su sufrimiento emocional:

• cambios súbitos en el estado de ánimo
• incapacidad para concentrarse
• pérdida o ausencia de amigos
• repartición de objetos muy queridos
• cambios en los hábitos de comer o de dormir
• comportamiento pasivo o agresivo
• miedo a la separación
• uso de alcohol y drogas
• autoestima baja
• desesperación y desesperanza
• entre otros indicativos

Comportamiento Suicida

Igualmente, esté al tanto de que la conducta auto lesiva envuelve cuatro áreas de clasificación, estás son:

• Ideación – es la etapa donde la persona tiene pensamientos recurrentes sobre su deseo de morir y donde se planifica realizar el acto.
• Amenaza – en esta fase el individuo expresa de forma verbal o escrita su deseo de quitarse la vida.
• Intento – es la penúltima etapa caracterológica de la conducta suicida donde la persona realiza un acto nocivo o varias tentativas con el propósito de autolesionarse con la finalidad de morir.
• Muerte – el individuo es avasallado por su crisis emocional, llevándolo a consumar el pensamiento suicida a un acto letal.

La crisis emocional es un estado a nivel cognitivo donde el individuo experimenta una etapa de inestabilidad, produciendo así sensaciones de desesperación y desesperanza por no encontrar salida al conflicto que le está agobiando. Este estado de desequilibrio lleva a su vez a la desconexión del envejeciente con su entorno y en consecuencia se va excluyendo poco a poco de la sociedad hasta llevarlo a un estado de vulnerabilidad e indefensión (Sue, D., Sue, D. W. & Sue, S., 2010).

Es un hecho que todos los individuos van experimentando cambios en sus distintas etapas de vida. En el contexto de vida el adulto mayor se enfrenta a múltiples transiciones y situaciones como lo es la viudez, pérdidas de familiares o amigos, enfermedades, disminución de ingreso, recortes en el seguro de salud, problemas económicos o de vivienda, entre otras. Estas circunstancias de vida son afrontadas de maneras distintas por los envejecientes. Esta etapa puede ser una de aceptación a su realidad, en la cual marca una ruta en la búsqueda de enriquecerse emocionalmente a través de nuevas experiencias, retos, las cuales lo lleven a la individualidad y encontrar sentido de sí mismo dentro de su escenario existencial (Rovira, 1997). Por otro lado, esta etapa puede ser recibida con resistencia y apatía llevando al adulto mayor a la disgregación de su entorno conduciéndolo a experimentar sentimientos, pensamientos y comportamientos de minusvalía, los cuales se manifiestan a través de expresiones verbales derrotistas, negatividad o pensamientos recurrentes de ideación suicida. Asimismo, pueden presentar sintomatologías físicas como el cansancio, ansiedad, depresión, entre otras condiciones de salud. Por lo tanto, la importancia de la detección y prevención en crisis es lograr una intervención a tiempo para salvar vidas.
Mitos sobre el suicido

Conozca que existen varios mitos sobre el suicidio, entre los cuales se encuentran los siguientes como los más comunes:

• Las personas que manifiestan suicidarse no llevan a cabo el acto.
• El suicidio se realiza sin previo aviso.
• Los que comenten el acto suicida son personas con trastornos mentales.
• Las personas suicidas están firmes en que desean quitarse la vida.
• Luego del intento suicida desisten de intentarlo nuevamente.
• No se debe preguntar si la persona está pensando en suicidarse.
• Entre otros.

Recomendaciones de prevención

Cuando se identifica a un potencial suicida, se recomienda tomar las siguientes medidas para ayudar a la persona que está atravesando una crisis emocional:

• No evada la responsabilidad de atender la necesidad de la persona.
• Escuche atentamente lo que el individuo le expresa sobre su crisis y esté atento ante cualquier señal que se perciba como peligro.
• Facilite la expresión de las emociones de la persona que está en crisis.
• No deje sola a la persona que presenta un comportamiento lesivo o que le está expresando verbalmente su intención suicida.
• No tome a broma la situación de crisis emocional que la persona está experimentando.
• No regañe, confronte o rete a la persona.
• Busque y canalice la intervención inmediata por un profesional de ayuda para la persona con ideación, amenaza o intento suicida.

La prevención envuelve identificar asertivamente el comportamiento suicida y actuar a tiempo para evitar una muerte.
Beneficios de la consejería profesional

El adulto mayor que elige la consejería profesional como alternativa para manejar su crisis, tendrá una opción terapéutica para ventilar su conflicto de forma confidencial, además, de encontrar seguridad emocional para validar sus sentimientos a través de un servicio estructurado y profesional. Igualmente, la consejería profesional le proveerá en cada intervención las herramientas necesarias para identificar, manejar, buscar alternativas y soluciones viables que redunden en bienestar y paz, encaminadas a alcanzar la estabilidad emocional para enfrentar con calidad la etapa presente de su ciclo de vida.

Fuente: http://diariodepuertorico.com/2014/05/prevencion-de-suicidio-en-envejecientes/

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