sábado, 13 de agosto de 2011

Un poema de Cecília Meireles para Leonor Gómez, abuela de Leonor, que murió esta madrugada VIGILIA



VIGILIA



El compañero ha muerto, y cómo
todos nosotros morimos
un poco.

El valor de nuestras lágrimas
por el que perdió la vida
es nada.

Amarlo, en esta tristeza,
es suspiro en una selva
inmensa.

Sólo la fidelidad
al compañero perdido.
¿Y qué más?

Dejarnos morir un poco 
por aquel que estamos viendo
todo muerto.



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