"Voy a ti Señor como mi Liberador. Tu sabes todos mis problemas, las cosas que me atan, que me atormentan, que me asedian. Me suelto de todo espíritu de las tinieblas, de cualquier influencia maligna y de toda atadura demoníaca, de todo espíritu inmundo que esta en mi.
Yo ordeno a todos los espíritus demoníacos que me dejen ahora, en el Nombre de Jesucristo. Confieso que mi cuerpo es templo del Espíritu Santo, redimido, limpiado y santificado por la Sangre de Jesús. Por lo tanto, Satanás no tienes ni lugar ni poder en mí ya que soy libre a través de la Sangre de Jesús."
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos los comentarios son bienvenidos, este es un espacio de escucha y oración.