Hasta que una noche…
Terminado de drogarme, faltando 30 días para la fecha de admisión para las Fuerzas Armadas y terminando de escuchar algunas bandas de Black metal, Dios decidió ponerle fin a mi infernal trayectoria de Satánico. La noche del día 6 de junio del
Era tanto el dolor solo pude pensar en Cristo. Con el dolor y sorprendido y, a la vez, desilusionado de las mentiras del maligno, grité a fuerte voz! Dios Mío, Dios Mío, perdóname, perdóname, muéstrame tu misericordia y tu compasión, dame una segunda oportunidad como todos nos la merecemos, sácame de este horrendo lugar, perdóname, Dios mío, ten misericordia de mi, perdóname Cristo, perdóname!
Y de esta forma, estando en aquel lugar infernal, cerrados los ojos para no ver tanta maldad y putrefacción inmunda, desperté todo sudado y confundido de lo que había pasado. Este fue el designio de la misericordia divina para conmigo. Finalmente recibí el perdón, la misericordia, y la oportunidad de una nueva vida renovada en la que, al final, CRISTO VENCIÓ.
!Aleluya!
Shalom, Hermanos
!Que la paz sea con ustedes!
Amén.
Hemos omitido los detalles escabrosos que pudieran herir la sensibilidad de los lectores más sensibles. Pero si alguno se atreve a leerlos puede hacerlo en el enlace siguiente: http://www.foroekklesia.com/showthread.php?t=33273
Pero le advertimos que puede herir su sensibilidad.
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