Mi testimonio. De satánico a cristiano (3)
La música tocada por Lucifer poco a poco me fueron transformando en un ser oscuro de fuerzas negativas y mente endemoniada. Me fui interesando en religiones como el Satanismo conociendo profetas satánicos como Anto Szandor Lavey, Aliester Crowley y adoptando sus cábalas y demás sistemas filosóficos. Acumulé mucho material de brujería, magia negra, literatura y pergaminos de origen extraños. Practiqué
Durante el transcurso en esta oscuridad, buscando el extremismo satánico, incursioné en todo tipo de blasfemia: visitaba las iglesias para burlarme de los cristianos y profanaba los templos blasfemando en contra de Cristo y Dios. Pasaba noches enteras profanando los cementerios. Tenía tanto odio en mí hacia los cristianos que quería matar sacerdotes. Siempre quería drogarme y emborracharme, y estas costumbres destruían gran parte de las neuronas de mi cerebro, fumé cigarros de todo tipo. Realizaba ritos satánicos que incluían sangre humana que compraba en los bancos de sangre. Veía mucha pornografía, era un enfermo pervertido empedernido con la pornográfica: sadomasoquista, lesbianismo. Me gustaba el dolor; me hacia fisuras con navajas en mi cuerpo para sentir el dolor. Me fui encerrando cada vez más en un mundo bastante cargado de Satanismo y oscuridad, hasta el punto de aceptar a Satanás y
Durante mi búsqueda de Satanás y la oscuridad, a los que consideraba mis correligionarios los invitaba a realizar atrocidades como robar bancos, matar militares y robarles el armamento, robar autos, robar puntos de drogas. También les sugería realizar atrocidades como matar y golpear cristianos, robar y quemas iglesias, profanar y quemar cementerios, drogarnos, pero esos supuestamente los satánicos decían que yo estaba loco, lo que me llevó a pensar que me encontraba solo en los caminos de Satanás y las tinieblas. No ejecutaba tales actos, porque no quería hacerlo solo, porque las autoridades militares me asesinarían y no se hubiese cumplido mi objetivo.
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