Septiembre, es un mes depresivo como pocos: por el fin de los amores veraniegos, por el cambio de estación, la vuelta de vacaciones al trabajo, las separaciones matrimoniales, los gastos extras, porque empieza a refrescar y las noches son más largas. Por eso, todos los días de este mes os ofrecemos unas meditaciones sobre mi amiga Eva, que dio un paso hacia la nada hace diez años. Espero que os levanten el ánimo.
Quise morirme; pensé suicidarme pero el Señor Jesús me salió al encuentro... y ahora vivo
lunes, 1 de septiembre de 2008
Un mes con Eva (1)
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