lunes, 29 de abril de 2013

Una de cine: Bellos suicidios.


Crítica de JERÓNIMO JOSÉ MARTÍN

Guión: Rafael Gordon
Intérpretes: María José Sarrate, Teresa Soria, Arantxa Martínez, Violeta Brazhnicova, María Rosenfeldt
90 min. Adultos.


Tres mujeres asisten, con unos hombres misteriosos, a varias sesiones de terapia en un centro de rehabilitación para personas que han intentado suicidarse. Durante las extrañas reuniones, dirigidas por una vitalista terapeuta, esas mujeres son enfrentadas a los grandes temas, desvelando con sus respuestas la vacuidad de sus traumatizadas vidas, dedicadas a la búsqueda del placer a cualquier precio.

Tras La reina Isabel en persona, Teresa, Teresa y La mirada de Ouka Leele, Rafael Gordon escribe y dirige este audaz experimento fílmico-teatral, con toques surrealistas, en el que indaga en el decadente nihilismo hedonista de la sociedad actual. En el filme, la esperanza irrumpe a través del dolor compartido, la amistad sincera, el arrepentimiento, el amor más allá de la pulsión sexual y la fe en Dios. Un Dios que “es modesto y sólo da pistas de su existencia”, y que “nunca golpea con las dos manos” porque es padre y madre. Por eso, “amar a Dios y vivir son la misma cosa. Dios es la vida”.

Gordon quizás encripta demasiado estas bellas ideas a lo largo de la tarantiniana verborrea cínica de las protagonistas, a las que conduce hasta el borde de lo grotesco o lo sórdido. En todo caso, dirige bien al reparto y disimula sus carencias presupuestarias con una planificación esmerada, en la que articula paradójicas críticas-homenaje a Mondrian, Freud, Ana Frank, Schopenhauer, Virginia Woolf, Sylvia Plath… Una película compleja e inclasificable, pero que deja poso, sobre todo cuando se piensa.

jueves, 25 de abril de 2013

El amor que irrumpe en el infierno de los basurales


Maggie Gobran, la madre Teresa de El Cairo: “Un día un joven le confesó que planeaba suicidarse cuando vio aparecer a una señora vestida de blanco que le habló del amor de Dios y cambió su vida para siempre”.

Cristiana copta de una familia bien de Egipto, profesora de prestigio en la Universidad, esposa y madre... dedicada a servir a los más pobres. 

Paseaba por aquel barrio-pocilga cuando percibió movimiento en un montón de basura. Cautelosa, se acercó y comenzó a excavar para comprobar con horror que había un bebé enterrado, literalmente, bajo desperdicios de comida, restos de plástico, cartones, peligrosas latas de metal y mucha, muchísima, suciedad. A pocos centímetros, otro bebé en las mismas condiciones. Pensó en sus dos hijas, a las que nunca había faltado nada, y entendió que su vida, tal como la conocía hasta ese momento, había desaparecido. Dios le pedía algo más.

Meses antes de aquella visita de Semana Santa al slum Manshiyat Naser, también conocido como Garbage City (‘ciudad basurero’), Maggie Gobran había despedido para siempre a una tía suya muy querida que había dedicado su vida a los necesitados. En su funeral, Maggie -cristiana copta de una familia bien de El Cairo, profesora de prestigio en la Universidad, esposa y madre-, que entonces tenía 35 años, sintió que debía hacer algo por los demás, continuar el legado generoso de la hermana de su padre.

Comenzó a frecuentar aquel infierno de miseria, enfermedad, desorden sexual y familiar que es la ciudad basurero tratando de llevar algo de consuelo y ayuda a sus hermanos en la fe -y también a la minoría musulmana de zabbaleen- hasta que un día vio a una joven viuda que le pedía unos zapatos para su hija pequeña. Maggie se llevó a la niña a una zapatería para que ella misma eligiera el par que quisiera. Ya con sus zapatos en la mano, la niña preguntó al dependiente si podría cambiarlos por unos algo más grandes. “Mejor se los llevo a mi madre. Ella tampoco tiene zapatos”, dijo la pequeña.

Aquello, “ver a una niña que carece de todo preocupándose antes por su madre que por ella”, descolocó el corazón de Maggie, que hasta entonces había vestido modelos elegantes, zapatos caros y joyas y que, una vez al año, viajaba con su familia a Europa para adquirir las prendas que marcaban tendencia en el Viejo Continente y lucirlas luego en las fiestas de sociedad.
Comenzó a leer la Biblia -de arriba a abajo cada año- en busca de respuestas y las encontró: “Y si derramares tu alma al hambriento, y saciares el alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía”.

Puso en marcha una organización -Stephen’s Children, en memoria del primer mártir- y cambió sus trajes caros por blusa, falda y velo en blanco absoluto. Vendió sus joyas, reunió dinero y aprendió a hablar el lenguaje de los pobres.

“Nadie”, explica a ALBA, “puede imaginar cómo es vivir entre ese olor hasta que va allí y lo comprueba”. Pero Gobran cree en la esperanza y en que, incluso en sitios como ese basurero, se puede alimentar el amor: “He visto a una madre compartiendo los desperdicios con un vecino y a un hombre partir la galleta que le acabábamos de dar con un viejo amigo”.

Veinte años después de aquel día que cambió su vida, la fundación de Gobran ha ayudado a 30.000 familias de Manshiyat Naser gracias al trabajo de más de 1.500 voluntarios y trabajadores, muchos de ellos antiguos recolectores de basura que fueron tocados un día por la mano de Maggie, mamá Maggie, como la llaman ellos.

El slum es ahora la casa de Maggie. A diario se acerca a ese lugar en el que familias enteras sobreviven con menos de dos dólares al día. Al anochecer los varones salen del suburbio en carros tirados por burros o en destartaladas furgonetas y recorren la ciudad de El Cairo recogiendo la basura.

De vuelta a Mokattam la descargan y almacenan en las casas o, cuando estas se llenan, en las calles cercanas. Entonces las mujeres y los niños comienzan su labor: separan los desperdicios orgánicos -con los que algunos, los más desesperados, se alimentan- del plástico y los metales. Cada familia se especializa en un tipo de reciclaje que luego revende o envía a fundiciones para obtener algunas monedas y poder, quizá, alimentar a los suyos.

Hasta 2009 era posible ver entre la basura a piaras de cerdos que contribuían a las labores de reciclaje acabando con los restos orgánicos y que, además, podían más tarde ser vendidas en los mercados. Pero la llegada de la gripe porcina abrió la puerta para que el Gobierno egipcio, muy poco sensible a la realidad de los zabbaleen, decretara la eliminación de los cerdos y, con ella, una de las fuentes de ingreso de los pobres.

La revolución árabe tampoco ha beneficiado a la minoría cristiana de Egipto, que teme que, a la miseria, se una ahora la violencia de los musulmanes radicales. Y ya ha habido casos. El pasado verano, tras la quema de una iglesia, varios jóvenes zabbaleen salieron a protestar contra los musulmanes. El ejército intervino y muchos cristianos fueron abatidos a tiros.

Allí, en medio del dolor y la miseria, mamá Maggie organiza cada semana visitas a domicilio. Junto a ella, el equipo de Stephen’s Children ayuda a las madres de familia a criar a sus hijos en unas mejores condiciones de salud e higiene. También les hablan, y mucho, de la palabra de Dios “cuando uno no tiene nada, Dios se convierte en Todo”- y hacen lo posible por escolarizar a los más pequeños, para que puedan ganarse la vida de una forma diferente. La fundación cuenta, además, con asistencia médica y campamentos de verano para los pequeños.

Actividades cada vez más numerosas y más variadas que tienen, eso sí, una única palabra como pilar común: amor. “Que los niños descubran el amor de Cristo y ver, en cada uno de esos rostros a los que llegamos, el rostro y el amor de Dios”.

Mamá Maggie ve, en cada uno de esos niños que pasan “hambre cada día y cada hora”, un camino directo hacia el amor de Dios -“cuando toco a un niño, toco a Jesús. Cuando escucho a un pequeño, escucho el amor de Dios a los hombres”-.

Su apodo, el de mamá Maggie, lo luce con orgullo. El otro que le han otorgado, no los niños a los que ayuda, sino los adultos que la ven trabajar, es el de la madre Teresa de El Cairo. “No soy digna ni de atar las sandalias a la madre Teresa, pero sí, ella es mi inspiración y siento que está a mi lado”, responde Maggie, que cada día, al levantarse, mira la foto de la beata de Calcuta que preside su dormitorio.

Cuenta que, para ella, lo más difícil de su misión no es curar pies putrefactos o tender la mano a quien vive sin lavarse entre la basura. Lo más difícil, dice, es mantener el corazón puro y conocer al Todopoderoso. Para lograrlo tiene su propio método: “Haz callar a tu cuerpo para escuchar tus palabras. Acalla tu boca y escucha a tus pensamientos. Acalla tus pensamientos y escucha a tu corazón latiendo. Haz callar a tu corazón y escucha a tu espíritu. Haz callar a tu espíritu y escucha Su espíritu”. Primero unos minutos al día, luego un día cada mes, y ahora dos días cada dos semanas, la fundadora de Stephen’s Children se aísla para escuchar. “En el silencio”, dice mamá Maggie, “se saborea la eternidad”.

Ese silencio que un día Dios aprovechó para pedirle un cambio de rumbo. “No elegimos”, recuerda mamá Maggie, “dónde nacer, pero sí elegimos ser santos o pecadores. Quien quiera ser santo, debe ponerse en manos de Dios y hacer lo que Él le pide”.

Ella lo hizo y, veinte años después, los frutos de aquel camino que emprendió le hacen comprender que no estaba equivocada. Como aquel día que un joven del slum le confesó que planeaba suicidarse cuando vio aparecer a una señora vestida de blanco que le habló del amor de Dios y cambió su vida para siempre.

Después de conocer el trabajo de Maggie Gobran, un grupo de congresistas estadounidenses envió una carta a la comisión del famoso premio Nobel de la Paz para pedir que se incluya a mamá Maggie entre los nominados de 2012. Asombrados por la profunda convicción religiosa de esta mujer “que, vestida completamente de blanco, parece una presencia angelical”, los congresistas valoran su “incansable labor en favor de los pobres que ha ayudado a miles de familias, sobre todo niños, de Egipto. Ella da voz a los más pobres”. Los pobres entre los pobres, que decía la madre Teresa de Calcuta, premio Nobel de la Paz en 1979.

Fuente Religión en Libertad. Art. 21120

martes, 23 de abril de 2013

GEMIDO



OH SEÑOR DEJAME REFUGIAR EN TU MORADA
PARA SECAR LAS PLUMAS DE MIS ALAS
YA NO PUEDO VOLAR Y ESTOY CANSADA
SOLO QUIERO ESCONDERME EN TUS ENTRAÑAS


ES QUE ACASO NO ESCUCHAS EL SONIDO
DEL TIERNO MANANTIAL QUE COMO UN CANTO
HAN FORMADO MIS LAGRIMAS UN NIDO
TEJIDO CON LAS TRENZAS DE MÍ LLANTO


OH SEÑOR DE LOS POBRES Y AFLIGIDOS
NO TE ALEJES DE MI... SE MI CONSUELO
PORQUE POCOS.... SERAN TUS ESCOGIDOS
Y MUCHOS LOS QUE DUERMAN SIN TI CIELO


MIS PADRES ME HAN DEJADO EN EL CAMINO
QUIERO SENTIR EL ARRULLO DE TUS MANOS
YA MIS ALAS SE HAN SECADO TE LO RUEGO
SOLO QUIERO SABER CUANDO NOS VAMOS...?


LUZ DARY BECERRA

domingo, 21 de abril de 2013

viernes, 19 de abril de 2013

La asociación entre las experiencias vinculadas a los delirios y los pensamientos y conductas suicidas.


La asociación entre las experiencias vinculadas a los delirios y los pensamientos y conductas suicidas.

(The association between delusional-like experiences and suicidal thoughts and behaviour.)

Autor-es: Sukanta Saha; James G. Scott; Amy K. Johnston...(et.al)


Resumen
Antecedentes. Las experiencias vinculadas a los delirios (DLEs) son comunes en la población general. Aunque es bien sabido que los trastornos psicóticos aumentan el riesgo de suicidio, no está claro si DLEs también se asocian con pensamientos y conductas suicidas. Este estudio tiene como objetivo explorar estas variables en una gran muestra poblacional.

Método. Los participantes procedían de una encuesta nacional de salud mental (n = 8841) en Australia. Se utilizó la Entrevista Diagnóstica Internacional Compuesta para identificar DLEs, trastornos psiquiátricos, e información relacionada con la ideación suicida, el plan de suicidio e intentos de suicidio. Hemos examinado la relación entre DLEs y la ideación suicida, los planes e intentos utilizando regresión logística, ajustada para un rango de posibles factores de confusión.

Resultados. El 8,4% de los sujetos endorsaron uno o más DLEs. 12,9% sujetos informaron de ideación suicida, un 3,8% de planes de suicidio, y el 3,0% un intento de suicidio en algún momento de sus vidas. Aquellos con cualquier DLE fueron de dos a cuatro veces más probables a reportar ideas suicidas, planes o intentos. Se observó una relación dosis-respuesta entre DLEs y la aprobación de ítems relacionados con el suicidio.

Conclusiones. DLEs son comunes en la población general y parecen estar asociados de forma independiente con los pensamientos y las conductas suicidas. DLE puede ser un indicador de vulnerabilidad al suicidio, y por lo tanto podrían ser de utilidad en futuras investigaciones de prevención del suicidio.

Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original: www.sciencedirect.com/science/journal/09209964

http://www.psiquiatria.com/articulos/psicosis/54403/

lunes, 15 de abril de 2013

Gregory, Michael y Nicola: del infierno de la droga a vivir en paz en la comunidad Cenáculo


“Se encontró dos veces apuntándose con una pistola a la cabeza para suicidarse”.

Estos cuatro jóvenes hombres explican en un vídeo testimonial alfgo más de una hora de duración, publicado por Gloria TV, su proceso de encuentro personal con el Señor en la Comunidad Cenáculo y como cualquier joven puede acudir a vivir una experiencia como la que ellos han vivido, que les ha devuelto la voluntad y las ganas de vivir y entregarse a otros. 

Juan García es de Madrid, España, tiene 38 años. Michael Amari es de San Antonio, Texas, Estados Unidos, tiene 36 años. Nicola Ayelo es de Napolés, Italia, tiene 28 años. Los tres tienen algo en común: por distintos motivos se vieron sumergidos en las tinieblas de la adicción a las drogas y acudieron a la Comunidad Cenáculo, fundada por la religiosa Elvira Pettrozzi en 1983, para recuperarse.

Joan García era incapaz de afrontar su problema hasta que entró en comunidad. Vivía haciéndose el fuerte cuando lo que gritaba con su actitud era que precisaba amor. Nicola Ayelo se asustó cuando padeció una sobredosis de la que se pudo recuperar porque su hermano lo encontró en casa inconsciente.

Michael Amari era rico y tenía todo lo material que cualquiera puede soñar, destruyó la familia con sus adicciones y se encontró dos veces apuntándose con una pistola a la cabeza para suicidarse.

Los tres viven en la casa de Lourdes en Francia de la Comunidad Cenáculo donde la oración, la amistad, el trabajo, la revisión de vida y un encuentro personal con el Señor les han restaurado emocionalmente, físicamente, espiritualmente y como personas, según informa Gloria TV.

Gregory Aguado es de Valencia, España, tiene 23 años, y jamás se ha drogado ni ha padecido ninguna adicción, pero también lleva un año en la misma casa del Cenáculo en Lourdes con sus compañeros. Gregory decidió pedir ayuda a la comunidad porque nunca había aceptado ser un niño adoptado, llevó una doble vida y cayó en un profundo estado de tristeza y desesperación.

En la Comunidad Cenáculo ha encontrado el amor de Dios, de sus compañeros y ha podido empezarse a amar así mismo y a los demás con autenticidad. Cualquier persona que padezca problemas de tristeza y desesperación puede pedir ayuda para afrontar sus problemas viviendo en la Comunidad Cenáculo.

En el vídeo se puede ver a los cuatro jóvenes dando testimonio de como el Señor les ha recuperado y conocer cómo funciona la Comunidad Cenáculo y que debe hacerse para poder acceder a hacer una experiencia en ella.

La grabación del vídeo fue realizada el pasado 23 de marzo en el monasterio de Sant Cugat del Vallés (Cataluña, España), en un acto de presentación de la Comunidad Cenáculo ante la próxima apertura de una casa en la Diócesis de Terrassa.

martes, 9 de abril de 2013

El abuso de alcohol y drogas provoca conductas agresivas hacia los demás y suicidio.


El Dr. Josep Guardia Serecigni, consultor sénior en Psiquiatría del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona y vicepresidente de SOCIDROGALCHOL ha indicado en conferencia de prensa en el XV Congreso Nacional de Psiquiatría, que “los enfermos mentales sólo presentan comportamientos agresivos (contra sí mismos o contra los demás) cuando, además de la enfermedad mental, presentan abuso de alcohol y drogas”. El Dr. Guardia destacó que la conducta violenta vinculada al abuso de alcohol y drogas “es independiente de que la persona tenga trastorno mental o no lo tenga”.

El Dr. Guardia indicó que el abuso de alcohol y drogas (AAYD) aumenta hasta 7 veces el riesgo de violencia entendida como “homicidio, agresión física, agresión sexual (violación, coerción, abuso de menores, acoso sexual), amenazas ilegales, intimidación, robo, piromanía”. Porque “cuando una persona ha tomado varias consumiciones de alcohol en poco rato, lo que se ha llamado “atracones” de bebida, presenta una mayor probabilidad de comportamientos agresivos (insultos, discusiones, peleas, agresiones, violencia doméstica y otros), y también auto-destructivos (accidentes, caídas, lesiones, auto-agresiones y suicidio)”.

Guardia concluyó que: “el factor que aumenta claramente la probabilidad de que una persona presente conductas agresivas o auto-destructivas es el abuso de alcohol y drogas. Los enfermos mentales que no toman alcohol ni drogas no presentan comportamientos agresivos. Los enfermos mentales pueden presentar   más comportamientos agresivos y /o auto-destructivos cuando presenta además   adicción al alcohol y drogas. Pero, cualquier persona que abusa de alcohol y drogas, tiene más probabilidades de presentar comportamientos violentos, tenga o no tenga además una enfermedad mental. La PREVENCIÓN EFICAZ de los   comportamientos agresivos y del suicidio, en los enfermos mentales, requiere el tratamiento prolongado del abuso de alcohol y drogas”.

Información adicional

RESUMEN: ENFERMEDAD MENTAL, VIOLENCIA Y SUICIDIO

1. Existe cierto prejuicio acerca de si las personas que presentan un trastorno mental pueden tener comportamientos más violentos que las otras personas, pero se trata de una idea equivocada, según demuestran estudios recientes.

2. Estudios efectuados con enfermos mentales han comprobado que:
a. Los enfermos mentales sólo presentan comportamientos agresivos (contra si mismos o contra los demás) cuando, además de la enfermedad mental, presentan Abuso de Alcohol y Drogas.
b. Los enfermos mentales no presentan comportamientos violentos cuando no abusan del alcohol ni de las drogas.

3. Las personas que presentan abuso de alcohol y drogas tienen claramente una mayor probabilidad de desarrollar comportamientos agresivos (contra los demás y contra ellos mismos) que la población general:
a. Cuando una persona ha tomado varias consumiciones (de alcohol), en poco rato, lo que se ha llamado “atracones” de bebida, presenta una mayor probabilidad de comportamientos agresivos (insultos, discusiones, peleas, agresiones, violencia doméstica y otros), y también auto-destructivos (accidentes, caídas, lesiones, auto-agresiones y suicidio).
b. Determinadas drogas aumentan (también) la probabilidad de que una persona desarrolle comportamientos violentos y/o auto-destructivos.
c. Pero las personas que presentan adicción a las drogas suelen presentar también adicción al alcohol o hacen “atracones” de bebida.
d. La mayoría de personas que toman drogas no toman una sola sino varias al mismo tiempo y el alcohol es la segunda droga, en el 90% de las personas que toman más de una droga.

4. La persona que abusa del alcohol y las drogas tiene más probabilidades de presentar comportamientos violentos y también de acabar siendo victimizado por las agresiones de otras personas.

5. Este aumento de los comportamientos violentos en las personas que abusan del alcohol y de las drogas es INDEPENDIENTE de que la persona tenga además un trastorno mental o no lo tenga.

Intervención de Josep Guardia Serecigni, consultor sénior en Psiquiatría del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona y vicepresidente de Socidrogalcohol, sobre violencia y alcohol, en el contexto del XV Congreso Nacional de Psiquiatría-Oviedo 2011.

Fuente: http://www.psiquiatria.com/


viernes, 5 de abril de 2013

El cantante Steve Tyler, destruido por el aborto de su hijo.



El líder de Aerosmith y su «descenso a los infiernos» del aborto: «Jesús, ¿qué he hecho?»

Después de 35 años, el acontecimiento sale a la luz en las páginas de la autobiografía del grupo, «Walk in this way», desde hace poco disponible en las librerías americanas. 
 
“Jesús, ¿Qué es lo que he hecho?” En medio de la desesperación, de la angustia y del terror, eran las únicas palabras que daban vueltas vertiginosamente en la cabeza de un padre al instante siguiente de haber asistido al aborto de su hijo. No un padre cualquiera, no un joven sin experiencia, no un hombre tímido e inseguro a causa de una situación que no sabía gestionar, no un católico fervoroso cuya esposa había decidido por los dos, no. El grito silencioso de remordimiento es de Steve Tyler, una estrella del rock de fama internacional y líder de los Aerosmith.

Sucedió en 1975, año de los primeros sucesos arrolladores para el grupo, cuando emergía también bajo un perfil comercial con  Toys in the attic, del que ha vendido cerca de 8 millones de copias, Sweet emotion y Walk this way. Tyler, por entonces de 27 años, se había mudado a Boston y había querido tener con él a su jovencísima novia Julia Holcomb. La joven tenía entonces solamente 14 años, y para consentir la convivencia entre los dos, los padres de Julia habían firmado un permiso para confiar a Tyler la custodia legal de la hija.

A distancia ya de 35 años, el acontecimiento sale a la luz en las páginas de la autobiografía del grupo, Walk in this way, preparada por Stephen Davis, y desde hace poco disponible en las librerías americanas. Según lo referido en las páginas del libro, Julia quedó embarazada y el entorno de los Aerosmith convenció a Tyler de la única salida razonablemente posible: la del aborto. Una experiencia de la cual el mismo Tyler habla precisamente en el libro: “Yo estaba ciertamente en crisis. Para mí era un momento importante, estaba construyendo un proyecto de vida con una mujer, pero me convencieron de que no habría funcionado jamás y que habría arruinado nuestras vidas”. Tyler y Julia se dejan convencer, y es la propia estrella del rock la que describe con pocas, aunque crudas palabras, el momento preciso que marcó la ruina real de sus vidas. “Es sencillo. Vas al médico, se mete una aguja en el vientre de la madre y se inyecta el veneno. Tú permaneces allí, esperando. Después sacan fuera el niño, muerto. Pocos minutos. Yo estaba destruido y continuaba repitiendo en mi cabeza “Jesús, ¿qué es lo que he hecho?”.

Para describir el estado de ánimo de Tyler después del aborto del hijo está su amigo Ray Tabano, guitarrista del grupo que ha vivido indirectamente el drama del cantante: “Tyler salió destrozado de aquella experiencia. Era sólo un joven y el hecho de haber visto todo, lo destruyó.

Aunque en los años de la adolescencia Tyler hubiese tenido ya experiencias con el alcohol y la marihuana, fue el aborto de su novia lo que marcó la vertiente más importante de su vida, que degenera de forma irreversible. Aunque continuaba viendo a Julia, desplomada en una crisis depresiva que la llevó a intentar varias veces el suicidio, inicia una relación con una modelo de Playboy, Bebe Buell, la cual lo acompaña en un viaje por Europa. La modelo es la primera y directa testigo del abismo en el que cae Tyler: “Estaba loco, siempre completamente borracho, varias veces destruyó la habitación que teníamos asignada. Ya de regreso en Boston, las cosas no fueron mejor. Un día, al volver a casa, lo encontré tendido en el baño, recubierto de droga. Estaba destruido por el dolor”. La situación degenera hasta tal punto que Buell, cuando quedó encinta de su hija Lyv, nacida en 1977, decide que es imposible educar a un hijo con un hombre completamente fuera de control a su lado y vuelve con su ex novio, el productor Todd Rundgren, el cual educará a Lyv como si fuese su hija.

Aunque la vida desordenada de Tyler pueda ser vista como la consecuencia del éxito propio del ánimo rock, los expertos reconocen en este tipo de actitud las características típicas de un estrés posterior a un fuerte trauma: de hecho tomar drogas no es otra cosa que el intento de suprimir los recuerdos y las sensaciones. La rabia además, especialmente en un hombre, es frecuentemente la expresión de un fuerte sentimiento de culpabilidad que tiene la necesidad de ser manifestado.

De cómo su vida ha quedado arruinada por la droga, Tyler habla también en su misma autobiografía: “Me he drogado en mi Porsche, en mi avión y en mi casa. He despilfarrado 20 millones de dólares por culpa de la droga. A pesar de que en los años 80 fui uno de los cantantes más célebres y mejor pagados del mundo, estaba siempre sin dinero a causa de los estupefacientes”.

El libro ha sido presentado por el cantante como “el relato de su descenso a los infiernos”: “Salía con frecuencia al escenario con una caja llena de droga –escribe el cantante –. Soy afortunado por estar todavía vivo”. De nada ha servido su estancia en diversos centros de rehabilitación para desintoxicarse: “Si no hubiese sido ayudado por otros, probablemente habría muerto en varias ocasiones”, ha declarado. “He aquí qué cosas he sacado de la droga. Me ha alejado de los hijos, ha marcado de forma negativa mi banda, ha destruido mis matrimonios y muchas veces me ha causado humillaciones”.

Una historia triste. Miserable, si pensamos que estamos hablando de un gran talento rockero, que en su vida ha tenido posibilidades extraordinarias de éxito así como de alcanzarlo. Una historia que Tyler ha puesto por escrito en un libro que probablemente es el espejo de su estado de ánimo hoy, titulado “¿Te causa molestia el ruido en mi cabeza? No, no nos causa molestia, Tyler, y quizás el ruido es  hijo de aquella frase que como un torbellino daba vueltas en tu cabeza en aquella desnuda habitación del hospital “Jesús, ¿qué es lo que he hecho?

FUENTE AQUÍ.

miércoles, 3 de abril de 2013

Cristo dijo



Cristo dijo

No quiero que mi alma
Sea un árbol abandonado
en el perfil andino de la noche
esperando en la oscuridad
ese amor que nunca tuve
por eso gritare una y otra vez 
en los desvelos de los que estan naciendo
¡Que la bondad existe!
después  me levantare en silencio
con los brazos abiertos
como una cruz entre los pueblos

gregorio polany - Mario Latorre

 http://circulo.repdeval.com/Sanacion/maestrasanacion.php