jueves, 29 de octubre de 2015

Intento de suicidio, cómo pasar página




El apoyo de la familia sirve de ayuda para aquellos que han intentado suicidarse sin conseguirlo, pero no es determinante. Hacer esta puntualización sirve de apoyo porque muchas personas que han vivido el suicidio de un ser querido pueden llegar a sufrir un profundo sentimiento de culpa por no haber podido evitarlo. Existen algunos consejos útiles que pueden servirte de guía en esta situación con el fin de afrontarla y poder darle tu máximo soporte: 
  1. En primer lugar, ser observador ante señales que puede que no signifiquen nada grave, pero es mejor ser previsor. Por ejemplo, estar atento ante posibles expresiones muy pesimistas y derrotistas que te recuerden el comportamiento de la persona en los días previos a su intento de suicidio. Observar posibles cambios bruscos de conducta en la persona respecto de su modo de ser habitual. Una tristeza aguda y abatimiento. Ten presente también que el riesgo de suicidio aumenta cuando existen antecedentes familiares previos.
  2. En situaciones de este tipo, el entorno más cercano tiene el papel de reforzar la compañía y de estar más pendiente de esa persona, pero intentando que el otro sienta que se trata de una situación natural y no forzada. Es decir, conviene que el afectado no se sienta controlado por su entorno, pero sí cuidado. 
  3. La presión que acumulan las personas cercanas al afectado también puede ser alta, por lo que también puede ser saludable que reciban apoyo emocional. Es imposible cuidar de alguien cuando te descuidas a ti mismo. Los familiares de una persona que ha sufrido un intento de suicidio tienen miedo de que pueda volver a pasar. 
  4. Tener una actitud de confianza en uno mismo y en el otro pensando precisamente en la capacidad de superación que tiene todo ser humano en su interior. Tener empatía con una persona que ha tenido un intento de suicidio puede no ser sencillo, sin embargo, para comprender mejor cómo se siente una persona con ideas muy negativas que le llevan a un intento de suicidio, conviene señalar algunos de los rasgos que le caracterizan. Por ejemplo, la persona que está sufriendo desesperación profunda puede tener dificultad para salir de su sufrimiento y resolver el conflicto, el agotamiento mental puede dificultar la capacidad de pensar en alternativas para solucionar un asunto, las preocupaciones intensas producen problemas de sueño, roban el apetito y dificultan la concentración en el trabajo… Las personas que están en una fase de desesperación absoluta imaginan un futuro negro y trágico, se infravaloran a sí mismas y creen que están solas porque en lo más hondo de su corazón se sienten así aunque tengan a gente alrededor.
  5. Es útil acompañar al afectado en actividades positivas que le gusta hacer en su rutina, ya que el disfrute personal aporta bienestar.
  6. Actuar como punto de apoyo de otra persona implica practicar la escucha activa de una forma abierta y perder el miedo a hablar del tema claramente. Aunque la intimidad es un tema importante a nivel humano, cuando una persona confiesa a otra que ha vuelto a tener pensamientos de suicidio, lejos de guardar ese tema en secreto absoluto, hay que buscar ayuda y contar con el apoyo de los familiares cercanos. 
  7. Retirar de la casa todos aquellos elementos que puedan suponer un riesgo de lesión. Los medicamentos tienen que estar fuera del alcance de esta persona.
  8. Hablar con otros individuos que han pasado por una situación similar y la han superado también puede servir de ayuda.
  9. En un momento de crisis personal del afectado, evita restar peso a sus pensamientos, simplemente, escúchale. Tampoco desvíes el tema de conversación hacia ti. Evita recurrir a frases tópicas del tipo “no pasa nada”, para restar importancia a lo que está sufriendo la otra persona. Los pensamientos son muy importantes ante un intento de suicidio, porque el pensamiento influye en el sentimiento y éste, se refleja en la acción. Por ello, en primer lugar, es importante actuar sobre el modo de pensar, para intentar acallar el malestar, ya que de esta forma, también se influye en positivo sobre el sentimiento.
    Victor Frankl, fundador de la logoterapia, explica cómo detrás de la pérdida de sentido existe, en la mayoría de las ocasiones, soledad existencial. Según ñel, bajo esta premisa, las personas que tienen ideas de suicidio en realidad no quieren morir, sino poner fin a su sufrimiento.
  10. Recursos de apoyo ante el suicido: existen algunos libros que pueden ser un buen recurso de apoyo, como por ejemplo, el libro El suicidio, prevención y manejo, escrito por Óscar Pérez Barrero y por Dolores Mosquera. En el caso de aquellas personas que tienen creencias religiosas también pueden encontrar apoyo en su fe.
    Los medios de comunicación también tienen una responsabilidad ética a la hora de informar con respeto sobre este tema, por un lado, porque se puede producir el efecto imitación, por lo que conviene que traten el tema con cautela e intentando no dar información sobre el medio utilizado por la persona. Sin embargo, no se debe caer en el error de tratar el suicidio como un tema tabú, ya que silenciarlo no ayuda en nada, si el suicidio se convierte en un tabú, entonces, es imposible su prevención.
Me gustaría concluir este artículo con un mensaje positivo de la mano de Albert Einstein que afirma que “la vida es hermosa, vivirla no es una casualidad”.

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