Entre 2001 y 2005 hubo 79,646
muertes atribuibles al alcohol por año en EE.UU., de las cuales
alrededor de 5,800 se relacionaron con el suicidio, según los Centros
para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
"Este es el primer estudio que muestra que el
alcohol se relaciona con el suicidio en diversos grupos poblacionales",
apuntó el Dr. Alex Crosby, autor del estudio y epidemiólogo médico de la
división de prevención de la violencia del Centro
de Lesiones de los CDC. "Algunos grupos podrían estar en mayor riesgo de
que el alcohol se relacione con un evento suicida".
Para llegar a sus conclusiones, el equipo de Crosby
utilizó datos de 17 estados, provenientes del Sistema Nacional de
Informes sobre Muertes Violentas de los años 2005 y 2006. Estudiaron la
relación entre el alcohol y el suicidio en distintos
grupos raciales y étnicos.
Los investigadores encontraron que, en general, el
23.6% de los suicidios involucraban intoxicación alcohólica. La mayor
prevalencia se observó entre los indígenas estadounidenses y los nativos
de Alaska (37.1%), los hispanos y latinos
(28.7%), y los que tenían entre 20 y 49 años (28.2%). Además, los
hombres eran más propensos a estar ebrios cuando se suicidaban, en
comparación con las mujeres, aseguró Crosby.
Incluir el abuso de alcohol y otras drogas en los
programas de prevención del suicidio podría ayudar a identificar a los
que están en riesgo de suicidio. "El alcohol se relaciona con el
suicidio en una gran proporción de los eventos suicidas
y hay medidas que las comunidades pueden tomar para intentar asegurarse
de que las actividades de prevención del suicidio aborden los problemas
con el alcohol en sus programas", aseguró Crosby. "Cuando se desarrollan
programas de prevención del suicidio, deben
incluir el alcohol como uno de los aspectos que se deben incorporar".
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