¡Cuánto tiempo hace que no llueve, Dios mío, en mi seco corazón! El horizonte está ferozmente desnudo, ni el más delgado
vapor de la nube más suave, ni el más vago indicio del fresco chubasco más lejano.
¡Manda tu tormenta furibunda, negra y mortífera, si quieres, y sobresalta de parte a parte el cielo, con el látigo de tu relámpago!
¡Pero, recoge, Señor, llama a ti este calor silencioso que todo lo penetra, quieto y cruel;
este calor terrible que quema al corazón su esperanza!
¡Que la nube de gracia descienda y se incline a mí, como la mirada llorosa de la madre, el día de la cólera paterna!
Sir Rabindranath Tagore
¡Que la nube de gracia descienda y se incline a mí!
ResponderEliminarJesucristo el Señor.
Bendiciones!!
Gracias!!