sábado, 11 de junio de 2016

Porque es tarde, Dios mio




Porque es tarde, Dios mio,
porque anochece ya
y se nubla el camino;
porque temo perder
las huellas que he seguido,
no me dejes tan sola
y quédate conmigo.

Porque he sido rebelde
y he buscado el peligro,
y escudriñé curiosa
las cumbres y el abismo,
perdóname, Señor,
y quédate conmigo.

Porque ardo en sed de Ti
y en hambre de tu trigo,
ven, siéntate a mi mesa;
bendice el pan y el vino.
¡Qué aprisa cae la tarde!
¡Quédate al fin conmigo!


Ernestina de Champourcin

1 comentario:

  1. Que bonita poesia, Maria, no la conocia y Ernestina me gusta mucho
    Un beso preciosa

    ResponderEliminar

Todos los comentarios son bienvenidos, este es un espacio de escucha y oración.