viernes, 1 de abril de 2016

Abríl de Dios





"¿Adónde vas, Emilio?..."

(Quien me llama soy yo:
el viento entre los árboles.

¿El viento yo? No; el viento
no conoce, no ve,
no puede hallar mi nombre...)

"¿Adónde vas, Emilio?"

(Quien me llama soy yo:
una nube en el cielo.

¿Una nube?...
- - - - -  - - - La tierra
está labrada.
- - - - - - - - ¡Llueve!
Siento entrar gota a gota
a la lluvia en mi cuerpo...)

"¿Adónde vas, Emilio?"

(¡Habló la lluvia! ¿No?
Sobre la tierra cae
naturalmente en paz...
¡Llueve sobre el barbecho!)

"¿Adónde vas, Emilio?"

(La piel de mi costado
cruje, gime y se parte.
¡Mi sangre es una herida!
Broto a mi libertad:
nazco por mi costado...)

"Emilio: ¿adónde vas?..."

(Un verde diminuto,
tierno, tierno, ternísimo,
va subiendo de mí.
Sube y subo: ¡salimos!
Blanquísimo es el pie
que me oculta en la tierra...)

"Emilio: ¿adónde vas?..."

(Quien me llama soy yo.
¡Tal vez existo! Acaso
siempre he sido la tierra,
el cielo y Dios...
¡Su yerba diminuta!)

"¿Adónde vas, Emilio?"

(Levanto mis pestañas
cubiertas de rocío.)

"¿Adónde vas, Emilio?"
oigo en mi voz la yerba...

"¡No llores - dice el viento-
ya amanece en mis lágrimas:
seremos pronto Abril
y en él, los tres, Emilio!..."

(Sale el sol, se va el sol,
viene y se va la luna...)

"¿En dónde estás, Emilio?..."

¡Canto otra vez!

¡ Y Dios
siempre naciendo!


Emilio Prados.

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