jueves, 29 de marzo de 2012

Sobrevivir al suicidio de un ser querido es posible



Por Paulo Daniel Acero Rodríguez.
Psicólogo Universidad Nacional de Colombia. Investigador principal grupo Muerte y duelo, abordaje psicosocial en el contexto Colombiano UMB. Fundador Proyecto Krisálida para apoyo a personas en duelo.


Sugerencias propuestas originalmente por Dunne y McIntosh en su libro El suicidio y sus secuelas:


1. Hay que saber que es posible sobrevivir, aunque los supervivientes no lo sientan así. Pero es posible y así lo de muestran quienes han permitido que se les acompañe en su proceso.
2. Lucha con el ¿"por qué sucedió”? hasta que las personas comprendan que nunca habrá una respuesta plenamente satisfactoria o hasta que estén satisfechas con respuestas parciales. (Una tercera posibilidad es que se cambie la pregunta por una que nos permita construir sentido de vida, esto es, no preguntar por qué sucedió sino ¿Qué era lo que nosotros teníamos que aprender con la existencia compartida con…?
3. Saber que las personas afectadas pueden sentirse abrumadas por la intensidad de sus sentimientos, pero entender que todos sus sentimientos son normales.
4. Asimilar que la ira, la culpa, la confusión y la falta de memoria son respuestas comunes. Las personas no están locas, solo están en duelo.
5. Tener en cuenta es normal sentir ira hacia la persona fallecida, el mundo, Dios, la familia, e incluso hacia uno mismo, y que está bien expresarlo.
6. Los afectados pueden sentirse culpables por lo que ellos piensan que hicieron o dejaron de hacer. Lo importante es transformar la culpa en arrepentimiento para avanzar hacia el perdón.
7. Tener pensamientos suicidas suele ser común; pero ello no significa que todos vayamos a actuar de conformidad con esos pensamientos.
8. Recordar tomar un momento o máximo un día a la vez.
9. Encontrar un buen oyente con quien compartir. Llamar a alguien si necesita hablar.
10. No tener miedo a llorar. Las lágrimas son la manera en que se cura el alma herida.
11. Darse tiempo para sanar. Estar preparado porque el tiempo siempre transcurre más lento de lo que se quisiera.
12. Recordar que, aunque hubiéramos hecho o dicho cosas reprochables, la elección de la muerte la tomó el fallecido. Nadie es la única influencia en las determinaciones sobre la vida de otro.
13. Esperar contratiempos. Las emociones vienen y van como un maremoto, de manera que frecuentemente la pena hace presencia en los momentos más inesperados, haciendo parecer que esa experiencia no terminara.
14. Tratar de posponer las decisiones importantes.
15. Darse el permiso de obtener ayuda profesional.
16. Tener en cuenta que la familia y los amigos también están experimentando su grado de dolor.
17. Ser pacientes con nosotros mismos y con los demás, especialmente con los que hablan sin comprender lo complejo de la experiencia.
18. Establecer los propios límites y aprender a decir no.
19. Mantenerse alejado de la gente que pretende decir qué deberíamos hacer o cómo deberíamos sentirnos.
20. Saber que hay grupos de apoyo que pueden ser útiles. Si no puede encontrar uno, pedir a un profesional para que nos ayude a crear uno.
21. Acudir a la espiritualidad que suele ser de gran ayuda en esta difícil experiencia.
22. Es común experimentar reacciones físicas derivadas o concurrentes con el proceso de duelo, como son dolores de cabeza, pérdida de apetito, incapacidad para dormir.
23. Darse el permiso de reír y tener ratos agradables, como parte del proceso de curación, sin dejar que sintamos que con ello no estamos demostrando amor al ser querido. Recordar que ellos no nos dejaron el mandato de sufrir para demostrarles que los extrañamos.
24. Expresar todos los sentimientos que se experimentan: enojo, culpa u otros sentimientos, hasta que drenen y ya no sintamos necesidad de ellos para sentir la presencia del ser querido. Dejar ir no significa olvidar.
25. Saber que nunca volveremos a ser los mismos, pero que es posible no solo sobrevivir sino aprender a vivir sin…y, en su memoria, podemos intentar ser un poco mejores de lo que éramos mientras ellos nos acompañaron


Contacto: paulodanielacero@gmail.com


http://www.neurologia.tv/bibliopsiquis/bitstream/10401/2066/1/3conf349980.pdf

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