Mi testimonio. De satánico a cristiano (2)
Todo comenzó a la edad de 13 años entrando a la pubertad. Sufrí una terrible depresión que me llevó a cortarme las venas y a envenenarme. En uno de los intentos, cuando estaba a punto de cometer el suicidio, justo antes de realizar el acto de atentar contra mi vida escuché una canción que cambiaria mi vida para siempre: “Got the Life” de una banda hardcore llamada Korn. Esta canción me sirvió de refugio ante tal acto, haciéndome olvidar de suicidarme y enfoque mis ojos y oídos en esta música.
Luego, tanto fue el interés, que conseguí las discografías, las letras, conciertos en videos y todas sus canciones. Luego fui conociendo más bandas como Slipknot, Rammstein, Sepultura, ACDC, Queen, Rhapsody, Stratovarius, Scorpions, Ángeles del Infierno, Barón Rojo, Angra, Sonata Ártica..., analizando y buscando material metálico en
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Me fui interesando y enfocando en los últimos estilos mencionados el Black Metal, Death Metal y Grindcore, haciendo una fusión de tales estilos. Empecé a averiguar mas sobre estos estilos sumergiéndome en una música mas cruda y brutal con el tiempo hasta llegar a escuchar oscuros temas diabólicos e infernales de bandas como Dark Funeral, Cradle of Filth, Dimmu Borgir, Napalm Death, Six Feet Under, Ragnarok, Nordor, Sacrilegde, Baphomet, Satania, Satan, Darkthrone, Mayhem, Emperor, Burzum, Necrophagist, Cannibal Corpse, Marduk, Belial, Leviatán, Azazel, Behemot, Aborted, Virtuosity, Obituary, Ancient Necropsy, Nechophilim, Crypsopty y un sin número de bandas de una extensa lista underground. Empecé a averiguar noticias del género, conciertos internacionales en videos y conciertos locales. Empezaba a asistir a grandes conciertos en mi país y conociendo finalmente del rock y metal dominicano bandas de metal de nuestro país tales como Altus Mortem, Lethaus, Archaios, Epsilon, Funeral, entre otras. De tal manera esta música influyó en mi conducta que en los conciertos empecé a fumar cigarros, beber bebidas alcohólicas fuertes (ginebra, ron, wisky, vino, vinagre, gas), vestía siempre de negro, y únicamente de negro y cuero, usaba collares de plata, cadenas, botas militares, etc. No confiaba en nadie ni quería saber de nadie, ni siquiera de mi mismo. Odiaba a Dios y a todo el que me hablase de Él. El Black Metal me llevó a niveles extremos, ya había agarrado el vicio de fumar cigarrillos como necesidad, el Death Metal me llevó a inyectarme todo clase de drogas en mi cuerpo, drogas inofensivas y peligrosas (marihuana, testosterona, endorfina, cocaína, heroína por intravenosa, éxtasis, etc.), luego empecé a inyectarme crack en mis venas en los cementerios a escondidas de todos.