viernes, 11 de marzo de 2016

Dolor humano




Aquí en mi jaula estoy, con mi jauría
famélica. El escaso nutrimiento
de mi carne no sirve de sustento
a la voracidad en agonía

de este tropel devorador que ansía
mi cuotidiano despedazamiento
y que ataraza, en busca de alimento,
mis huesos triturados, noche y día.

Pero no me lamento; no podría
dolerme yo, Señor, de mi tormento
junto a tu cruz, que blasfemar sería.

Múltiple fue tu compadecimiento
-por todos tu sufrir- ...y en mi agonía
no cabe más dolor que el que yo siento.

Juan José Domenchina

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos los comentarios son bienvenidos, este es un espacio de escucha y oración.