Gianna Jessen sobrevivió a un aborto deliberado, naciendo con parálisis cerebral, y cuenta cual es el sentido de su vida. Conferencia dada en Melbourne, Australia, en septiembre de 2008. Dice ser odiada ya que proclama el valor de la vida, hay que hablar con la verdad, dice ser querida por muchos pero más especialmente por Dios, soy si niña, no se metan con la niña de Dios, porque mi Padre dirige el mundo, nunca una feminista radical se levanto a defender mis derechos de mujer, y mi vida se apagaba en defensa de los derechos de otras mujeres, pero nuestra vida la cuida el Señor, que arrogancia la de los abortistas, no saben que es Dios el que les sostienen aunque le odien. Pero considero que todo es para la gloria de Dios. Cuando viene el sufrimiento olvidamos que Dios tienen el mando. He perdonado a mi madre biológica, soy cristiana. No le pertenezco, pertenezco a Dios, Soy su niña y soy una Princesa. Les habla a los políticos y les dicen que están hechos para defender lo bueno, que no es su gloria la que importa sino la gloria de Dios. Si, hablo de Dios, como no voy a dar la gloria al Dios que me dio la vida. Lo único que quiero es poder hacer a Dios sonreír. Y termina con un "Dios les bendiga".
Quise morirme; pensé suicidarme pero el Señor Jesús me salió al encuentro... y ahora vivo
sábado, 25 de febrero de 2012
“Pertenezco a Dios: soy su niña y soy una Princesa”
Gianna Jessen sobrevivió a un aborto deliberado, naciendo con parálisis cerebral, y cuenta cual es el sentido de su vida. Conferencia dada en Melbourne, Australia, en septiembre de 2008. Dice ser odiada ya que proclama el valor de la vida, hay que hablar con la verdad, dice ser querida por muchos pero más especialmente por Dios, soy si niña, no se metan con la niña de Dios, porque mi Padre dirige el mundo, nunca una feminista radical se levanto a defender mis derechos de mujer, y mi vida se apagaba en defensa de los derechos de otras mujeres, pero nuestra vida la cuida el Señor, que arrogancia la de los abortistas, no saben que es Dios el que les sostienen aunque le odien. Pero considero que todo es para la gloria de Dios. Cuando viene el sufrimiento olvidamos que Dios tienen el mando. He perdonado a mi madre biológica, soy cristiana. No le pertenezco, pertenezco a Dios, Soy su niña y soy una Princesa. Les habla a los políticos y les dicen que están hechos para defender lo bueno, que no es su gloria la que importa sino la gloria de Dios. Si, hablo de Dios, como no voy a dar la gloria al Dios que me dio la vida. Lo único que quiero es poder hacer a Dios sonreír. Y termina con un "Dios les bendiga".
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