
Entonces Yahveh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente. Génesis 2, 7
Cuando me falta el aire y me ahogo, y vuelvo al suelo de donde procedo, insúflame, Señor Jesús, tu aliento que me levante del polvo. Renuévame por dentro con Espíritu firme para volver a contarme entre los vivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos los comentarios son bienvenidos, este es un espacio de escucha y oración.