lunes, 9 de abril de 2012

Los tibios, los que tienen más riesgo de suicidio






Un interesante estudio sobre RELIGIOSIDAD Y RIESGO DE SUICIDIO EN UN GRUPO DE UNIVERSITARIOS ESPAÑOLES  en Valencia, España, muestra que los que conceden muchísima importancia o nula importancia a Dios en sus vidas, tienen menos riesgo de suicidio que la media de la población. Es decir que los muy religiosos y los ateos se suicidan menos que lo “tibios”


José Francisco Gallego-Pérez (1); Joaquín García-Alandete (1); Esteban pérez-delgado (2)
(1) Universidad Católica de Valencia "San Vicente Mártir" (Valencia, España)
(2) Universitat de València (Valencia, España)


PALABRAS CLAVE: religiosidad, riesgo de suicidio, desesperanza, estudiantes universitarios
KEYWORDS: religiosity, suicide risk, hopelessness, university students
RESUMEN:
Entre otras conclusiones a las que llegaron destacan las siguientes:
En este trabajo se analizan las relaciones entre la religiosidad (autodefinición religiosa, asistencia a la Eucaristía e importancia de Dios en la propia vida) y el riesgo de suicidio, en un grupo de 302 estudiantes universitarios, hipotetizándose una relación negativa entre estas dos variables: a mayor religiosidad, menor riesgo de suicidio. Los instrumentos de evaluación utilizados son un Cuestionario de Actitudes Religiosas y la Hopelessness Scale. Los resultados indican que ni la autodefinición religiosa ni la frecuencia de asistencia a la Eucaristía dan lugar a diferencias significativas en riesgo de suicidio, al contrario que la importancia concedida a Dios en la propia vida, que sí da lugar a diferencias significativas. En cuanto a los factores de la HS, ni la autodefinición religiosa ni la asistencia a la Eucaristía dan lugar a diferencias significativas, mientras que la importancia de Dios en la propia vida sí da lugar a diferencias significativas en los factores 2 (Pérdida de motivación) y 3 (Expectativas de futuro).


Los resultados obtenidos indican que ni la autodefinición religiosa ni la frecuencia de asistencia a la Eucaristía dan lugar a diferencias significativas en desesperanza. Esto es, declararse muy buen católico o católico en diversos grados de práctica, creyente de otra religión o increyente, así como asistir a la Eucaristía con una frecuencia mayor (igual o superior a mensual) o menor (frecuencia ocasional, incluso nula), no influye de manera significativa en el riesgo de suicido de los sujetos. 


Presentar un riesgo nulo/mínimo, leve, moderado o alto de suicidio no está en función, en términos de significatividad estadística, de la autodefinición religiosa y de la frecuencia de asistencia a la Eucaristía. Por el contrario, la importancia concedida a Dios en la propia vida arroja resultados significativos en desesperanza. En términos generales, los sujetos que muestran niveles de desesperanza más bajos son los que conceden a Dios muchísima y ninguna importancia, de manera significativa. Son estos sujetos los que presentan un riesgo de suicido menor (ninguno/mínimo y, en todo caso, leve).
Es importante subrayar que estos dos subgrupos son los que ocupan las posiciones extremas en esta variable religiosa, sin diferencias significativas entre sí.


Como se recordará, se hipotetizó una relación inversa entre religiosidad y desesperanza: a mayor religiosidad, menor desesperanza. Con otras palabras, a mayor religiosidad, menor riesgo de suicidio. Los resultados obtenidos confirman esta hipótesis de manera tan sólo parcial, y con exigencia de clarificación. Parcial porque, de nuevo, de las tres variables religiosas consideradas, tan sólo la importancia de Dios en la propia vida supone diferencias significativas. Con exigencia de clarificación porque, de nuevo, no es el hecho de ser «más religioso» o «menos religioso» en los términos de esta última variable, sino ambas cosas en su radicalidad, porque los sujetos que ante la cuestión de Dios y su relevancia existencial muestran una postura personal más radical, más «convencida» son los que muestran una mayor motivación y positivas expectativas sobre el futuro. 




http://www.neurologia.tv/bibliopsiquis/bitstream/10401/3712/1/interpsiquis_2006_24113.pdf

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