sábado, 1 de octubre de 2016

Como pan cotidiano




Quisiera, Dios, tenerte como pan cotidiano,
pero siempre te alejas misterioso, por brumas.

Te estoy llamando, Dios,
mira mi espera
de pájaro sin rama.

No sé qué espacio es éste sin caminos
que a veces me rodea,
y, extrañamente,
me deja suspendida en algún punto muerto.

No te alejes, Dios mío,
que el ala inútil
siento que se derrama
y hasta hueca me nace la plegaria.

Concha Lagos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos los comentarios son bienvenidos, este es un espacio de escucha y oración.