domingo, 14 de agosto de 2016

Todo cuanto menciono: ruinas...


    Todo cuanto menciono: ruinas,

    campamentos, estancias, todo.

    Así cuando digo ¡ah! ¡oh!

    y ¡ay! y, para resumir, ¡ay también!

    y cuando digo ella y él

    o ellas y ellos, plural o dual,

    también cuando escribo en mis versos

    que el destino me ha llevado a la altura o a lo profundo,

    y cuando digo que las nubes lloran

    o que las flores sonríen

    y cuando clamo por los camelleros

    que se fueron hacia el ban de Hajir

    o por los camellos de Hima,

    y hablo de lunas que se ponen en los gineceos

    o soles o plantas que se elevan

    y rayos, truenos o brisa,

    vientos -el austral- o el cielo,

    camino, torrente o dunas, montañas, ruinas o cenizas,

    amigos, camellos o colinas,

    arriates, boscajes o vedados,

    o mujeres de pechos altivos y turgentes,

    que surgen como soles o estatuas,

    todo cuanto menciono de estas cosas,

    o de algo parecido, hay que entenderlo

    de los secretos y luces que aparecen

    y se elevan, que el Dios del cielo ha traído

    a mi corazón o al corazón de aquellos

    que como yo se someten a las leyes de los sabios.

    Una descripción santa y elevada enseña

    que mi verdad tiene un pasado,

    por ello, aparta tú el pensamiento de lo exterior

    y busca el interior para aprender.



Abu Bakr Muhammad ibn Alí ibn Arabi

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