jueves, 7 de julio de 2016

Padrenuestro


Padre nuestro, que ves nuestro dolor,

nuestro llanto, nuestras dudas, nuestros miedos

a la muerte, a la angustia, a las sombras de la nada,

lo mismo que Jesús en el Gólgota, en el huerto...



Ya sabes que esperamos tus abrazos

y los abrazos vivos de todos nuestros muertos

cuando el mundo dé el salto hacia su cumbre,

cuando venga sobre todos la gracia de tu reino.



Danos el pan de la esperanza cotidiana

y perdona nuestros pasos torcidos

nuestros pasos tan lentos,

que tantas tentaciones y males nos retrasan.

Por eso te decimos con gozo y confianza:

Padre nuestro.



Autor: Víctor Manuel Arbeloa

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