viernes, 31 de octubre de 2014

Estremecedora ola de suicidios durante la fiesta de Halloween 2009 - HALLOWEN CUMPLEAÑOS DEL DIABLO



CLAUDIA PIZARRO M.

Una verdadera y literal noche de terror se vivió en distintos sectores de la V Región desde Viña del Mar, pasando por Villa Alemana hasta llegar a Quillota.
En esta nueva jornada de Halloween, hubo tres personas que eligieron la terrorífica fecha para dejar este mundo.

VIÑA DEL MAR
El primer caso ocurrió en Viña del Mar, en el sector de Reñaca alto. El mismo Día de Brujas, cerca de las 17: oo de la tarde, un hombre de 46 años de iniciales V.H.F.M, ya no dio más de su conflicto y pena sentimental y decidió quitarse la vida, cuando estaba solo en su casa. El hecho se produjo en el living de su casa. Utilizó un cordel sintético, de aquellos similares a los que se usan para colgar la ropa.

NO ERA PRIMERA VEZ
V.H.F.M no era primera vez que intentaba suicidarse por su pena de amor. Anteriormente ya había tratado de hacerlo otras dos veces. Desgraciadamente, la tercera resultó ser la vencida. Este fue encontrado por su familia, luego de minutos de haber cometido el hecho. De inmediato llamaron a la Brigada de Homicidios de Valparaíso de la PDI , cuyos detectives llegaron junto a personal del Laboratorio de Criminalística de la misma institución.

CON UN REVÓLVER
Más tarde, cerca de la medianoche, fue el turno una mujer de 45 años, del sector de la calle Alerce, en Villa Alemana. L .M.P.G., en la noche de Halloween, tuvo una fuerte discusión con su pareja y su hija.
Minutos después cuando, supuestamente, los ánimos se habían calmado, la mujer siguió enfurecida y en un acto ciego y decidido fue a su habitación y sacó de su velador un revólver calibre 38. No lo pensó mucho y apuntó contra su pecho, provocándose un traumatismo torácico, lo que le causó la muerte de inmediato.

La mujer fue encontrada por su pareja en el dormitorio, con quien había tenido la discusión momentos antes. Al lugar nuevamente llegó la Brigada de Homicidios de Valparaíso de la PDI .
El arma de fuego estaba registrada, según comentaron los efectivos de la policía civil.

BODEGA SOLITARIA
Y la noche seguía disfrazada de muerte. Ya cerca de las 5 de la madrugada, una dueña de casa de 52 años decidió no vivir más.
Una fuerte depresión la consumía teniendo a momentos intensas crisis que eran controladas con una gran cantidad de fármacos. Ya en la madrugada en vísperas del Día de Todos los Santos, la mujer salió de su casa, de manera silenciosa, y se dirigió a la bodega del patio.
No dudó en buscar una cuerda de material sintético, como es común en la mayoría de los casos de suicidio, y la amarró desde una viga de la bodega, terminando trágicamente con su vida.
La dueña de casa, dependiente de los fármacos, fue encontrada por su marido, minutos después.

PDI DE VALPARAÍSO
Fue una agitada noche para los efectivos policiales de la Brigada de Homicidios de Valparaíso, quienes en los tres casos concurrieron al lugar para periciar y descartar cualquier intervención de terceras personas. Sin embargo, los tres casos, correspondieron a suicidios en una noche literalmente, de terror.

Fuente: http://www.estrellavalpo.cl/prontus4_noticias/site/artic/20091102/pags/20091102001141.html

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HALLOWEN: CUMPLEAÑOS DEL DIABLO



Testimonio de una conversa del Satanismo

Tras convertirse al catolicismo luego de practicar durante varios años el satanismo y el esoterismo, Cristina Kneer de Vidal, residente de Hermosillo, México, explicó que la fiesta de Halloween es la más importante para los cultos demoníacos pues además de iniciarse el nuevo año satánico, "es como si se celebrara el cumpleaños del diablo".

La ex astróloga afirmó que la noche de Halloween no debe celebrarse por ningún católico pues, entre otras cosas, es la fecha en la que los grupos satánicos sacrifican a jóvenes y niños.

"No quiero asustar a nadie, todo el mundo es libre de creer lo que quiera, pero mis palabras deben ser tomadas en cuenta, por lo menos pido que me escuchen, razonen y decidan", afirmó.

"Miles de personas han adoptado sin saberlo una costumbre satánica y con ello están propiciando el crecimiento del satanismo en México y en las grandes urbes", agregó Kneer y explicó que "son temas poco conocidos, practiqué la meditación y aunque ahora me arrepiento, llegué a abominar a Dios".

Ritos satánicos

"Se eligen preferentemente niños porque son los que aún no han pecado y son los preferidos de Dios", afirmó.

Hay ocho principales fiestas satánicas: la más alta es la fiesta de Samhain o Halloween del 31 de octubre, en que se celebra el año nuevo satánico (para los católicos es la víspera de Todos los Santos).

Luego sigue la fiesta del 21 de diciembre o la fiesta de Yule (cercana al día de la Navidad); el 22 de febrero se celebra la fiesta de Candlemas o festival de Luces. La siguiente fiesta en el calendario es el equinoccio de primavera, generalmente se hace el mismo día de la Pascua burlándose de la muerte de Jesús en la Cruz y la fiesta se distingue por un sacrificio similar.

Conversión

Cristina Kneer pertenece a un grupo conocido como SAL, que pretende enviar a los satanistas un mensaje de esperanza para que se conviertan y la petición de que no hagan más daño.

"Cualquier satánico que lea esta información y que quiera rechazar o abandonar el satanismo puede hacerlo con ayuda de Dios, como ya lo hemos logrado nosotras", señaló Kneer.

La dirección del grupo de ex-satanistas es el apartado postal 50, delegación 6, en Hermosillo, Sonora, Mexico.

(Tomado de ACI)

miércoles, 29 de octubre de 2014

Prevención del suicidio en ancianos

Por Wanda Y. Domenech González
Estudiante en adiestramiento
Programa Graduado de Consejería
Universidad Central de Bayamón - Puerto Rico




¿Recuerda cuándo escuchó por primera vez la palabra suicidio o intento del acto? ¿Está al corriente de que las personas que idean suicidarse presentan señales características antes de llevar a cabo el acto letal? ¿Sabe que el suicidio es prevenible? Es posible que usted tenga las respuestas a todas estas preguntas… quizás no.

No obstante, conozca que la Organización Mundial de la Salud define suicidio como “el acto deliberado por el que un sujeto se causa la muerte con conocimiento o expectativa de un desenlace fatal” (OMS, 2006). Asimismo, este organismo reporta que las tasas de incidencias en suicidios copa uno de los problemas de más alto crecimiento en la salud pública a nivel mundial, cuando así se le compara con las muertes resultantes por actos de homicidios y guerras, (OMS, 2004), según declarado por la Dra. Catherine Le Galès-Camus, en otrora Sub-Directora General de la OMS para Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental.

Más aún, cuando la palabra suicidio se relaciona con envejecientes ¿cómo le impresiona el término? Pues bien, de rienda suelta a su imaginación y cree un escenario suponiendo que se acerca a usted una persona de edad mayor que le expresa tener una situación en particular de conflicto personal. Imagine cuál problema y abunde en el mismo. Ante dicha situación, el envejeciente le expresa que “mi familia estará mejor sin mí”, “nada me causa placer”, “no tengo por qué o por quién vivir” y le añade que se siente muy triste y en completa soledad. Asimismo, usted observa que esta persona se ve físicamente decaída y descuidada. ¿Podría identificar si esta persona refleja características de un comportamiento suicida?
Señales de Peligro

Es factible que usted desee conocer más detalles sobre la prevención del suicidio para ayudar a alguna persona que enfrente una situación similar a la antes conjeturada. Si es así, considere seriamente cuando se observan las siguientes señales de peligro que podría estar manifestando una persona que está pensando en el acto suicida como una medida de escape a su sufrimiento emocional:

• cambios súbitos en el estado de ánimo
• incapacidad para concentrarse
• pérdida o ausencia de amigos
• repartición de objetos muy queridos
• cambios en los hábitos de comer o de dormir
• comportamiento pasivo o agresivo
• miedo a la separación
• uso de alcohol y drogas
• autoestima baja
• desesperación y desesperanza
• entre otros indicativos

Comportamiento Suicida

Igualmente, esté al tanto de que la conducta auto lesiva envuelve cuatro áreas de clasificación, estás son:

• Ideación – es la etapa donde la persona tiene pensamientos recurrentes sobre su deseo de morir y donde se planifica realizar el acto.
• Amenaza – en esta fase el individuo expresa de forma verbal o escrita su deseo de quitarse la vida.
• Intento – es la penúltima etapa caracterológica de la conducta suicida donde la persona realiza un acto nocivo o varias tentativas con el propósito de autolesionarse con la finalidad de morir.
• Muerte – el individuo es avasallado por su crisis emocional, llevándolo a consumar el pensamiento suicida a un acto letal.

La crisis emocional es un estado a nivel cognitivo donde el individuo experimenta una etapa de inestabilidad, produciendo así sensaciones de desesperación y desesperanza por no encontrar salida al conflicto que le está agobiando. Este estado de desequilibrio lleva a su vez a la desconexión del envejeciente con su entorno y en consecuencia se va excluyendo poco a poco de la sociedad hasta llevarlo a un estado de vulnerabilidad e indefensión (Sue, D., Sue, D. W. & Sue, S., 2010).

Es un hecho que todos los individuos van experimentando cambios en sus distintas etapas de vida. En el contexto de vida el adulto mayor se enfrenta a múltiples transiciones y situaciones como lo es la viudez, pérdidas de familiares o amigos, enfermedades, disminución de ingreso, recortes en el seguro de salud, problemas económicos o de vivienda, entre otras. Estas circunstancias de vida son afrontadas de maneras distintas por los envejecientes. Esta etapa puede ser una de aceptación a su realidad, en la cual marca una ruta en la búsqueda de enriquecerse emocionalmente a través de nuevas experiencias, retos, las cuales lo lleven a la individualidad y encontrar sentido de sí mismo dentro de su escenario existencial (Rovira, 1997). Por otro lado, esta etapa puede ser recibida con resistencia y apatía llevando al adulto mayor a la disgregación de su entorno conduciéndolo a experimentar sentimientos, pensamientos y comportamientos de minusvalía, los cuales se manifiestan a través de expresiones verbales derrotistas, negatividad o pensamientos recurrentes de ideación suicida. Asimismo, pueden presentar sintomatologías físicas como el cansancio, ansiedad, depresión, entre otras condiciones de salud. Por lo tanto, la importancia de la detección y prevención en crisis es lograr una intervención a tiempo para salvar vidas.
Mitos sobre el suicido

Conozca que existen varios mitos sobre el suicidio, entre los cuales se encuentran los siguientes como los más comunes:

• Las personas que manifiestan suicidarse no llevan a cabo el acto.
• El suicidio se realiza sin previo aviso.
• Los que comenten el acto suicida son personas con trastornos mentales.
• Las personas suicidas están firmes en que desean quitarse la vida.
• Luego del intento suicida desisten de intentarlo nuevamente.
• No se debe preguntar si la persona está pensando en suicidarse.
• Entre otros.

Recomendaciones de prevención

Cuando se identifica a un potencial suicida, se recomienda tomar las siguientes medidas para ayudar a la persona que está atravesando una crisis emocional:

• No evada la responsabilidad de atender la necesidad de la persona.
• Escuche atentamente lo que el individuo le expresa sobre su crisis y esté atento ante cualquier señal que se perciba como peligro.
• Facilite la expresión de las emociones de la persona que está en crisis.
• No deje sola a la persona que presenta un comportamiento lesivo o que le está expresando verbalmente su intención suicida.
• No tome a broma la situación de crisis emocional que la persona está experimentando.
• No regañe, confronte o rete a la persona.
• Busque y canalice la intervención inmediata por un profesional de ayuda para la persona con ideación, amenaza o intento suicida.

La prevención envuelve identificar asertivamente el comportamiento suicida y actuar a tiempo para evitar una muerte.
Beneficios de la consejería profesional

El adulto mayor que elige la consejería profesional como alternativa para manejar su crisis, tendrá una opción terapéutica para ventilar su conflicto de forma confidencial, además, de encontrar seguridad emocional para validar sus sentimientos a través de un servicio estructurado y profesional. Igualmente, la consejería profesional le proveerá en cada intervención las herramientas necesarias para identificar, manejar, buscar alternativas y soluciones viables que redunden en bienestar y paz, encaminadas a alcanzar la estabilidad emocional para enfrentar con calidad la etapa presente de su ciclo de vida.

Fuente: http://diariodepuertorico.com/2014/05/prevencion-de-suicidio-en-envejecientes/

sábado, 25 de octubre de 2014

El enfado con Dios le llevó al suicidio, tarot, Ouija; pero el pasaje de la samaritana... a la fe

“Desde pequeña fui criada en la tradición católica, pero llegó un momento en que me rebelé contra Dios”. 

Así de categórica es Abigail Cofré, quien vivió sumergida en la tristeza tras la muerte de su abuelo cuando tenía 13 años.
Originaria de la ciudad de Rancagua, Chile, aún mantiene fresca las enseñanzas católicas de su abuela.“Ella usaba un velo para ir a misa. Siempre le llevaba flores a la Virgen María y hacía todas las cosas de la capilla”. Pese a que su madre estuvo presente en todo momento, considera que sus mayores referentes fueron sus abuelos, porque “me ponían las reglas. Veía en ellos un matrimonio bien constituido”.



Oscuridad tras la muerte del abuelo

Es con el fallecimiento de su abuelo en las vacaciones de febrero en 1996, cuando su fe se desmoronó. No quise saber nada más de Dios, porque era la primera pérdida que había tenido. Tenía pena porque no lo iba a ver nunca más, me quería morir, intenté suicidarme en varias oportunidades. Es allí cuando me hice parte de un grupo en el colegio que eran góticos. Como a mí me gusta la poesía, empecé a escribir poemas deprimentes y me teñí el pelo de negro”.




En los cementerios... porque hay silencio

Abigail reconoce que deambuló en la subcultura Gótica más de seis años participando de diversas comunidades que compartían su afición por “esa estética siniestra”. A tal punto llegó su afán de abstraerse de la realidad, señala, que estudiaba en los cementerios, pues, “era la única parte donde podía encontrar silencio”.


Ávida de nuevas experiencias, Abigail explora también en el ocultismo. “En ese tiempo, jugaba a la Ouija, veía el tarot, lecturas sobre el aura, pero dejé todas esas cosas. Ahora me pregunto ¿para qué hice esas cosas, si mi destino o lo que me ocurra en cinco minutos más será así por voluntad de Dios y no mía?”.


La abuela llamó al cura


Recuerda que un día, a petición de su abuela, un sacerdote llamado Guillermo González fue a su hogar con el mero objeto de hacerle un par de cuestionamientos. El padre me dijo “«Abigail… ¿hasta cuándo vas a estar deprimida?, ¿hasta cuándo llorarás? El Dios que adoramos es el Dios de la vida. Es el Resucitado, quien hace nueva todas las cosas. Pídele que transforme tu vida. Así como Cristo transformó el agua en vino, que te transforme a ti». En ese momento, reaccioné, pero incrédula”.


Una lectura proclamada en misa


Aquel cuestionamiento volvió a suscitarse tiempo después, cuando su abuela le exigió acompañarla a misa. “Un día escuché la lectura de la mujer Samaritana y entendí lo que me dijo el sacerdote que visitó nuestra casa. Jesús no vino a buscar a los buenos, sino a los que estaban alejados. A los que estaban perdidos, que no había venido solamente por la buena gente, sino por aquellos que no querían saber de Dios. Y que el Señor sufría por eso y que Él había muerto por mí y por cada uno de nosotros”.Asegura que reflexionó por varios minutos las frases de esa lectura… “Eran palabras actuales, llenas de vida. No eran cosas que habían pasado hace más de dos mil años. Y le hice un compromiso al Señor. Le dije que quería ser la niña de sus ojos, no quería vivir en la infancia eterna”.


Prepararse para la Confirmación


Conmovida y con deseos de reestructurar su vida, ingresó a un grupo de confirmación para recibir el sacramento, a sus 20 años. “Saber que tengo una misión en el mundo. Que el Señor sabía cuándo iba a nacer, dónde me iba a criar, qué es lo que iba a vivir antes de mucho, me hizo reflexionar. La muerte es la continuación de la vida, pero abrazada a Cristo. Moriré, es lo único que tengo seguro en la vida, pero me encontraré con Dios, con mi abuelo, y con todos los que quiero ver”.Cuando repasa las grandes experiencias de su vida, Abigail concluye que la muerte no tiene la última palabra y deposita toda su esperanza en el Señor. “Porque uno, como ser humano siempre busca algo en qué creer. Confías en un par de cartas, en unos dibujos raros, en una taza de café, o porque estás alucinado con drogas ves rayas en la gente. Creí que era experta para con esas artes fabricar mi propia suerte, pero no es así”.

Abogada, con el "Peregrino Ruso"

Hoy, a pocos meses de jurar como abogada, ya trabaja como procuradora. Además abrirá un nuevo campo ocupacional, como relatora de talleres laborales a trabajadores en la ciudad de Rancagua. Hasta hace algunos meses era una activa representante juvenil en su comunidad pastoral, y junto a su esposo, Cristián (sobre estas líneas, ella y sus esposo) tuvo el privilegio de viajar al encuentro con el Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud de Rio de Janeiro.




Su principal cercanía con Dios se plasma por medio de una oración del corazón que descubrió en el librito “El Peregrino Ruso” y que confiesa repite como oración constante cincuenta veces cada día. ¿Puedes decirla?, le preguntamos, al finalizar. “¡Por supuesto!”, responde feliz, al tiempo que reza… «Jesucristo, hijo de David, ten compasión de mí».


jueves, 23 de octubre de 2014

Señor, ¿por qué no existes?


Señor, ¿por qué no existes?
¿Dónde te escondes?
Te buscamos, y te hurtas;
te llamamos, y callas;
te queremos, y Tú, Señor, no quieres
decir: ¡vedme, mis hijos!
Una señal, Señor, una tan sólo,
una que acabe
con todos los ateos de la tierra;
una que dé sentido
a esta sombría vida que arrastramos.
¿Qué hay más allá, Señor, de nuestra vida?
Si Tú, Señor, existes,
¡di por qué y para qué, di tu sentido!
¡Di por qué todo!
¿No pudo bien no haber habido nada,
ni Tú, ni mundo?
Di el porqué del porqué, ¡Dios de silencio!
Está en el aire todo,
no hay cimiento ninguno
y todo vanidad de vanidades.
«Coge el día», nos dice
con mundano saber aquel romano
que buscó la virtud fuera de extremos,
medianía dorada e ir viviendo... ¿qué vida?
«Coge el día», y nos coge
ese día a nosotros,
y así, esclavos del tiempo, nos rendimos.
¿Tú, Señor, nos hiciste para que a ti te hagamos,
 o es que te hacemos para que Tú nos hagas?
¿Dónde está el suelo firme, dónde?
¿Dónde la roca de la vida, dónde?
¿Dónde está lo absoluto?
¡Lo absoluto, lo suelto, lo sin traba
no ha de entrabarse
ni al corazón ni a la cabeza nuestra!

Miguel de Unamuno

domingo, 19 de octubre de 2014

Prevención del suicidio: paliar la desesperación atendiendo a las redes sociales


Los prejuicios y el miedo rodean al suicidio, una acción que, cada año, llevan a cabo un millón de personas en el mundo. Hay que estar atento pues muchos gritan su desesperación a través de las redes sociales; la prevención, más que nunca, es la solución para encontrar la luz al final del túnel
Prevención del suicidio: paliar la desesperación atendiendo a las redes sociales
La medicina preventiva intenta abrirse camino en todos los ámbitos de la salud y en el tema que nos ocupa, los especialistas insisten en remarcar su carácter crucial. Aquí, más que nunca, la prevención salva vidas.
El 10 de septiembre es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio y pretende fomentar, en los cinco continentes, compromisos y medidas que ayuden eficazmente a acabar con esta práctica. Cada día 3000 personas ponen fin a su vida, y al menos 20 personas intentan suicidarse por cada una que lo consigue.
En los últimos 50 años, las tasas de suicidio han aumentado en un 60% en todo el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque tradicionalmente las mayores tasas de suicidio se han registrado entre los varones de edad avanzada, las tasas entre los jóvenes han ido en aumento hasta el punto de que ahora estos son el grupo de mayor riesgo en un tercio de los países, tanto en el mundo desarrollado como en el mundo en desarrollo.
“En España, el suicidio es la segunda causa de muerte entre los adolescentes de 15 a 20 años”, afirma Carlos Mirapeix, psiquiatra y Director de la Fundación para la Investigación en Psicoterapia y Personalidad (FUNDIPP).

Redes sociales: un nuevo altavoz de auxilio

“Existe un mito con respecto a que el paciente que se quiere suicidar no lo dice y se mata”, según el psiquiatra quien nos aclara que los datos apuntan a que los que tienen ideación suicida, el 80 %, han ido al médico la semana anterior o han dado indicios y noticias de ideas de suicidio con familiares o amigos.
Estas comunicaciones se realizan por las vías naturales al individuo y hoy en día ese escenario, especialmente para los jóvenes, lo conforman las redes sociales. Se ha detectado, explica Mirapeix, con vistas a la intervención precoz en adolescentes que el lugar donde expresan por primera vez pensamientos suicidas y de muerte, sensaciones de hartazgo y desesperación y búsqueda de ayuda es en las redes sociales.
La revista Crisis: the journal of Crisis Intervention and Suicide Prevention 2011; Vol. 32(5): 280–282, publicó un estudio, llevado a cabo por médicos suizos, sobre Facebook y casos de suicidio. En sus conclusiones señala cómo la presencia de notas de suicidio en redes sociales como Facebook es un fenómeno reciente y alerta sobre la necesidad de ser conscientes de este nuevo tipo de anuncio de suicidio y sus consecuencias posibles.
Hasta el momento, según explica el estudio, es confuso si el efecto de tales apuntes conducirá a un estímulo mayor de suicidio o en cambio a mayores oportunidades para su prevención.
En España, los voluntarios de los centros del Teléfono de la Esperanza atendieron el año pasado 1.567 llamadas en las que los afectados manifestaron de manera explícita su intención de suicidarse, un 30% más que en 2001.
Prevención del suicidio y redes sociales
EPA/DPA/JULIAN STRATENSCHULTE
En ese caso, los afectados buscan una voz, alguien que les atiende personalmente. “Hoy en día antes de llamar a teléfonos de ayuda, los jóvenes, expresan gritos de auxilio en las redes sociales”, afirma el psiquiatra quien es consciente de que esa circunstancia les va a obligar a investigar de qué forma deben intervenir para que la información que se vierte en las redes pueda ser utilizada por los facultativos.
“Nuestro equipo trabaja con grupos de adolescentes y jóvenes con problemas de conducta grave y trastorno límite de personalidad graves; siempre les pedimos autorización para que nos dejen visitar su perfil de Facebook. Dentro del protocolo de evaluación también estudiamos el contenido de su perfil porque a veces allí aparecen cosas tremendamente importantes desde el punto de vista clínico”, afirma el doctor.
“Tenemos pocas conclusiones pero empezamos a tener alguna idea de cómo van las cosas. Está empezando a haber auténticas plataformas online de prevención del suicidio, plataformas con acceso a chats, a las propias redes sociales de esas plataformas, en definitiva, facilitar la comunicación directa con profesionales”, asegura Mirapeix.
“Incluso, hoy en día se está empezando a utilizar como herramienta y método de intervención de situación de crisis el WhatsApp. Los profesionales nos estamos planteando qué podemos hacer con las nuevas tecnologías y ayudar a estos chavales con un alto índice de suicidio pues donde mejor expresan lo que les pasa es en las redes sociales”, insiste el psiquiatra.

Problema global

Los trastornos mentales (especialmente la depresión y los trastornos por consumo de alcohol) son un importante factor de riesgo de suicidio en Europa y América del Norte; en los países asiáticos, sin embargo, tiene especial importancia la conducta impulsiva.
El suicidio es un problema complejo, en el que intervienen factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales, tal y como predica la OMS.
El doctor Mirapeix insiste en que la prevención del suicidio es un problema sanitario, social, político que nos compete a todos. “Hay que quitar el estigma del suicidio y del paciente con ideación suicida para favorecer su identificación, darles un espacio para hablar, entrenar a los profesionales y poner programas terapeúticos que prevengan esta situación”.
También existen medidas de prevención más allá de las sanitarias. “Algunas requieren medidas políticas como la posibilidad de disponer de armas de fuego muy relacionada con el riesgo de que se cometan suicidios; que los sitios peligrosos estén vallados, protegidos u otras medidas como la adquisición de sustancias tóxicas peligrosas o medicamentos con alto índice de letalidad, en definitiva, dificultar el acceso a prácticas suicidas”, asegura Mirapeix.
“En España, es necesario entrenar a los maestros y profesores de instituto para que sepan detectar cuando un niño, y sobre todo un adolescente, muestra signos con una ideación suicida potencial, y poder remitirlo al equipo psicológico o al médico”, insiste el psiquiatra.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Tras los ídolos del 68, estaban el nihilismo y el suicidio... con Dios, Cammilleri salvó su vida


Rino Cammilleri (www.rinocammilleri.com) es un sociólogo, politólogo y periodista muy conocido entre los católicos italianos por sus ensayos de apologética cristiana, sus novelas históricas y sus colaboraciones en Il Giornale, Il Timone y LaNuova Bussola Quotidiana. 

Laureado en Ciencias Políticas en Pisa con una tesis sobre el político y pensador conservador español Donoso Cortés, participó en su juventud en el entonces muy izquierdista "Movimiento Estudiantil"

En esa época estaba muy alejado de la fe pero sus inquietudes le llevaron a un cristianismo firme. Él siempre se ha declarado un converso, como es el caso de otras grandes figuras del periodismo católico italiano, como Vittorio Messori o Lucetta Scaraffia. 

Autor de libros como "Il Kattolico", "Pequeño manual de apologética", ¿"Es Dios católico?", "El Evangelio según yo", "La verdadera historia de la inquisición", y, muy difundido en español, "Los monstruos de la Razón", Cammilleri recuerda que la alternativa a la fe católica y la vida en Dios era el nihilismo y el suicidio. Lo explicaba en una entrevista en agencia Zenit en italiano con Antonio Gaspari en 2011.

Bautizado, pero lejos de la fe
“Como casi todos los ateos y agnósticos actuales de Italia fui bautizado en el rito católico, pero después, como sucede a menudo, equivoqué el camino. Por ignorancia. Por dejadez. Porque es verdad que el bautismo te convierte en cristiano, pero para actuar como cristiano se necesita, de hecho, una conversión”, explicó.

"Yo frecuentaba la Facultad de Ciencias Políticas en Pisa en los años setenta y acabé contagiándome. Pero, antes que los demás, llevé hasta el fondo mi revolución personal. Y en el fondo estaba el nihilismo. Es decir, el suicidio", apunta.

"Debo todo a mi conversión, fruto en parte del razonamiento y en parte (como todas las conversiones) de la gracia. Imagínese que incluso había dejado mis estudios para ser cantautor en Milán... En resumen, que toqué el fondo. Pero Dios me “agarró” justo cuando estaba indeciso si acabar con mi vida o posponerlo". 

El Evangelio, un manual
Los detalles personales los cuenta en su libro de 2011 “Cómo me convertí en c.c.p. (católico, creyente y practicante) (sólo en italiano) y no le gusta desgranarlos en entrevistas. Pero sí explica la significación que tienen historias de conversión como la suya.

Asegura que convertirse es descubrir que "el Evangelio otra cosa no es sino el manual de la perfecta manutención de nosotros mismos. Si no se aplica el manual (y, por tanto, no se cree en el Constructor) la vida se frustra. Entendámonos bien: la conversión no elimina la cruz, al contrario. Para ello, puedes ver las desaventuras de San Pablo desde el día de su caída del caballo en adelante. Pero te hace descubrir cuál es el sentido de la vida. El sentido justo, quiero decir. Y esta es la perla maravillosa por la que el mercader evangélico entiende que vale la pena vender todo para apropiarse de ella".

No es para superhombres...
Cammilleri insiste en que el Evangelio no es para los perfectos, los superhombres, sino precisamente para las personas heridas y pecadoras.

"Basta pensar en el Buen Ladrón, beatificado por Cristo en persona. Su vida entera es todo menos ejemplar y su final tampoco es mejor. Decía otro converso, Oscar Wilde, que la Iglesia católica es para santos y pecadores; para las buenas personas basta la Iglesia anglicana. A Dios le interesa quien se pone a prueba, no quien lo consigue. Permítame la comparación: también en el amor humano la pasión es preferible al aburrido tram-tram".

No hay dos conversos iguales
Cammilleri, además de ser converso, ha leído y escrito mucho sobre otros conversos. Y ha aprendido así varias cosas. 

"Las conversiones nunca son iguales, porque Dios –así se ha dicho– sabe contar sólo hasta uno. Por tanto, el relato de una conversión no es muy ejemplar. Pero tiene una indudable utilidad “testimonial”, como bien saben los publicistas. Quien lee los resúmenes de los conversos descubre que el cristianismo, también hoy, es abrazado totalmente, hasta hacer de él la única razón de vida, por gente (permítame la inmodestia) no banal. Mi caso, que es el que conozco mejor, es el de una persona que había asimilado hasta el fondo los mitos del 68, hasta casi anticipar los tiempos. Cada época proporciona sus mitos a los jóvenes. Pero los mitos matan. Seguir a los ídolos propuestos por el propio tiempo lleva al suicidio. O a una vida equivocada porque está fuera del objetivo. Decía San Agustín (otro converso) que estamos hechos para la Felicidad. Es decir, para Dios. Y que nuestro corazón está inquieto hasta que no descansa en Él. El converso es la persona que ha entendido esto".
Las épocas y las conversiones
Cammilleri pone en contexto la experiencia de la conversión, sea bajo el dominio del cruel paganismo romano antiguo, o el de nuestros tiempos hedonistas y egoístas.

"Cada época ha tenido sus conversos, porque cada generación nace con el Pecado original. También en los tiempos de Jesus existían los Herodes y los Pilatos, gente que había consagrado su existencia a los ídolos (que son siempre los mismos: Sexo, Dinero y Poder). Hoy la sociedad hedonista de masa machaca a más gente, produce más “drop out”, [descolgados] como dicen los sociólogos. Aumenta el número de los que ceden, de los que no lo consiguen y se rinden. Basta encender la televisión para ver cuántos son los que están dispuestos a todo por el éxito, con tal de “emerger”. Pero no hay que creer que los conversos hay que buscarlos entre los fracasados y los perdedores: también el mismo Jesús fue, en el plano terrestre, un perdedor y un fracasado. No, muchos se han convertido precisamente porque han alcanzado sus objetivos y se han dado cuenta de que estaban vacíos. Quien busca el verdadero sentido de la vida lo encuentra, porque Dios mismo se hace encontrar. Pero precisamente está aquí la línea divisoria: si uno en su corazón, y con todo el corazón, busca la Verdad, Dios antes o después lo convierte. Si uno, en el fondo, sólo se busca a sí mismo, encontrará también él lo que busca: nada.
(Con la colaboración para la traducción del italiano de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)

Fuente www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=33831 

lunes, 13 de octubre de 2014

Muere lentamente...


Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música
quien no encuentra gracia en sí mismo

Muere lentamente 
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos
trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su vestimenta
o bien no conversa con quien no conoce.

Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino de
emociones,
justamente éstas que regresan el brillo a los ojos
y restauran los corazones destrozados.

Muere lentamente
quien no gira el volante cuando está infeliz con
su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir
atrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos……

¡ Vive hoy !

¡ Arriesga hoy !

¡Hazlo hoy !

¡ No te dejes morir lentamente !

¡ No te impidas ser feliz 



Poema de Martha Medeiros

domingo, 5 de octubre de 2014

No le faltaba nada y pensaba en el suicidio...



La historia de Teresa María Pérez, que hoy es religiosa del Hogar de la Madre, se parece en sus inicios a la de muchos adultos jóvenes de la España de hoy: una familia de "buenos valores" que iba a misa a veces, un abandono de la práctica religiosa en la adolescencia, una vivencia parroquial árida... y un encuentro de la fe en el testimonio y la Eucaristía. Ella lo cuenta así.

"Yo soy de Torrelavega. Nací en el seno de una familia con unos valores muy buenos. Una familia muy unida, nos ayudamos mucho, a mí me han inculcado valores como el trabajo, la fidelidad, el respeto por los demás, la bondad hacia los demás, el ayudar, el no criticar...", explica.

"Hice la Primera Comunión. Casi no recuerdo ni a los catequistas que tuve, ni el contenido de las clases. El único recuerdo que tengo es que el día antes de hacer la Comunión, realizamos una práctica de tomar el pan y decir: ´ahora no está Jesús; mañana cuando hagamos la Comunión, ya estará Jesús´. Es el único recuerdo que me ha quedado de ese etapa, nada más".

"Continué yendo a Misa después de la Primera Comunión, pero un poco obligada por mi madre, no porque tuviese mucha interés en ir. Nos confesábamos en Pascua, pero también obligados por mi madre", recuerda. 

En el instituto, en la adolescencia, se llevaba bien con todos. "Me gustaba divertirme, pero por los valores que a mí me habían inculcado tenía una serie de cosas claras. No buscaba el emborracharme. El tema de la pureza también lo tenía muy claro". Pero a los 14 años dejó de ir a misa y Dios no tenía ningún papel real en su vida. 

"Yo tenía en mi mente la posibilidad de hacer la Confirmación, porque era algo típico. También quería casarme por la Iglesia, eso lo tenía claro". Pero retrasaba la Confirmación porque le agobiaba dedicar 2 o 3 años a la catequesis.

Primera vivencia de fe
Su primera experiencia religiosa de verdad fue en unas convivencias de fin de semana que organizó el profesor de religión en el colegio.

"Mi pensamiento fue: un fin de semana fuera de casa con los amigos, fenomenal, estupendo. Me apunto. Esa era mi visión, ninguna otra intención".

Lo primero que abrió su corazón fue escuchar allí el testimonio de jóvenes con fe. ¡Incluso de chicos con melena!

"Descubrí que Dios existía, que Dios tenía una relación con cada alma y que Dios tenía un proyecto para cada persona. Y eso lo descubrí a través del testimonio de varios jóvenes que hubo en esas convivencias. A mí me impresionaron mucho. Recuerdo claramente la imagen de un chico, tendría ya unos 20 años, con una melena bastante larga, y que él contó su testimonio y él contó cómo había sido hippie y como se convirtió en una explanada muy grande, tuvo allí una experiencia muy fuerte del Espíritu Santo y a raíz de esa experiencia él dejó toda su vida pasada, todas sus amistades y cambió totalmente. Y así varios testimonios. Entonces me impresionó mucho el poder de Dios y a la vez yo dije, “¡Ay, madre!. ¿Y si Dios me pidiese a mí que dejase mis amistades? ¿Yo sería capaz? ¿Sería capaz de darle a Dios lo que Dios me pidiese? Y eso me inquietaba, porque yo soy una persona que normalmente cuando me comprometo a algo o cuando digo que sí a algo normalmente es para hacerlo". 

Era una situación espiritualmente incómoda.

"Yo no conocía a Dios realmente. Sabía que Dios existía, que tenía una relación conmigo pero de alguna forma me asustaba qué podría pedirme Dios a mí".

Confesión... y un paso voluntario
En esas convivencia se confesó por primera vez en mucho tiempo: "fue una confesión de niña; las confesiones que yo había hecho toda mi vida eran con la mentalidad de niña; había muchas cosas que yo realmente estaba viviendo mal, pero yo no tenía esa capacidad de verlo en aquel momento". 

Y por primera vez dio un paso voluntario hacia Dios. 

"El domingo en la misa hicieron una especie de acto simbólico que consistía en que pues si estabas dispuesto a ponerte en las manos de Dios para lo que Dios quisiera de ti, tenías que coger una ramita y ponerla en el momento del ofertorio encima del altar. Como un acto simbólico, simplemente de generosidad, de querer entregarte a Dios. Y parece algo muy tonto pero para mí suponía mucho, porque yo quería hacerlo, pero a la vez me daba miedo. Me daba miedo porque yo decía, “si yo hago este acto y me comprometo a decirle que sí a Dios para lo que quiera y me pide algo que yo no voy a ser capaz de darle, ¿qué?”. Entonces era una lucha tremenda, una cosa tan tonta pero una lucha tremenda. Y de hecho empezó la Eucaristía y yo estaba dándole vueltas y dándole vueltas. Y en el momento concreto yo me sentí empujada interiormente. Yo a esto lo llamo “empujones del Espíritu Santo”. No he tenido muchos en mi vida pero he tenido varios de los que soy consciente, porque van en contra de mi razón. Salí la primera, cogí la ramita, la puse encima del altar y me volví a mi sitio. Y pensaba: ´ay, Madre, ¿qué he hecho?´. Y recuerdo el momento de la paz: no sé ni quien me dio la paz, pero recuerdo que el apretón de manos en el momento de la paz me transmitió una paz inmensa, inmensa, inmensa. Y me quedé tranquila y dije: “Ya está. El Señor se encargará. Que me tenga que pedir lo que me tenga que pedir, que yo….ya está”. 

Teresa volvió entusiasmada a casa. 

"Le dije a madre, “mamá, a partir de ahora ya todo ha cambiado, yo no puedo volver a ser la misma. Todo es distinto. Dios existe. Dios me ama. Esto lo cambia todo”. Volví a clase, hablé con amigas que no habían estado en las convivencias... y, claro, nadie me entendía". 



La aridez parroquial
Pero una cosa es una convivencia, y otra la aridez de la vida parroquial para un adolescente.

"Empecé a ir a misa los domingos, empecé a leer los evangelios, y de esas convivencias un grupo de jóvenes empezamos a juntarnos todas las semanas para hacer oración. Lo que pasa es que era una oración que no hacíamos en la Iglesia delante del Santísimo sino que nos reuniéramos en una sala de la parroquia. Ni me llenaba, ni me atraía, ni nada. También veía mucha incoherencia. Esta misma gente me los encontraba los fines de semana borrachos. Leíamos un poco de la Biblia, comentábamos... pero no era hacer oración realmente, no es ese diálogo del alma con el Señor ante el Santísimo. Me fui alejando".

Se apuntó después a unas catequesis de confirmación porque la preparación era breve, de unos meses. 

"Ese año en catequesis de confirmación nos confirmamos unos trescientos jóvenes. Que se dice pronto, pero son muchísimos jóvenes. Y es curioso porque también la mayoría no éramos de la parroquia sino yo creo que muchos habíamos aprovechado “la oferta” de la catequesis". Ella formaba parte de un grupo de confirmación de unas 30 chicas más mayores, de 17 a 25 años.

La religiosa que atendía este grupo era una buena predicadora. 

Una buena predicadora
"Empecé a oír a la hermana hablar, mis ojos y mis orejas se abrían y no salía de mi asombro. Para mí era todo un mundo desconocido. En mi vida había oído hablar así. Del pecado, de la vida de la gracia, de la llamada a la santidad, de la pureza, o sea, para mí todo era nuevo, yo no había oído hablar nunca así, nunca. Era una cosa increíble. Porque claro, si esto es verdad esto cambia muchísimas cosas". 

Y es que aunque tenía amigos, familia, ganas de estudiar informática, no tenía mayores problemas... Teresa había llegado a plantearse fríamente el sentido del suicidio. Porque, ¿qué sentido tiene vivir? 

"Todas las semanas esperando a que llegue el fin de semana. Llega, salgo con mis amigos, me lo paso muy bien, llega el domingo por la noche y ¿qué? Es una sensación de vacío tremenda y otra vez a empezar, ¿y eso para qué? ¿Qué sentido tiene todo eso? Esa experiencia de vacío yo la iba teniendo muy fuerte, tan fuerte llegó a ser en algunas circunstancias que llegué a plantearme la posibilidad del suicidio, fríamente. Yo creo que lo que me retuvo en estos momentos así fue el pensar en aquello que había oído muchas veces, yo tenía claro que si yo acababa con mi vida, yo me condenaba. Y eso lo tenía en mi mente, siempre lo he tenido allí. Yo creo que eso me ha detenido en eses momentos de dificultad". 

"No era soledad. Yo lo llamaría vacío de sentido, que es distinto. No llegué a hablar del tema del suicidio pero sí de este sentido de vacío con las chicas de clase, con las amigas con las que yo salía. Pero no podían darme una respuesta, porque ellas no tenían a Dios. En casa yo no se lo dije a mi madre, la quiero mucho y he tenido siempre mucha confianza con ella pero yo también soy muy introvertida y normalmente me guardo mucho las cosas y más si son sufrimientos normalmente tiendo mucho a guardarlos, a no exteriorizarlos". 

En esta etapa para la confirmación Teresa fue cambiando. 

La Confesión y la misa
"Antes iba a misa y me aburría mucho, la misa no me decía nada, las homilías me resultaban muy aburridas, no encontraba el por qué tenía que ir. Yo le preguntaba a mi catequista, “¿Por qué tengo que ir a misa los domingos?” Llegó el momento en que yo me confesé, que también fue como otro empujón del Espíritu Santo hacia el confesionario porque me costaba ir. Pero como que salí disparada y allí experimenté una limpieza tremenda". 

Además, fue una ocasión de plantear sus dudas al sacerdote: 

- Mire, estoy en COU, tengo muchas dudas porque tenemos filosofía, no tenemos religión, tengo un caos tremendo con tanto filósofo ateo y demás, así que estoy hecha un lío... 
- ¿Quién es tu catequista?
- La hermana Isabel 
- Pues, mira, le hermana Isabel ha estudiado filosofía. ¿Por qué no quedas un día con ella y le cuentas todas tus dudas?

"Hablando con la hermana me solté y le conté la experiencia de vacío y también como me sentía como un hámster en una jaula" 

- Es que tienes razón. Si lo ves sin Dios, si lo ves sin fe, eso es así -dijo la religiosa. -Pero te doy un ultimátum: vete a misa todos los días. 
- Vamos a ver. Voy casi arrastrada los domingos y tu me dices que vaya todos los días…Bueno, lo intentaré
- No, no. No lo intentes. Hazlo.

"Y de estos empujones del Espíritu Santo dije: lo haré. Y ya una vez que había dicho, “lo haré”, tenía que hacerlo. Y empecé a ir a misa todos los días. Recuerdo que una noche estaba leyendo en la cama y empecé a sentir una experiencia de vacío fortísima, fortísima. Pensaba ¿qué me pasa? ¿por qué este vacío tan grande? Hasta que me saltó el chip, ´no he ido a misa hoy´. La misa se había convertido en el momento central de mi vida y yo no me había dado cuenta". 

Vida de fe estable
Después de confirmase se mudó a Bilbao, ahora estudiante universitaria. 

"Yo ya había entrado en un grupo juvenil que era el Hogar de la Madre. Me ayudó mucho. Ya había empezado a vivir la oración diaria, la misa diaria, el rosario diario. Empecé a dar catequesis de comunión también en aquel año. Iba caminando hasta la universidad e iba rezando mi rosario, podía ir a misa antes de ir a clase. En la oración iba experimentando cómo el Señor me quería para Él. Hasta que tuve la certeza de que el Señor me quería para Él, porque tenía miedo de atribuirme un don que el Señor no me quisiese dar. Yo creo que en esa intimidad con el Señor, en ese diálogo con el Señor, Él se comunica contigo y te lo hace comprender. Y no he dudado hasta el día de hoy, yo no he dudado para nada de mi vocación, esa certeza nunca se me ha quitado". 

"Siempre diré que estoy muy agradecida a mi padre porque mi padre ha trabajado muchísimo como obrero que era para poder pagarme a mí la carrera. De repente yo le digo, “mira, voy a entrar de monja. No sé si voy a acabar la carrera”, porque no sabía si tendría que comenzar el noviciado antes de terminarla, entonces de alguna forma como esas ilusiones… Ellos se preguntaban “¿es una locura?, ¿no es una locura?, ¿vas a ser fiel? ¿lo vas a dejar? ¿es una tontera que te ha dado ahora? ¿no lo es? ¿qué vas a hacer con tu vida?”. Claro, entonces, fue un acto muy grande de fe para ellos el fiarse de mí de alguna forma. A veces la vocación no se conoce hasta que no se vive".

Fuente: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=33399