martes, 29 de abril de 2014

El suicidio y la responsabilidad profesional. Algunas cuestiones a tener en cuenta


Autor-es: Eduardo Mauricio Espector.

Recién en los últimos años, debido al incremento de los juicios por responsabilidad profesional, los psiquiatras empezamos a preocuparnos por el tema y a tratar de respondernos preguntas como “¿qué riesgo corremos con un paciente en riesgo?”. Recordemos que, sobre todo actualmente, al impacto psíquico que provoca el suicidio de un paciente debemos agregar la inquietud por las implicancias legales, dado que al consumarse un suicidio o producirse lesiones derivadas de un intento se abre la posibilidad que el psiquiatra sea convocado a tribunales para evaluar judicialmente su responsabilidad.

Tengamos en cuenta que, cuando un ser querido se suicida, inmediatamente empieza a funcionar entre los familiares la maquinaria culposa. Se sienten culpables por no haberse dado cuenta ni del sufrimiento ni de las intenciones de terminar con su vida. Esta culpa puede encontrar alivio inmediato desplazándola al psiquiatra que lo trataba, porque “era él quién tenía que haber previsto y evitado el suicidio, no nosotros”. A partir de esta afirmación los familiares empiezan a activar otra maquinaria que es la judicial, creyendo que el psiquiatra siempre puede y debe prevenir o evitar el pasaje al acto autolesivo.

Si bien la psiquiatría y la psicología presentan menores riesgos de juicios en relación a otras especialidades médicas, en los últimos años ha empezado a variar esta tendencia. Una de las causas puede ser que, en las dos décadas anteriores, la psiquiatría ha crecido notoriamente desde el punto de vista científico, y ese crecimiento ha implicado su remedicalización. Esta razón la ha convertido en una especialidad más interesante para este tipo de demandas. Por otro lado, el aumento de la litigiosidad de los pacientes y la pérdida del fatalismo, sumado a lo anterior, genera que los riesgos legales de esta especialidad se hayan incrementado.

Acceso gratuito al texto completo en



viernes, 25 de abril de 2014

Los ángeles me salvaron del abuso y del suicidio. Un testimonio enviado por Migdalia Santiago (2)


Segunda historia de ángeles

Una de las más hermosas historias con ángeles ocurrió cuando sufrí una depresión en 2005. Fue tan profunda que había decidido matarme, pues ya no quería vivir. Sabía que debía vivir, pero ya no lo deseaba. Solo deseaba en esos momentos juntar la fuerza para encontrar un método para acabar con mi vida. Me levanté de la cama y vi que por la ventana brillaba el sol, a través de un rayo de luz que entraba vi las caritas de mis hijos como en medio de un corazón. Un ángel transformaba en corazón el corazón que perdía. Comprendí en ese momento que tenía que vivir, pues mis hijos me necesitaban. Me levanté de la cama, me vestí y me fui a caminar. Me encontré con un viejito chino que se dio cuenta de que yo estaba mal. Me saludó y me habló de su observación. (Segundo ángel del día.) Yo le confesé que estaba sufriendo de depresión. Él me aconsejó que me fuera con él a darme los masajes con piedras jade calientes. Yo lo seguí y me encontré con un sitio lleno de gente china, acostados todos en unas camas que llamaban “nuga beds.” Yo también quise disfrutar de esos masajes y hoy día digo que soy hija de las piedras jade (¡ángeles de piedra Jade!) porque me devolvieron la vida.
Tercera historia de ángeles

En otra ocasión, tuve uno de los peores sufrimientos que puede pasar una mujer que ama con locura: la traición de mi ex-pareja. Me sentí morir cuando lo supe. Me volví a sentir como la niña de cinco años que mi madre me tuvo que dejar. Fue como si se me hubiera acabado el mundo. No encontraba consuelo, ni paz.
Se apoderaron de mí la tristeza, la soledad, el dolor, el rencor y la deseperación. Esta vez no quería vivir, pero no dejé que ese sentimiento me arrastrara esta vez. Fue muy difícil pues no encontraba salida. Cuando más desesperada estaba recordé un grupo que me habían recomendado al que la gente llegaba para sanarse de cosas físicas y emocionales. Yo, como guiada por una fuerza que no era mía, llegue hasta allá. (Creo que eran ángeles.) Todos los rezos y rituales se dieron, pero yo no sentía nada. Seguía tan triste y sin paz, y convencida de que la nube negra del suicidio me vencería. Cuando terminó, el líder del grupo anunció que si deseábamos hablar en privado le dejáramos saber. Otra vez, sin entender qué fuerza me guiaba, levanté la mano. Después de que terminó con una fila de unas cuatro personas, fue mi turno.

Le expliqué que ya no tenía fuerzas para seguir. Él me miró con ojos de amor y me dijo: “Has perdido el espíritu”. Yo dije que sí con la cabeza y comencé a llorar. Él me dijo: “No te preocupes, los ángeles que te cuidan te han traído hasta aquí. Tratare de ayudarte”. No vale la pena explicar los rituales que hizo, solo que invocó con fuerza que mi espíritu volviera a mi cuerpo. De repente sentí que tenía que estirarme y levantar mis manos hacia arriba y sentí como una luz tibia entraba por mi cabeza y recorría mi cuerpo hasta llegarme a los pies. Tuve que moverlos como si caminara y pude volver a respirar. En ese momento sentí el revolotear de los ángeles a mi alrededor.

Son tantas las historias, que no acabaría de contarlas, pero me da gusto contar estas cosas aunque la gente piense que estoy loca. No importa, es lo que viví y es lo que me mantiene viva.


miércoles, 23 de abril de 2014

Siempre hay alguien





Quitaros esa máscara,
la tristeza no es más que una careta,
puede durar tanto como tardes en quitártela tú mismo,
prueba.
Estás provocándote llanto artificial, hermano;
he dicho hermano y debí decir amante.
Nos cogemos las manos y no decimos que se siente nada.
Poco a poco se va mezclando nuestra sangre en los
                                                               encuentros.
Un buen día acabaremos por ser la misma cosa.
Libres somos.
Frecuentamos el dolor porque queremos,
como pudiéramos frecuentar el parque.
Hablamos de mutuas soledades,
hablamos de aventuras que tuvimos,
de que todo está lejos,
de que es difícil.
Y nunca hablamos de esto maravilloso que nos va
                                              convirtiendo en ranas.
Quién dijo que la melancolía es elegante?
Quitaros esa máscara de tristeza,
siempre hay motivo para cantar,
para alabar al santísimo misterio,
no seamos cobardes,
corramos a decírselo a quien sea,
siempre hay alguien que amamos y nos ama.


Gloria Fuertes

lunes, 21 de abril de 2014

domingo, 20 de abril de 2014

NO ESTA AHÍ…ESTA VIVO


Al fin viene la hora
que espera el universo:
la cruz en él clavada

y tu gracia al acecho.
¡Víctima escarnecida,
misterio y sacramento!

Tu sangre derramada
floreció en el desierto.
¡Misterio del Calvario,
escándalo sangriento!:
la muerte muerta es vida
clavada en un madero.


Como ya saben este es un blog católico, creemos en Jesús, Vivo y Resucitado, HOY ES NUESTRO GRAN DÍA. En Cristo Resucitado esta nuestra fe y nuestra esperanza. También les compartimos este bello texto de la Sagrada Escritura.

Hermanos: Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo fuimos incorporados a su  muerte.
Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo  fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros  andemos en una vida nueva.
Porque, si nuestra existencia está unida a él en una muerte como la suya, lo estará  también en una resurrección como la suya.
Comprendamos que nuestra vieja condición ha sido crucificada con Cristo,  quedando destruida nuestra personalidad de pecadores, y nosotros libres de la esclavitud al pecado; porque el que muere ha quedado absuelto del pecado.
Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues  sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él. Porque su morir fue un morir al pecado de  una vez para siempre; y su vivir es un vivir para Dios.
Lo mismo vosotros, consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo  Jesús.
(Rom. 6, 3-11)

Y con la tarjeta de felicitación que regalo el Papa Francisco, también el equipo de Quiero Suicidarme, a quienes colaboran con nosotros  y a quienes pasan por este humilde espacio, les deseamos: 

¡FELICES PASCUAS DE RESURRECIÓN! ¡UN ABRAZO EN JESÚS RESUCITADO!


¡F E L I C I D A D E S!


La imagen es del autor:Victor Delhez

sábado, 19 de abril de 2014

Varias enfermedades mentales son causantes de más de la mitad de los suicidios en el mundo


El seguimiento de más de 100.000 personas de 21 países distintos, como África (Nigeria, Sudáfrica), Asia (India, Japón, China), Oceanía (Nueva Zelanda), Europa (España, Bélgica, Italia, Alemania, Holanda, Francia, Rumanía, Bulgaria) o América (México, Colombia, Brasil), con la intención de encontrar vías para reducir el número de suicidios, ha revelado que existen diferencias entre pacientes de países desarrollados y los que están en vías de ello.

Además la mitad de las personas que piensan en suicidarse sufre ansiedad, trastorno bipolar o TDAH, entre otras enfermedades, y esta relación sube hasta los dos tercios en el que caso de los que finalmente llevan a cabo esa voluntad.

En los países desarrollados, la depresión es muy común entre quienes manifiestan ideas de suicidio, pero cuando se trata de pacientes que ejecutan esos planes, las enfermedades más frecuentes son la ansiedad y los trastornos de control de los impulsos. Cuando se producen intentos de suicidio, sin haber sido planeados previamente, las más habituales son el trastorno bipolar y de conducta.

En las sociedades en vías de desarrollo, se descubrió que eran los trastornos de control de los impulsos y los derivados de la dependencia del alcohol o las drogas los más frecuentes en pacientes con ideas de suicidio. Sin embargo, al hablar de intentos por quitarse la vida, la ansiedad se manifestaba en un mayor grado.

El estudio ha sido desarrollado por 23 especialistas, liderados por Matthew K. Nock (Universidad de Harvard), con el objetivo de averiguar qué trastornos se presentan en individuos con conductas suicidas y si se puede hacer algo más para evitar una posible muerte cuando se diagnostica alguno de ellos. Uno de los investigadores es el director de la Fundación Sant Joan de Déu de Barcelona, Josep Maria Haro, quien ha realizado unas 5.500 entrevistas en España.

"El suicidio está presente en todo el mundo, aunque hemos podido comprobar cómo existen zonas geográficas donde se dan con una frecuencia mayor, como los países nórdicos o los del antiguo bloque del Este, en Eslovenia, por citar alguno de ellos", asegura el doctor Haro.



http://www.psiquiatria.com/noticias/psiq_general_y_otras_areas/urgencias_psiq/suicidio/43982/

martes, 15 de abril de 2014

Los ángeles me salvaron del abuso y del suicidio. Un testimonio enviado por Migdalia Santiago (1)


El siguiente es un testimonio enviado por Migdalia Santiago en el que relata tres de sus historias con ángeles. Sus relatos nos recuerdan que aún en los peores momentos de la vida, el amor divino nos rodea y nos ayuda si estamos dispuestos a abrirle el corazón.
Tengo tantas historias de la presencia de los ángeles en mi vida que creo que cada día camino con ángeles como compañía. Todos los días antes de salir de mi casa recito esta oración:

Arcángel San Miguel a mi derecha, San Gabriel a mi izquierda, San Rafael a mis espaldas, para que con sus alas me cubran de todo mal, Arcángel Uriel al frente de mí, para abrirme los caminos, y sobre mí, la gloria del Universo Celestial. Amen.
La aparición de los ángeles en mi vida no siempre ha sido en eventos sobrenaturales sino también en gente viva y humana que han sido ángeles guías.
Primera historia de ángeles

Creo que siempre a habido ángeles en mi vida, pero se manifiestan más cuando estoy en peligro o cuando los necesito. Una de las ocasiones más importantes fue cuando estaba sufriendo por el alcoholismo de mi ex-esposo. En esos días, se emborrachaba y perdía el sentido. Todo comenzó con una discusión. Terminó dándome golpes como un loco. Yo trataba de defenderme sin éxito. Me golpeaba sin sentido hasta que me arrinconó dentro de un armario grande. Me apretó el cuello hasta que yo ya no podía respirar. En mi mente entendí que moriría sin remedio. Mi perro Cody tal vez sintió mi sufrimiento y se le fue encima, mordiéndole el pantalón y jalándolo hasta que me tuvo que soltar (primer ángel, mi perro).
Logré salir corriendo del closet y recobrar la fuerza, pero volvió a golpearme y esta vez me golpeó tan fuerte que caí contra la barra de metal del cabezal de mi cama. Sentí que perdía la conciencia y me dejé llevar. Ya no pude luchar.

En ese momento escuche que la cortina de mi ventana se movió, y cuando miré, vi un hombre (segundo ángel) que me pareció alto y fuerte. Era como un indio. Vi sus pies y su pantalón (jean) azul. Sus manos eran fuertes como las de un agricultor que trabaja la tierra. Su camisa era de cuadros y sus trenzas le bajaban hasta el pecho. Cuando ya iba a verle cara, me desmaye. Me desperté cuatro horas después con los gritos y llanto de mi ex esposo que lloraba porque pensó que me había matado. Hoy sé que ese ángel me salvó de la muerte.


Continuará...


domingo, 13 de abril de 2014

Al borde



Soy alta;
en la guerra
llegué a pesar cuarenta kilos.
He estado al borde de la tuberculosis,
al borde de la cárcel,
al borde de la amistad,
al borde del arte,
al borde del suicidio,
al borde de la misericordia,
al borde de la envidia,
al borde de la fama,
al borde del amor,
al borde de la playa,
y, poco a poco, me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar.


Gloria Fuertes


miércoles, 9 de abril de 2014

Alcohol, drogas, depresión y estrés son los principales factores de riesgo asociados al suicidio



Aproximadamente un millón de personas fallece por suicido en el mundo, y el número de tentativas suicidas es unas 10-20 veces mayor, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Es decir, se produce una muerte por suicidio cada 40 segundos y una tentativa cada 3. Concretamente, en nuestro país, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que durante el año 2007 se suicidaron 3.263 personas.

Según la Prof. Pilar Saiz Martínez, del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo “estas cifras suponen un número de muertes similar al de personas fallecidas en accidentes de tráfico e incluso superior al número de defunciones causadas por los conflictos bélicos”.

El Pacto Europeo sobre Bienestar y Salud Mental, celebrado en Bruselas, en Junio de 2008, establece que la primera de las cinco áreas prioritarias de acción en Salud Mental, debe dedicarse a la prevención de la depresión y de los comportamientos suicidas. Las medidas prioritarias recomendadas incluyen: incrementar la formación de los profesionales de la salud; restringir el acceso a los principales métodos suicidas; fomentar la concienciación sobre el problema a nivel comunitario y entre profesionales sanitarios y de otros sectores relevantes; implementar medidas para reducir los principales factores de riesgo asociados a los comportamientos suicidas (consumo excesivo de alcohol y drogas, depresión y estrés) y, por último, facilitar las medidas de soporte adecuadas a aquellas personas que hayan realizado tentativas suicidas o que de modo indirecto se hayan visto afectadas por ellas.

Aproximadamente, en la mayor parte de los países en los que se ha estudiado el fenómeno del suicidio, las mujeres presentan mayores tasas de ideación suicida y de comportamientos suicidas. Sin embargo, “aproximadamente, los varones consuman el suicidio con una frecuencia entre 2 y 4 veces mayor que las mujeres, mientras que éstas realizan intentos de suicidio con una frecuencia 2-3 veces superior a la de los varones. Concretamente, en nuestro país, según datos del INE del año 2007, la tasa de suicidio por 100.000 habitantes fue de 11 para los hombres y de 3,5 para las mujeres”, comenta la Prof. Saiz Martínez.

Existen una serie de factores que se consideran como factores predictores de riesgo suicida: padecer un trastorno mental (siendo los señalados previamente los que se acompañan de un mayor riesgo), la presencia de ideación suicida, las verbalizaciones suicidas y la planificación del acto, los antecedentes personales de tentativa suicida (constituye el mejor factor predictor conocido hasta la fecha), el aislamiento social, los sentimientos de desesperanza, factores sociodemográficos entre los que se incluye el sexo masculino y la edad por encima de los 55-60 años, los antecedentes familiares de suicidio consumado, la presencia de factores estresantes agudos o crónicos (entre los que se puede incluir enfermedades físicas de tipo crónico o discapacitante), etc.

“El 90-95% de personas que se suicidan cumplen criterios de trastorno mental en el momento del suicidio. Hay que tener presente que todos los trastornos mentales incrementan el riesgo de suicidio en relación al de la población general, pero dicho riesgo varía en función del trastorno mental padecido, de modo que los trastornos que se acompañan de mayor riesgo son los trastornos afectivos, la dependencia de alcohol y/o de otras drogas y las psicosis no afectivas”.

Actualmente, se está tratando de conocer mejor aquellos factores que pueden tener un papel protector evitando la comisión de dichas conductas, tales como la ausencia de variantes genéticas que confieren susceptibilidad, presencia de soporte socio-familiar adecuado, tratamiento adecuado de la enfermedad de base, etc.

Según la Prof. Saiz Martínez, “en el momento actual no existen dudas de que el suicidio es un comportamiento determinado por factores bio-psico-sociales. En los últimos años se ha realizado un gran esfuerzo investigador para tratar de conocer los posibles biomarcadores de este tipo de comportamiento y hasta la fecha los hallazgos más sólidos provienen de la presencia de niveles bajos de ácido 5-hidroxiindolacético (5-HIAA), el principal metabolito de la serotonina, en el líquido cefalorraquídeo”.

En relación a las bases genéticas del suicidio, “conocer cuáles son los genes responsables, en última instancia de este comportamiento es algo muy complicado, ya que el suicidio, como la inmensa mayoría de los trastornos mentales se incluyen dentro de lo que se denominan enfermedades genéticamente complejas (no se transmiten según un patrón de herencia mendeliana)”, asegura la psiquiatra.

“Dichas enfermedades tienen un claro componente genético (descrito en estudios de familia, gemelares y de adopción), pero la susceptibilidad para el comportamiento viene dada por el efecto combinado de muchos genes (genes de efecto menor) y de diversos factores ambientales actuando conjuntamente”, señala la Prof. Saiz Martínez.

La investigación genética en suicidio se ha centrado principalmente en el sistema serotoninérgico, “cuya implicación ha demostrado ser la más consistente hasta el momento, siendo el gen más estudiados y, con el que quizás se han obtenido más resultados positivos, el transportador de serotonina (SLC6A4)”. No obstante, señala que en los últimos años se han obtenido resultados prometedores con otros genes, como por ejemplo el del BDNF. Quizás uno de los hallazgos más destacables en los últimos años es el realizado por el grupo de Caspi que ha puesto de manifiesto que existe una interacción entre los comportamientos suicidas, los acontecimientos vitales estresantes y determinadas variantes polimórficas del gen del transportador de serotonina. Habiendo sido, este hallazgo, replicado posteriormente por numerosos grupos de investigación. “No obstante, hay que señalar que estos posibles biomarcadores están aún en fase de consolidación y no se utilizan en la práctica clínica cotidiana”, afirma la Prof. Saiz Martínez.


http://www.psiquiatria.com/noticias/psiq_general_y_otras_areas/urgencias_psiq/suicidio/44873/

sábado, 5 de abril de 2014

Testimonio sanación de su hijo de 21 años. Ansias de suicidio y grosero


Martha Ruiz Peñalosa. Por intercesión de la virgen de la esperanza y las oraciones del padre Alvaro Puerta. Su hijo era rebelde rompía los platos no tenia motivos para vivir y ella misma recibe sanación de la columna vertebral.

jueves, 3 de abril de 2014

Luces lejanas






Haciendo el camino de noche
las luces distantes me dieron fuerza

por sí mismas
por sí mismas

ayer, hoy y mañana también

Versión de Joung Kwon Tae  - Revisada por Isabel R. Cachera
De "108 poemas Zen" Editorial Casariego 2005


Ko Un