domingo, 29 de septiembre de 2013

El médico general, figura clave en la prevención del suicidio


El número de muertes por suicidio en el mundo aumenta cada año, a pesar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) reivindica que el médico de Atención Primaria podría colaborar a reducir las tasas de suicidio, al estar en contacto directo con el paciente y su entorno. La SEMG recuerda asimismo que el papel de los medios de comunicación también podría ser clave, aportando naturalidad y sensibilidad al hablar del suicidio en lugar de evitarlo para reducir el efecto contagio.

Cada 40 segundos muere una persona en el mundo por suicidio. Este es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un problema de Salud Pública de primer orden. En 1980 se cuantificaron 1 millón de muertes anuales por suicidio, lo que supone más que el total de fallecidos por guerras, conflictos armados y otros homicidios, y aún se estima que aumentará hasta 1 millón y medio en 2020. Así lo ha recordado el doctor Fernando Gonçalves, coordinador del Grupo de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) quien defiende que el papel del médico de Atención Primaria es fundamental para la prevención del suicidio, e insiste en la importancia de la formación de los profesionales para reducir estas cifras.

En España, la tasa de suicidio es bastante baja comparada con las del resto de países de Europa. El Instituto Nacional de Estadística cifró en poco más de 3.100 (7,6 por cada 100.000 habitantes) el número de suicidios en 2012, la menor tasa de los últimos 17 años, explica el Dr. Gonçalves, quien matiza que  sin embargo los especialistas sitúan esta cifra en 4.500 (10,7/100.000). Aún así, esta tasa es mucho menor que la de los países que nos rodean. En Rusia o Lituania, los dos países europeos con mayor número de suicidios, presentan una tasa hasta cinco veces superior a la española.

El médico general y de familia, como puerta de entrada y primer eslabón de la asistencia sanitaria, y siendo profundo conocedor de sus pacientes, de su entorno socioeconómico y cultural, goza de una posición privilegiada para ofrecer mayor eficiencia en la detección, valoración y seguimiento de los pacientes con riesgo de suicidio. Para el Dr. Gonçalves, la figura del facultativo de Atención Primaria debería estar incorporada en los planes de prevención del suicidio del Sistema Nacional de Salud (SNS), dado que la detección de ese riesgo elevado es el primer deber del médico de familia y constituye el primer paso esencial en la prevención del suicidio. Una prevención que es posible, asegura el responsable del Grupo de Salud Mental de la SEMG, matizando que para ello el profesional debe estar bien formado en este campo, y por ello esta sociedad científica ha incluido también este año una sesión específica de puesta al día en el programa científico de su XX Congreso Nacional.

El papel de los medios de comunicación

“El suicidio sigue siendo no un tema tabú, sino el único tema tabú en nuestra sociedad hoy día”, se lamenta el Coordinador del Grupo de Salud Mental de la SEMG. “Hay que tratarlo sin miedo, con la misma sensibilidad que hablamos de los muertos en accidentes de tráfico, que por cierto suponen la mitad de casos que de suicidio”.

El Dr. Gonçalves hace una llamada a la responsabilidad de los medios: “El efecto contagio existe, pero hay que evitar ese halo de misterio. Los medios han de informar de la realidad, y por tanto desmitificar y clarificar. Todo lo relacionado con el suicidio hay que verlo con perspectiva y seriedad, sin tabúes ni banalidades”.

El XX Congreso Nacional de Medicina General y de Familia se celebra estos días en el Palacio de Congresos de Zaragoza, donde alrededor de 2.500 médicos generales y de familia se dan cita para actualizar sus conocimientos y habilidades, conocer las últimas novedades terapéuticas, compartir experiencias y debatir sobre los numerosos temas que afectan a su profesión.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Un famoso periodista de FOX tras el suicidio de su hijo:«Descubrí cuanto me amaba Dios realmente»


La historia de Brit Hume es a la que se enfrentan millones de personas en todo el mundo. ¿Cómo afrontar una tragedia? ¿Por qué el sufrimiento? Es el trance que tuvo que pasar uno de los periodistas estadounidenses más conocidos cuando su hijo, también corresponsal, se suicidó en 1998. A partir de ahí su concepción de vida cambió y encontró en Cristo y sólo “en Él pude hallar una explicación y una respuesta”.

Hume lo ha sido todo en el periodismo. Corresponsal jefe en la Casa Blanca de la cadena ABC y posteriormente de la FOX tuvo después su propio programa de televisión. En su haber tiene incluso un premio Emmy por su cobertura de la Guerra del Golfo y otros dos galardones como mejor periodista de EEUU por su cobertura en la Casa Blanca. Por ello, su proceso de conversión, o de reconversión, ha sido aún más público y sorprendió a los millones de telespectadores que le seguían. Tampoco ha sido fácil para él y ha recibido numerosas críticas por expresar su fe en público.

El suicidio de su hijo le cambio la vida

Su vida dio un giro total cuando su hijo Sandy se quitó la vida. Antes de este suceso, cuenta Brit Hume, “yo me consideraba cristiano. Si alguien me hubiera preguntado si era cristiano, yo le hubiera dicho: por supuesto que soy cristiano”.

Sin embargo, añade este corresponsal que “creo que era lo que se dice un cristiano nominal” pues “pasé toda mi vida adulta en el día a día pensando muy poco en Dios, en Cristo o en cualquier otra persona”.

El suicidio de su hijo dio un giro radical a esta visión que tenía de la fe. “Cuando murió, cuando algo como esto te hace añicos, puede ser el momento en el que se descubre lo que uno realmente cree”. Y bien que lo pudo ver. Aquel momento “fue horrible, malo, desgarrador, inesperado y doloroso, pero tuve la sensación a pesar de todo, de que Dios estaba allí, que Él me libraba de la pena y el dolor” y que conseguiría salir de este sufrimiento “a través de él”.

Ahí supo que creía, y lo supo con “una fuerza enorme”. Hume confiesa que las cosas sucedieron así en ese periodo porque “le miré a Él como la única explicación razonable”. “Me di cuenta de cuánto me amaba Dios realmente”, asegura.

“Estaba viendo el rostro de Dios”

La reacción de la gente tras la muerte de su hijo y el apoyo de muchos creyentes le ayudó a reencontrarse con esta fe que estaba escondida en su corazón tras el éxito y la fama. “Las muestras de condolencia me dejaron asombrado”. Fueron más de mil cartas recibidas. La gente le enviaba ánimos y tarjetas de oración. “Yo estaba sorprendido por esta respuesta y pensé que estaba viendo el rostro de Dios. Me sentí enormemente impulsado por esto, me sentí agradecido y me dije a mí mismo: Bueno Hume, resulta que eres un cristiano. Ahora, ¿qué vas a hacer al respecto?”.

Desde entonces Brit Hume no ha parado de intentar responder a esta pregunta que se le planteó cuando vivió el mayor sufrimiento de su vida. “Es difícil ser cristiano, no es nada fácil. Siempre me hago la famosa pregunta: si alguien te acusara por ser cristiano, ¿tendrá evidencias para condenarte? Espero que día a día este acumulando estas pruebas. Lo estoy intentando pero no es fácil”.

Su llamada a la conversión a Tiger Woods

La prueba llegó y con fuerza. Ser cristiano no es fácil y lo pudo vivir en sus carnes. Ocurrió durante el programa News Sunday de la FOX. Se trataba el escándalo amoroso del golfista Tiger Woods, tras hacerse públicas sus numerosas infidelidades. Esto le provocó dejar el deporte e incluso sus muchos anunciantes le dieron la espalda.

En la mesa de la tertulia estaba Brit Hume y le pidieron que diera su opinión al respecto. Él recomendó al deportista mejor pagado del mundo que volviera al cristianismo donde no encontraría mejor perdón que el de Dios. “Creo que el grado de recuperación, como persona y golfista, depende de la fe. Él dice que es budista. No creo que esa fe ofrezca el tipo de perdón y redención que ofrece el cristianismo”. Así le dijo a Tiger: “vuelva a la fe cristiana y podrá recuperarse totalmente y ser un ejemplo para todo el mundo”.

A raíz de estas declaraciones se produjo una cascada de críticas e insultos a través de numerosos medios de comunicación. Le llamaron fanático y yihadista. En el Washington Post dijeron que su afirmación “se situará en pocos días en una de las más ridículas del año” y le exigían que se disculpara por llevar “su fe” a la televisión. Otros periodistas también le acusaron de “denigrar” a Woods con su recomendación y hasta profesores universitarios le llamaron “estúpido”.

Ahora lleva una vida dedicada a Dios

Hume ya sabía que ser cristiano no iba a ser fácil pero decidió no dar un paso atrás. En otras comparecencias públicas no ha dejado de hacer presente su fe y de expresar que “el cristianismo es una religión para los pecadores y gracias a Dios por mí lo es”.

Tras una larga y exitosa carrera periodística anunció su jubilación e indicó su orden de prioridades a partir de ahora: Cristo, su familia y el golf, uno de sus hobbies. Ahora sigue en la búsqueda de Dios y acude a grupos de oración y formación. La muerte de su hijo no fue un sinsentido y le hizo agarrarse a Dios. “Cuando tienes la sensación de que estás realizando el plan de Dios, es un sentimiento que vale la pena tener”.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Para Santa Claus y las Hermanas Menores

 
El siguiente poema fue escrito por un joven de quince años, muy probablemente alrededor de la década de 1960, dos años antes de suicidarse. El poema ha alcanzado una cierta fama, ya que ha aparecido en múltiples sitios de internet y ha formado parte del programa de enseñanza de diversas escuelas en los Estados Unidos. Fue publicado por vez primera en 1972 en la revista Time como parte de un artículo enfocado en los suicidios cometidos por adolescentes, paralelamente fue analizado por Judson Jerome en uno de sus libros. Sin embargo, las versiones publicadas tanto en Time como aquella analizada por Jerome habían sido editadas y recortadas considerablemente. Esta que presentamos es la versión completa del poema (traducida del original en inglés al español por vez primera hasta nuestro conocimiento), la cual fue recibida de una mujer habitante de Texas llamada Vicky Moody, quien lo aprendió en la escuela en 1972.





Para Santa Claus y las Hermanas Menores



Una vez

en papel amarillo, con líneas verdes, escribió un

poema y lo llamó “Chuletas”

porque ese era el nombre de su perro y

de eso se trataba,

y el maestro le dio un 10

y una estrella dorada

y su madre lo colgó en la puerta de la cocina y

se lo leyó a todas sus tías



Ese fue el año en que nació su hermana menor

con pequeñas uñas en los pies y sin cabello, y el Padre

Tracey los llevó al zoológico

y los dejó cantar en el autobús,

y su padre y madre se besaban mucho

y la niña que vivía a la vuelta le envió

una tarjeta de Navidad firmada con

una línea de besos

y su padre siempre lo arropaba por la noche

y siempre estaba ahí para hacerlo.



Una vez

en papel blanco, con líneas azules, escribió

otro poema

y lo llamó “Otoño”

puesto que era el nombre de la estación

y de eso se trataba

y el maestro le dio un 10

y le dijo que escribiera con mayor claridad

y su madre no lo colgó en la puerta

de la cocina porque estaba

recién pintada.



Ese fue el año en que a su hermana le pusieron gafas

con armazón negro y anchas lentes

y los niños le dijeron el porqué su madre y

su padre se besaban tanto

y que el Padre Tracy fumaba puros y dejaba

las colillas en los bancos de la iglesia

y la niña que vivía a la vuelta se rió cuando

le dijo que había ido a ver a Santa Claus

en Woolworth

y su padre dejó de arroparlo en la cama

por las noches y se enojaba cuando

lloraba para que lo hiciera.



Una vez

en un papel arrancado de su libreta, escribió

otro poema

y lo llamó “Inocencia entre Signos de Interrogación”

porque ese era el nombre de su dolor y

de eso se trataba

y el profesor le dio un 10

y una mirada extraña y fija

y su madre nunca lo colgó en la puerta

de la cocina porque él nunca la dejó verlo.



Ese fue el año en que encontró a su hermana besándose

en el cuarto trasero

y su padres nunca se besaban ya ni siquiera sonreían

y olvidó el final del Credo de los Apóstoles

y el Padre Tracey

murió

y la niña que vivía a la vuelta usaba demasiado

maquillaje

y lo hacía toser

cuando la besaba, pero la besaba de cualquier manera.



Una vez

a las 3 am se arropó a sí mismo en la cama, su padre

roncaba fuertemente

trató con otro poema al reverso de un paquete

de cerillos

y lo llamó absolutamente nada, porque

de eso se trataba

y se dio a sí mismo un 10

y un tajo en cada maldita muñeca

y lo colgó en la puerta del baño porque

no creyó alcanzar a llegar a la cocina.









To Santa Claus and Little Sisters’



Once

on yellow paper, with green lines, he wrote a

poem and called it “Chops”

because that was the name of his dog and

that’s what it was all about,

and the teacher gave him an “A”

and a gold star

and his mother hung it on the kitchen door and

read it to all his aunts



That was the year his little sister was born

with tiny toenails and no hair, and Father

Tracey took them to the zoo

and let them sing on the bus,

and his father and mother kissed a lot

and the girl around the corner sent him a

Christmas card signed with a

row of kisses

and his father always tucked him in at night

and he was always there to do it.



Once

on white paper, with blue lines, he wrote

another poem

and he called it “Autumn”

because that was the name of the season

and that’s what it was about

and the teacher gave him an “A”

and told him to write more clearly

and his mother didn’t hang it on the kitchen

door because the door had

just been painted.



That was the year that his sister got glasses

with black frames and thick lenses

and the kids told him why his mother and

father kissed a lot

and that Father Tracy smoked cigars and left

the butts on the pews

and the girl round the corner laughed when he

went to see Santa Claus

at Woolworths

and his father stopped tucking him in at bed

at night and got mad when he

cried for him to



Once

on paper torn from his notebook, he wrote

another poem

and he called it “Question Marked Innocence”

because that was the name of his grief and

that’s what it was all about

and the professor gave him an “A”

and a strange and steady look

and his mother never hung it in the kitchen

door because he never let her see it



That was the year he found his sister necking

in the back room

and his parents never kissed or even smiled

and he forgot the end of the Apostles Creed

and Father Tracey

died

and the girl around the corner wore too much

make up

and made him cough

when he kissed her, but he kissed her anyway



Once

at 3am he tucked himself in bed, his father

snoring loudly

he tried another poem on the back of a pack

of matches

and called it absolutely nothing, because that’s

what it was all about

and he gave himself an “A”

and a slash on each damp wrist

and hung it on the bathroom door because

he couldn’t reach the kitchen.


http://circulodepoesia.com/nueva/2013/06/poesia-y-suicidio/

jueves, 19 de septiembre de 2013

Una nueva técnica intenta predecir correctamente cuál será la terapia óptima para el tratamiento de la depresión



Sólo alrededor del 40% de los pacientes con depresión aciertan con la terapia al primer intento, según explica Helen Mayberg, profesora de Psiquiatría, Neurología y Radiología y la Emory University School of Medicine (Atlanta, EEUU), cuyo equipo ha desarrollado una nueva técnica para intentar predecir correctamente cuál será la terapia óptima en cada caso.

Según sus datos, que aparecen en la revista 'JAMA Psychiatry', la tomografía por emisión de positrones (PET) es útil para determinar qué pacientes responden mejor a la terapia psicológica y cuáles, en cambio, podrían beneficiarse en mayor medida de los antidepresivos.

"Elegir un tratamiento inicial inadecuado implica costes significativos a nivel individual y social debido al estrés continuado, el riesgo de suicidio, la pérdida de productividad y los recursos perdidos por perder dos o tres meses con una terapia inefectiva", señalan los investigadores en la revista médica. "Por tanto, encontrar un marcador biológico que guíe la selección del tratamiento para la depresión podría tener un importante impacto tanto económico como para la salud", subrayan.

La prueba de imagen es útil, continúan los científicos, ya que permite comprobar determinados patrones de actividad cerebral que se asocian a la efectividad de un determinado tratamiento.

Partiendo de la hipótesis de que someter a pacientes con depresión a un PET podría ser muy esclarecedor, el equipo de Mayberg realizó la prueba a 63 pacientes con depresión a los que aún no se les había indicado ningún tratamiento.

El PET hace posible evaluar la actividad cerebral ya que mide cómo se metaboliza en este órgano la glucosa, un componente fundamental cuando cualquier parte del organismo se pone 'en marcha'.

Después de pasar la prueba, los pacientes fueron divididos para recibir o bien un tratamiento de 12 semanas con un conocido fármaco antidepresivo o bien varias sesiones de psicoterapia de tipo cognitivo-conductual.

Al finalizar el régimen indicado, los investigadores compararon el circuito cerebral de los que consiguieron superar el problema con los de quienes seguían deprimidos. Y vieron que un área de su cerebro parecía clave para determinar el éxito de la terapia.

Según sus datos, aquellos que presentaban una actividad baja en la corteza insular anterior presentaban mejores resultados si habían recibido psicoterapia en lugar de medicación. En cambio, los que habían tenido una actividad alta en esa zona del cerebro se beneficiaban mucho más de los fármacos que de las sesiones con el psiquiatra.

Según los investigadores, estos resultados cuadran perfectamente con estudios previos que ya habían relacionado esta zona con la regulación de los estados de ánimo o con la toma de decisiones, entre otras funciones. "Esta técnica podría servir como un biomarcador que guíe la selección del tratamiento", indican en el texto.

Sin embargo, también subrayan que, antes de sacar conclusiones definitivas, es necesario replicar y validar sus resultados en un estudio en los que los pacientes sean tratados en función de la 'predicción' del PET.