jueves, 9 de febrero de 2012

El 95% de los suicidios consumados esconden una patología mental.






El 95 por ciento de los suicidios consumados en España tienen detrás una patología mental asociada, según han advertido tanto el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, Julio Bobes, como el catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Sevilla, José Giner, quienes además han alertado de que en 2010 los comportamientos suicidas en jóvenes fueron la primera causa de muerte, por delante ya de los accidentes de tráfico. 


Estos expertos, que han participado en Sevilla en un encuentro sobre psiquiatría, en el que se ha analizado precisamente la conducta suicida y al que han asistido cerca de 400 profesionales del ramo, han admitido que para los especialistas en la materia las tasas de suicidio en España, "sobre todo en la población joven, se nos presenta como un auténtico reto, ya que es algo en lo que podemos hacer prevención". 


De hecho, han aclarado que los enfermos mentales graves, "por paradójico que se pueda pensar, no es la población con mayor tasa de suicidio a pesar de todo, ya que están perfectamente diagnosticados y más controlados". 


Según Giner, este fenómeno en jóvenes y adultos sanos puede responder en parte al "incremento paulatino" de cuadros ansioso-depresivos que se viene registrando en las sociedades avanzadas, que ha denominado como "la patología de la vida cotidiana", un extremo que, en el caso de los jóvenes, respondería al fenómeno de que "máxima cualquier fracaso, aunque sea de tipo amoroso, haciendo del mismo una frustración absoluta en su vida". 


No obstante, ambos especialistas han puntualizado que estos fenómenos por sí mismos "no explican que existan más tasas de suicidios", siendo la conjunción de factores como el alcohol y las drogas, "cada vez más alcance de los jóvenes", elementos que potencian estos comportamientos en los jóvenes. 


"El problema es que los jóvenes cada vez tienen un acceso más fácil a medios para intentar suicidarse", ha alertado Giner, quien ha insistido en el hecho de que entre la población joven "es muy fácil que, por un simple desengaño amoroso, una joven se intente suicidar; algo muy raro que ocurriese en una señor o una señora de 50 años, por poner un ejemplo". 


Pese a recalcar que las frustraciones "son muy mal absorbidas por los jóvenes" y a admitir que el porcentaje de intentos de suicidios en jóvenes "es mucho mayor que en adultos", ha matizado, en cualquier caso, que los adultos "lo consiguen más". 


Estos especialistas han precisado que los países del Este de Europa, "con una tasa de 45 suicidios por 100.000 habitantes", son los que ostentan la tasa de suicidio más alta en el continente; "seguido los países escandinavos y los países anglosajones". 


También ha hecho referencia a Francia, "que tiene una tasa de muertes por suicidio tres veces más alta que por ejemplo España". Sin embargo, han advertido de que en España "hemos pasado en los últimos 50 años de tener unas tasas de riesgo de suicidio muy bajas a tener unas tasas medias". 


Así, han reseñado que en la década de los 60 del siglo pasado las tasas de riesgo de suicidio en España "estaban por debajo de 6 suicidios por 100.000 personas", siendo en la actualidad de un 11 por 100.000. Preguntado por los posibles factores, han coincidido que la herencia genética, "aunque sea un factor, no hay un determinismo genético como tal, pesando más los factores ambientales". 


Según los datos del INE, cada año se producen en España más de 3.000 suicidios, aunque son muchos más los que lo intentan sin llegar a conseguirlo. Se calcula que por cada suicidio consumado, se producen unos 20 fallidos. Esto supone que alrededor de unas 60.000 personas muestran cada año algún tipo de conducta suicida. Por comunidades, Galicia, Asturias y Andalucía, con 10,58 suicidios por 100.000; 10,41, y 9,91 son las que ostentan las mayores tasas. Por contra, Ceuta, Madrid y Cantabria, con 2,5; 2,8 y 4, tienen las tasas de suicidio más bajo. 


Por ello, tanto Giner como Bobes han considerado necesario "establecer programas de atención, evaluación y seguimiento en los pacientes que realizan un intento de suicidio, ya que el hecho de haberlo intentado es el primer factor de riesgo de suicidio consumado", a lo que han agregado "los casos atendidos e identificados en los servicios de urgencias hospitalarios representan una oportunidad para iniciar estos programas




http://www.psiquiatria.com/noticias/psiq_general_y_otras_areas/urgencias_psiq/suicidio/51570/?


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